Francisco Rivero Valera
En Venezuela viven 28.000 cooperantes cubanos de la misión Barrio
Adentro. Y se esperan para finales de octubre 4.000 más; y 3.000
venezolanos estudiantes de Medicina en Cuba, según el ministro
Rotandoro. Pero, cuántos cubanos enviados por Fidel viven en Venezuela?.
Respuesta: "sabrá Dios", Fidel y el Innombrable.
Esta avalancha de cooperantes cubanos en el sector salud debe
preocuparnos, no tanto por la absurda tolerancia de la Federación Medica
Venezolana, sino por "el idioma" o, mejor dicho, por los americanismos
que utilizan los cubanos en su comunicación diaria. Por ejemplo, no es
lo mismo decir niño en criollo que vejigo en cubano. O diarrea que
chiflido o mujer multípara o paridora, que curiela. Y qué tal este otro:
embalado, a la persona nerviosa o bajo efectos de drogas. Y este:
fachao, muerto de hambre. Pero este otro seria el colmo para el médico o
el enfermo venezolano: "la curiela está embalada porque el vejigo esta
fachao y chiflido". Es como para una consulta urgente con el diccionario.
Ante esta dialéctica tan "papiamentosa", nuestro sapientísimo gobierno
debería de comenzar emitiendo el enésimo decreto para obligar a los
venezolanos a estudiar o memorizar los americanismos de esos cooperantes
cubanos pero, no únicamente en términos médicos o de salud, sino en
cultura general, incluyendo la terminología política. De esa manera, se
le puede decir "tu tío" al Innombrable, como a Fidel. O comecandela al
comunista, o guanajo y guacamaco al tonto o pendejo; o cederista al
miembro del comité de defensa de la revolución; o chavetear, cortar con
cuchilla. Y entonces entenderemos cuando nos digan: "el tío va a
chavetear al guanajo que no sea comecandela o cederista; perdón, del
PSUV". Y a correr.
Existen otros americanismos cubanos que son importantes. Por ejemplo,
reyoya es el patriota que no pierde sus orígenes; ñao es miedo; fiñe es
la persona infantil; farruco es impertinente; barretin es problema, y
otros más. Por lo tanto, es bueno "estar mosca" cuando el Gobierno diga
de la oposición: "no son reyoyas sino fiñes farrucos con ñao. Ese es su
barretin".
Si las cosas continúan de esa manera, los venezolanos cambiarán
progresivamente su cultura por la cubana porque este gobierno comunista
considera que todo lo de Cuba es "mejol", hasta las comidas. Por
ejemplo, un desayuno a la cubana únicamente con chatino o sea un trozo
de plátano verde machacado y frito, seria mejor que una pizca andina con
arepa, café y queso ahumado. O un almuerzo con congrí o sea arroz con
frijoles en Cuba, sería más adecuado "al proceso revolucionario" que un
pabellón criollo venezolano.
Pero, otro especto interesante de esa avalancha cubana, y sobre el cual
no dicen "ni pío" los organismos oficiales, es sobre la fuga de cubanos
hacia Colombia y el imperio, reportado por algunas Organizaciones No
Gubernamentales en más de 1.000 deserciones hasta hoy. ¿Y eso qué
significa? ¿Sería que a esos cooperantes no les gustó la "dolce vita" o
las comidas ofrecidas por el Gobierno de este país? Respuesta: la
libertad está primero.
En pocas palabras, como este gobierno nos esta llevando lentamente a la
cubanizacion, urge despertar a los venezolanos auténticos antes de que
terminemos bailando guaguancó y alabando este desmadre del Innombrable
con el cubanismo: "qué cosa ma' grande, caballero". Eso se llama "pa'
que vos veáis", en Maracaibo.
Enésimo decreto: hablar cubano - Opinión - EL UNIVERSAL (9 October 2009)
http://caracas.eluniversal.com/2009/10/09/opi_art_enesimo-decreto:-hab_09A2866851.shtml
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