Thursday, September 1, 2011 | Por Miriam Leiva
LA HABANA, Cuba, septiembre (www.cubanet.org) – "Asume Cuba la
presidencia de la Conferencia de Desarme de la ONU", fue el titular en
primera plana del diario Granma el 24 de agosto, como si se tratara de
un gran logro de la diplomacia criolla. Se citaba "un llamado a
preservar y fortalecer el grupo como garante de la paz mundial", de
Abelardo Moreno, viceministro de Relaciones Exteriores, en la sesión
inicial. También medios de prensa internacionales reportaban la noticia
con palabras de Rodolfo Reyes, diplomático acreditado en Ginebra.
Los desconocedores de los procedimientos de los organismos de Naciones
Unidas se impactaron debido al historial guerrerista del gobierno
cubano, tan solo con recordar que casi medio siglo atrás, en 1962, había
puesto a la humanidad al borde de la tercera guerra mundial, en ese caso
atómica, debido a la llamada Crisis de los Misiles o Crisis de Octubre,
superada gracias al acuerdo de Kennedy y Kruschov para retirar los
cohetes soviéticos que se emplazaban en Cuba. Sobre todo ha resultado
chocante por las reiteradas referencias de Fidel Castro a su
desencuentro con el líder de la URSS al pactarlo en contra de su
voluntad, y su determinación a disparar alguna cabeza nuclear. Entonces,
el Comandante en Jefe no aceptó una comisión de verificación de la ONU.
Eran momentos cruciales de la Guerra Fría, candentes porque el 13 de
agosto de 1961, las autoridades de la República Democrática Alemana,
creada en la zona de Alemania ocupada por la Unión Soviética después de
la II Guerra Mundial, habían construido el muro divisorio de Berlín,
para impedir la comunicación con Berlín Occidental. Téngase en cuenta
que en ese período coincidió el triunfó de la revolución cubana (1959) y
el comienzo de las hostilidades con Estados Unidos, que estuvieron a
punto de la guerra directa debido a la invasión de Bahía de Cochinos o
Playa Girón en abril de 1961.
De manera que en octubre de 1962 el foco de tensión se trasladó de
Europa hacia el territorio norteamericano por la amenaza nuclear
soviética desde la isla, sin que siquiera hubiera garantías de que Moscú
tenía el control real de las armas atómicas. Con posterioridad, como se
conoce, las autoridades cubanas fomentaron guerrillas y otras acciones
bélicas en América Latina, África y el Medio Oriente, fundamentalmente.
La población cubana ha dejado de impresionarse hace tiempo con los
rimbombantes "logros" diplomáticos del gobierno. Pero se desconoce que
la presidencia de la Conferencia de Desarme tan solo corresponde a una
rotación rutinaria, como ocurre en otros organismos internacionales. Ese
foro único de negociaciones multilaterales acerca del tema se estableció
en 1979 como resultado de la Primera Sesión Especial sobre Desarme de la
Asamblea General de la ONU, efectuada en 1978. Inicialmente, la CD
estuvo integrada por 40 países, actualmente son 65 y cada año invita a
los miembros de la ONU interesados, que no la componen, a participar en
los trabajos como observadores. Prácticamente se incluyen todos los
asuntos de control de armas y desarme.
La conferencia tiene su sede en el Palacio de las Naciones de Ginebra,
Suiza, posee sus Reglas de Procedimiento y su propia agenda, informa
anualmente y cuando se requiera a la Asamblea General de la ONU, y sus
acuerdos se adoptan por consenso, que prácticamente significan
unanimidad, por lo que alcanzarlos resulta sumamente difícil.
La sesión anual se divide en tres partes de 10, 7 y 7 semanas,
respectivamente. Su secretario general es el director general de la
Oficina de Naciones Unidas en Ginebra y representante personal del
Secretario General de la ONU, pero las sesiones son presididas por sus
miembros sobre la base de la rotación según el alfabeto en francés,
durante un período de cuatro semanas. De tal suerte, la actual
presidencia de Cuba no tiene especial connotación, a no ser por su
historial en la materia.
Las incongruencias en los organismos internacionales se aprecian
constantemente, y dificultan el avance de temas muy importantes. Muestra
de ello es la ejecutoria de la República Democrática Popular de Corea,
presidente de la CD en la sesión anterior, que continuó desarrollando
sus armas nucleares después de suscribir el Tratado de No Proliferación
del cual luego se retiró, y constituye una amenaza nuclear en el
Sudeste Asiático. Esto motivó la paralización de los trabajos de la CD
por la protesta de Canadá y otros miembros.
Entre los logros de la Conferencia de Desarme se encuentra la Convención
sobre Armas Químicas, la Convención sobre Armas Biológicas y el Tratado
de Prohibición Total de Ensayos Nucleares, pero hay estancamiento en
asuntos medulares, como el cese de la carrera armamentista y el desarme
nuclear, la prevención de la guerra nuclear y temas afines. Aunque desde
la fundación de la Organización de las Naciones Unidas en 1948 se han
logrado notables avances, todavía existen grandes peligros y se
requerirán inmensos esfuerzos para lograr un mundo realmente seguro.
http://www.cubanet.org/articulos/%c2%bfpor-que-preside-cuba-la-conferencia-de-desarme/
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