30-09-2011.
Elías Amor Bravo
Economista ULC
(www.miscelaneasdecuba.net).- Cualquier parecido con la realidad es pura 
coincidencia. Quienes piensen que el régimen castrista ha dado pasos 
hacia la creación de un mercado de automóviles en Cuba similar al de 
otros países de América Latina, están equivocados. Es cierto que desde 
este sábado 1 de octubre, los cubanos y los extranjeros residentes en la 
Isla van a poder comprar más de un vehículo, con independencia del año 
de fabricación. Pero poco más.
La nueva regulación establece dos formas para la transmisión de la 
propiedad de los vehículos entre personas naturales: mediante 
compraventa o donación.
En suma, una forma más de repartir lo poco que ya existe, en vez de 
crear algo nuevo que proporcione riqueza, empleo y bienestar a los 
cubanos. El supuesto más referido por las autoridades es el caso de los 
familiares de quienes, siendo dueños de un medio automotor y sin haberlo 
vendido o donado, decidan dejar el país.
A partir de una escala de prioridad para copropietarios, cónyuges e 
hijos, y demás familiares hasta el cuarto grado de consanguinidad, estos 
pueden iniciar un trámite para obtener la titularidad del bien. Y ahí es 
donde viene entrar en un camino lleno de trampas y obstáculos.
Para empezar, presentar ante la sede del MITRANS los documentos que 
certifiquen la constancia oficial de salida del país del propietario, el 
vínculo matrimonial o el parentesco con esta persona, la titularidad 
sobre el medio, así como la inscripción correspondiente en el Registro 
de Vehículos. Toda una carrera de obstáculos e incertidumbres añadidas a 
la dolorosa decisión de tener que abandonar el país.
La normativa actual exige que la compraventa del automóvil se formalice 
ante notario público, sin necesidad de autorización institucional. Es 
decir, el ciudadano libremente no podrá acudir a un concesionario de 
venta de automóviles, porque realmente no existe esa oferta todavía, y 
su adquisición se convertirá en una forma contractual similar a 
cualquier otra operación que exija fedatario público. Es cierto, no hay 
intervencionismo gubernamental, lo que hay es majadería castrista.
Si con esta medida el régimen  lo que quiere es ir cumpliendo ese 
"mandamiento del buen revolucionario" que son los llamados 
"lineamientos", que sepan que una economía moderna no se crea a golpe de 
decretos y normas, sino apoyando la libre empresa, la propiedad privada 
y el libre mercado, condiciones de entorno que están muy alejadas de la 
burocracia castrista.
La presentación en notaria de la titularidad del medio de transporte es 
la condición para legalizar la transmisión de la propiedad del vehículo.
En suma, el régimen desconfía de sus ciudadanos, y los convierte, en la 
práctica, en delincuentes dispuestos a vulnerar las normas para lo que 
es precisa la actuación de fedatarios públicos. Y ahí viene lo mejor, 
para acreditar la propiedad del vehículo que se pretende transmitir hay 
que presentar ante el notario, una pléyade de documentos, cada cual más 
irreal y absurdo, entre otros, contrato de venta en entidades 
comercializadoras, sentencia judicial, escritura pública en caso de 
herencia.
Lo mejor es la fijación del precio, del que se excluye la figura del 
tasador y que se establece por acuerdo de las partes, declarándose el 
valor ante notario en pesos cubanos. El notario tiene delante una "tabla 
de valores referenciales mínimos por clase y antigüedad de vehículos" 
que debe utilizar para aquellos casos en que los precios acordados sean 
claramente inferiores.
El régimen no sólo quiere que el fedatario público actúe para dejar 
constancia del valor de la inversión en caso de eventuales reclamaciones 
o la demostración de la legalidad del pago sino que también se convierta 
en un elemento determinante del proceso de valoración de la operación. 
Sin duda, mucha preocupación de las autoridades hacia la libre acción de 
los ciudadanos.
Eso sí, de los impuestos nadie se olvida. Y ahí viene lo mejor. Un 4% 
que paga el nuevo propietario por el impuesto de transmisiones y otro 4% 
del vendedor a cuenta del impuesto de ingresos personales. Se recauda 
por los dos lados de la operación.
Y la base sobre la que se calcula el primero de los impuestos, se 
incrementa en un 50% por cada vehículo que posea quién compra o recibe 
la donación, penalizando así la acumulación de automóviles por parte de 
determinadas personas o entidades. Pensemos en el caso más desfavorable 
de la familia con muchos miembros. A lo mejor es que no hay suficientes 
plazas de aparcamiento en la Isla.
La incorporación de esta nueva normativa sólo se refiere como ya se ha 
indicado a las operaciones de transmisiones y donaciones de vehículos, 
que hasta ahora se venían realizando por vías no formales. El problema 
fundamental, que es la compra de automóviles, se mantiene igual, ya que 
los procesos de adquisición en entidades comercializadoras mantienen las 
mismas regulaciones existentes y las dificultades para el desarrollo del 
sector.
En este nuevo proceso establecido por los "lineamientos" para la 
transmisión de vehículos en Cuba, sorprende el papel y el protagonismo 
que el régimen ha otorgado a las notarías, que se verán obligadas a 
cooperar estrechamente con el ministerio de transportes en todo el 
proceso. La actividad notarial en Cuba sufrió graves transformaciones 
con los cambios introducidos en los primeros momentos de la fiebre 
"revolucionaria", con la quema de instalaciones y la destrucción de 
buena parte de dicho patrimonio documental.
Que los notarios del régimen vuelvan a ocupar un papel central en el 
funcionamiento de una actividad se podría interpretar como una buena 
noticia, si no fuera porque van a actuar como correa de transmisión del 
poder, en vez de desempeñar ese papel de fedatarios cualificados de la 
acción entre particulares en una sociedad libre.
Las autoridades esperan grandes objetivos de esta nueva regulación. Es 
difícil determinar de dónde puede surgir tanto optimismo. A no ser que 
cuenten con que una parte de la corriente de remesas se canalice hacia 
este tipo de operaciones, y con ello, recaudar más. Del régimen 
castrista podemos esperar cualquier cosa en asuntos económicos.
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=33781
 
 
No comments:
Post a Comment