Patricia Grogg
2011-09-30•Política
En una reunión del gobierno de Cuba que dio luz verde a nuevos cambios 
para reimpulsar el desarrollo de la deprimida agroindustria azucarera, 
el presidente Raúl Castro defendió el ritmo de las reformas emprendidas 
para modernizar el modelo económico.
"No importa que muchos nos critiquen porque piensan que el 
perfeccionamiento que llevamos a cabo es lento. No por cumplir un 
cronograma vamos a precipitarnos", dijo Castro, citado ayer por el 
oficial diario Granma al informar sobre la reunión ampliada del Consejo 
de Ministros realizada el sábado pasado.
Según el periódico, el mandatario insistió en que, aunque se quisiera 
avanzar con mayor rapidez, la complejidad de los problemas actuales del 
país conduce inevitablemente a emplear más tiempo en su estudio antes de 
adoptar cualquier decisión, y así tratar de no cometer errores por 
precipitación.
Granma admitió que se trabajaba desde hace tres años en la 
reorganización del sector azucarero, otrora considerado locomotora de la 
economía, que en 2002 y 2004 fue reestructurado con el cierre de cerca 
de la mitad de sus fábricas y una drástica reducción de la cantidad de 
tierras dedicadas al cultivo de
caña.
Un repunte de los precios en los mercados internacionales a finales de 
2005 llevó al gobierno a dedicar recursos para reactivar el sector y 
aumentar las áreas sembradas. Incluso así, las zafras han sido 
inestables y la producción no han pasado de 1.2 o 1.3 millones de 
toneladas e inclusive menores algunos años.
Según el informe oficial, que no abunda en detalles, la nueva 
reorganización incluye la extinción del ministerio del Azúcar, "pues en 
la actualidad no cumple ninguna función estatal", y la creación en su 
lugar del Grupo Empresarial de la Agroindustria Azucarera.
El redimensionamiento responde a los acuerdos adoptados en abril pasado 
por el 6 Congreso del gobernante Partido Comunista de Cuba (PCC), cuya 
meta es conformar un sistema empresarial capaz de generar con sus 
exportaciones, moneda libremente convertible para financiar los gastos 
propios.
En tanto, sólo se mantendrán activos 56 de los 61 centros azucareros 
capacitados para fabricar azúcar, 46 de los cuales operarán en la zafra 
que va de diciembre a enero. Según Granma, la base productiva se 
organizará en torno a las unidades más eficientes, que se concentrarán 
en 13 empresas provinciales.
En entrevista, una fuente especializada comentó que este proceso de 
reajuste no estuvo exento de objeciones entre sectores que cuestionaban 
si existían o no condiciones para llevar a cabo los cambios, que en su 
opinión son positivos y confieren al sector mayor autonomía en la 
gestión de sus operaciones.
"Pero es importante definir si la descentralización llegará hasta las 
empresas productivas, las que siembran caña y fabrican azúcar", comentó 
el experto, que no quiso ser identificado. "Además, se supone que, al 
estar la agroindustria azucarera a cargo de un grupo empresarial, será 
más fácil gestionar inversiones extranjeras".
Hasta ahora, la inversión foránea se concentra en derivados y 
subproductos azucareros, con seis empresas mixtas y una de producción 
cooperativa. Se trata de capitales españoles, italianos, canadienses y 
mexicanos. Años atrás, algunas compañías extranjeras mostraron interés 
en invertir también en el cultivo y la producción azucarera, pero las 
negociaciones no fructificaron.
El congreso del PCC acordó continuar propiciando la participación de 
capital extranjero, como "complemento" del esfuerzo nacional, en 
aquellas actividades que sean de interés del país. En esa medida se 
buscará garantizar el acceso a tecnologías de avanzada, diversificación 
y ampliación de mercados de exportación, además del aporte financiero y 
generación de empleo.
La confirmación de los cambios en la esfera azucarera coincidió con la 
publicación el miércoles 28 del decreto 293 y varias resoluciones 
ministeriales que permitirán desde el sábado 1 de octubre la compraventa 
entre particulares de automóviles y otros medios de transporte automotor.
La nueva legislación deja sin efecto restricciones que regulaban la 
adquisición o venta de un medio de transporte automotor de fabricación 
posterior a 1959. "Ya era hora. En mi trabajo me dieron derecho a 
comprar un auto hace unos 20 años. Llegó un momento en que no podía 
asumir su mantenimiento, ni tampoco venderlo. Lo perdí", dice Marina Muñoz.
El decreto 292 fija que "la donación y compraventa de vehículos de motor 
por parte de personas naturales cubanas o extranjeras con residencia 
permanente no requiere de la previa autorización de ninguna autoridad" y 
se realizará ante notario con la presentación de la propiedad del 
automóvil y la certificación de inscripción en el Registro de Vehículos 
del ministerio del Interior.
La compra de vehículos en las entidades comercializadoras nacionales 
será otorgada por el Ministerio del Transporte una vez cada cinco años a 
personas "que hayan obtenido los ingresos en moneda libremente 
convertible o en pesos convertibles, como resultado de su trabajo, en 
funciones asignadas por el Estado o en interés de éste".
La recuperación de este derecho de propiedad, así como el de la 
compraventa de viviendas, figura entre las demandas populares más 
extendidas, recogidas en el programa de actualización del modelo 
económico. En ambos casos se requiere desmontar un enmarañado conjunto 
de prohibiciones y regulaciones.
Se prevé que la reforma a la vivienda estará lista antes de diciembre. 
El presidente Castro anunció en agosto que también se trabaja para 
flexibilizar la política migratoria, otro reclamo largamente esperado 
por la sociedad de esta isla de 11.2 millones de habitantes.
 
 
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