Cuba y su agencia libre de fantasía
By FERNANDO VILA
Especial para El Nuevo Herald
La noticia dada por el reconocido periodista Enrique Rojas del sitio 
ESPNdeportes.com sobre la intención de que los peloteros cubanos jueguen 
en Grandes Ligas tiene espacio abierto para el debate.
Hay varias cosas que lucen irreales en el supuesto deseo del gobierno 
cubano de dejar que los peloteros jueguen como profesionales, 
supervisados desde la isla.
Para empezar: dejar que los jugadores salgan de Cuba para participar 
libremente en ligas profesionales es totalmente imaginario en la 
situación actual, un por ciento de ellos no regresaría a la isla y eso 
es algo negativo para la imagen del gobierno cubano.
¿Qué seguridad tendría Cuba de que cuando esos peloteros sean libres, 
millonarios y puedan abrir los ojos a la realidad, decidan regresar a la 
isla?
Es cierto que muchos regresan por la familia y esa es una razón de peso, 
pero, con el dinero que ganan, bien pudieran tratar de sacar a sus 
familiares como ha pasado antes, y eso es un riesgo que las autoridades 
cubanas no van a correr.
¿Disponibilidad para jugar en los equipos Cuba para los eventos 
internacionales? Esto sólo da risa, esos torneos internacionales 
coinciden en muchas ocasiones con el calendario de las Grandes Ligas o 
de la Liga de Japón, eso es totalmente absurdo, ningún equipo va a 
perder los servicios de un pelotero por un determinado evento internacional.
Por otra parte, el obligar a que estos peloteros sean representados sólo 
por Cuba-Deportes está totalmente en contra de las leyes de Estados 
Unidos, donde un jugador tiene el derecho de escoger por quién es 
representado y no puede ser tratado como un objeto, es decir, propiedad 
de nadie en particular.
Sobre la posibilidad de jugar en otros países: si los gobernantes de la 
isla lo quisieran, hace rato que hubieran comenzado a incursionar en la 
Liga Profesional de Venezuela, país con el que tienen muchísimos 
contactos de todo tipo.
Otro punto complicado de esta idea es el ofrecer el 40 por ciento del 
pago al gobierno cubano, lo cual es algo extremadamente alto. ¿Cuántos 
peloteros estarán dispuestos a desprenderse de esa alta suma de dinero, 
a cambio de tener el derecho de regresar a su país?
Otro escollo grande es el embargo norteamericano que evita que el 
gobierno cubano reciba parte del dinero de los contratos de los 
peloteros cubanos.
Sobre lo de esperar ocho años para tener el derecho de firmar. ¿Cuántos 
peloteros cubanos han podido tener una carrera duradera en las Mayores 
después del desgaste que implica jugar en la Serie Nacional por ocho 
temporadas. ¿Estarán dispuestas las organizaciones de las Grandes Ligas 
a esperar ese tiempo para firmar a un jugador o preferirán que escape 
antes y así poderlo firmar temprano?
Hacer que los jugadores firmen un contrato bajo estas condiciones es una 
fantasía y es algo que en un país de leyes como este no va a ser 
posible, lo que necesita Cuba es acabar de ser un país libre para que 
cada pelotero escoja su propio destino libremente.
http://www.elnuevoherald.com/2010/09/29/811169/cuba-y-su-agencia-libre-de-fantasia.html
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