Publicado el lunes, 09.30.13
El peaje de Fidel
DANILO ARBILLA
Rafael Correa ha resuelto contratar mil médicos cubanos, en los que 
invertirá 30 millones de dólares anuales, pese a las protestas de los 
médicos ecuatorianos, hecho éste que al autoritario presidente del 
Ecuador lo tiene muy sin cuidado. Lo que sí sorprende de esta decisión 
es que contradice un poco la conducta de Correa: es autoritario, ha 
acabado con la libertad de prensa y la separación de poderes, en las 
elecciones abusa desafiantemente de su cargo y de los recursos del 
estado y ni respeta los derechos indígenas, pero no es tonto y en 
general no comete actos que notoriamente perjudiquen a su país.
En esta operación, empero, trae médicos de mediocre formación y por 
cierto no mejor, por no decir peor, que la de los colegas ecuatorianos, 
entre los cuales, además, crea desocupación. A razón de 2,500 dólares 
per cápita, le saldría mucho más barato y con mejores resultados 
invertir eso en los médicos locales.
¿Lo hará para imitar a Chávez, Dilma Rousseff, José Mujica, y algunos 
otros mandatarios progresistas que han puesto en marcha o anunciado 
proyectos similares de importación de médicos u oftalmólogos cubanos? Y 
que lo hacen en todos los casos a despecho de la protesta de los 
facultativos nacionales, no solo por el problema ocupacional sino por el 
nivel del producto importado, en caso muy por debajo del nacional, a lo 
que se suma la mala decisión económica.
En teoría el gran negocio es para los médicos cubanos: con un salario de 
2,500 dólares bailan en una pata. Pero no es tan así: la plata, esos 
millones, no van para los médicos sino que son para el gobierno de Cuba 
y éste es el que después les paga un sueldito a sus exportados. Los 
Castro son los que hacen el negocio: reciben una millonada de dólares, 
de los cuales sacan un pequeño porcentaje para los suelditos, y se 
quitan mil funcionarios de encima, con poco para hacer, sobre todo por 
la falta de material e insumos, y los que significan un costo y, sin 
duda, a la larga, un foco inflamable.
Para los médicos cubanos, de todas formas, no constituye un castigo sino 
todo lo contrario. Escapan de la isla, de su opresión, represión, 
escaseces y racionamiento y tienen un trabajo y en general aseguradas 
algunas extras como casa, comida y otras prebendas, como pasa por 
ejemplo en Venezuela.
Pero la real explicación es que todo eso se trata de una de las formas 
de peaje que hay que pagar para recibir la bendición de Fidel. Esto es, 
para obtener la credencial de izquierdista. Una especie de tarjeta o 
pase libre que permite cualquier tipo de avasallamiento de las 
libertades y derechos de los ciudadanos, pero santificados por el 
progresismo de izquierda. Con ese carnet se puede violar la 
constitución, permanecer en el poder por largo tiempo, manejar 
elecciones "libres" aprobadas por la Carta Democrática Iberoamericana e 
Insulza, acabar con la prensa independiente y opositora y con la 
disidencia, y otro tipo de atropellos sin que haya protestas 
internacionales ni condenas de organismos.
"Si Alberto Fujimori, en los hechos un precursor de los actuales 
regímenes populistas, progresistas y bolivarianos, hubiera tomado esa 
prevención –la de pagarle el peaje a Fidel y obtener el pase libre y el 
carnet de izquierdista– hoy no estaría en la cárcel, sino en la casa de 
gobierno, seguramente con Vladimiro Montesinos sentado a su diestra". 
Esto fue lo que me dijo un muy respetable dirigente de izquierda 
conocido a quien le pedí que me explicara esa contradicción de no 
condenar lo que ocurre en Cuba flagrantemente y sí hacerlo en otras 
partes del mundo y no solo del mundo occidental y democrático.
Entenderlo es muy fácil me dijo: "Si apoyas a Cuba y eres fidelista, 
eres un hombre de izquierda; si no, eres de derecha y hasta fascista. Y 
si además el que te da el título es el propio Fidel, ya no hay más 
discusión".
"Ahora –agregó– hay que entender que Cuba pasa por necesidades serias, 
que los Castro no pueden ocuparse de todo, y hay que ayudarles 
económicamente, lo que en definitiva se carga al rubro solidaridad 
socialista".
"Cuanto más solidaridad, mejor la categoría de la tarjeta que se recibe: 
a Chávez, por ejemplo le debe haber tocado una platino superior y de 
lujo", finalizó su explicación con sarcasmo algo masoquista.
Source: "DANILO ARBILLA: El peaje de Fidel - Opinión - 
ElNuevoHerald.com" - 
http://www.elnuevoherald.com/2013/09/30/1577389/danilo-arbilla-el-peaje-de-fidel.html
 
 
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