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Sunday, June 22, 2008

Valoración del caso Elián

Publicado el sábado 21 de junio del 2008

Valoración del caso Elián
OSCAR PEÑA

Valorando la estancia del niño balsero Elián González en Miami ayer, y
la de hoy en Cuba podemos y debemos llegar a la valiente conclusión de
admitir una verdad lamentable e irrefutable: el niño fue, y ha sido en
las dos partes, una víctima histórica de enfrentamientos políticos.

Dentro de Cuba y fuera de ella como exiliado he tratado de ser un
ciudadano cubano, un activista de derechos humanos, un opositor,
disidente, un llamado ''contrarrevolucionario'' o miembro de la ''mafia
cubana'' consecuente, como esos jueces imparciales que requieren las
sociedades para abordar cualquier tema o caso con justicia, humanismo,
crédito, y valor. Por supuesto no están los jueces, no lo está nadie y
no lo estoy yo exento de cometer injusticias, errores y la emisión de
equivocadas expresiones. Se trata de seres humanos. Es importante todas
las mañanas al vernos ante el espejo sentir que usted respeta esa imagen
suya. Respetarse uno mismo es el principio del respeto al prójimo.

En aquella comprensible efervescencia de Miami con el niño Elián formé
parte de los muy pocos cubanos exiliados que salieron públicamente a
exponer que si la madre del niño murió y el padre estaba vivo y no tenía
antecedentes penales o historial que pudiera poner en peligro la vida de
su hijo, ese padre tenía el sagrado derecho al niño y se le debía
entregar. Incluso para más garantía sus abuelos maternos y paternos
estaban en Cuba también esperándolo. Sin embargo, las dañinas pasiones y
el pensar que de esa forma se hería al dictador cubano, llevó al exilio
cubano a cometer uno de los más graves errores de su historia. Lamento
mucho no haber sido capaz de persuadir a mis compatriotas exiliados del
craso error que estábamos cometiendo. No querían oír razones.

Alguien afirmó un día con excesiva demagogia para ganar aplausos que los
pueblos nunca se equivocan. Sobran penosos ejemplos mundiales de todo lo
contrario. Nuestro Miami cubano con el caso Elián se equivocó y nos
autoherimos políticamente. Si el largo régimen de Fidel Castro en toda
su existencia siempre se ha caracterizado por dividir a la familia
cubana, ¿qué debieron hacer sus adversarios exiliados con el niño Elián?
Todo lo adverso. La decisión sabia, la mejor lección de humanidad y de
publicidad política que debió tomar el liderazgo y el pueblo del exilio
era: ''Mira, papá, el exilio cubano no es como el régimen de Fidel
Castro, nosotros no dividimos familias. Te entregamos al niño''. Con la
amplia divulgación mundial que alcanzó ese episodio perdimos una
oportunidad única y especial de apuntarnos una contundente victoria
moral y de crédito político ante el mundo.

Fue la pasión, terquedad, falta de visión política y el miedo al muchas
veces maléfico contrapunteo que alimenta la prensa, lo que provocó que
la mayoría del liderazgo del exilio cubano no supiera guiar y facilitar
la entrega del niño a su padre, justificando con el atrincheramiento las
acciones que tuvieron que tomar las autoridades de Estados Unidos. Se le
regaló a Fidel Castro una fácil victoria política. Muchas veces en estos
casi 50 años sus contrarios han sido inexplicablemente sus mejores aliados.

Después el régimen de La Habana --la otra parte del drama Elián-- ha
hecho una pachanga nacional permanente, cogiendo al niño y al padre para
el más vulgar trajín político. Lo que debió ser un justo y normal
regreso de un infante a su seno familiar se ha convertido en Cuba en un
circo nacional, exhibiendo a hijo y padre en todas la tribunas
nacionales. La familia González de Cárdenas y todo nuestro pueblo de
allá y de aquí han estado atrapados por las ciegas pasiones y las malas
acciones políticas de ambos lados. En Cuba hasta le borraron a Elián el
nombre de su mamá. Ahora la última maniobra política de La Habana es
obsequiarle al jovencito el carné de militante comunista. Ojalá mañana
este joven sepa digerir bien estos penosos fenómenos.

http://www.elnuevoherald.com/opinion/story/230663.html

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