Thursday, September 1, 2011 | Por Juan Carlos Linares Balmaseda
LA HABANA, Cuba, septiembre (www.cubanet.org) – Cualquiera con acceso al
último número de la revista semanal Bohemia de diciembre de 1956, puede
leer en un reportaje lo que sería tres años después el tan traqueteado e
inflado desembarco del yate Granma. De los 82 invasores que
desembarcaron, en un primer encuentro con el ejército, 6 resultaron
muertos: Juan Manuel Márquez, Félix Elmuza Agaisse, Santiago Liberato
Hirtzel, Luis Arcos Bergnes, Armando Mestre y Andrés Luján Vázquez.
Desde antes de su instauración, el 1ro de enero de 1959, ya el régimen
fidelista venía fabricando mitos, dándose un aura heroica que no le
correspondía. Pero en la mitología fidelista nunca se menciona que al
menos 24 de los invasores del Granma se acogieron a la tregua militar y
se rindieron. Luego harían declaraciones a Bohemia y a otros medios de
prensa. No parecía existir censura gubernamental bajo la anterior
dictadura. Tampoco se habla sobre las garantías ofrecidas por la ley a
los reclusos y sus abogados.
José Ponce Díaz declaró que el mayor de los Castro (Fidel) le disparó
por la espalda, aunque sin lograr herirlo de gravedad, cuando le propuso
rendirse. Mientras, Montané Oropesa manifestaba: "Me convencí de que no
estaban creadas las condiciones para la insurrección".
El resto de los detenidos, enviados a la cárcel, fueron: Mario Fuentes
Alfonso, César Gómez Hernández, Manuel Echevarria, Alfonso Guillén
Celaya, César Gómez Hernández, Francisco Chicola, José R. Alfonso,
Arnaldo Pérez Rodríguez, José Fernández Fuentes, Carlos Trevín,
Heriberto González, Enrique López, Norberto Abilio Collado, Mario Oliver
Hidalgo Barros, Roberto Roque Núñez, Jaime Costa Chávez, Antonio Tabío
López García, Pablo Hurtado, Enrique Cabrera, Norberto Godoy y Ladislao
Pino.
Otra parte del grupo que pudo huir, desertando de la misión, y quién
sabe cuántos de los autoproclamados "héroes" , corrieron pensando en
protegerse en embajadas o en consulados latinoamericanos, que por
entonces ofrecían asilo político.
Lo que se pone en duda hoy no es ni siquiera que fueran "vilmente
asesinados", según la confusa mitología fidelista, sino quién los
asesinó apretando el gatillo: si los esbirros de aquel ejército, o los
que meses más tarde los sustituyeron en el poder.
http://www.cubanet.org/articulos/el-mito-del-desembarco-del-granma/
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