DEMOCRÁTICOS EN LA ISLA
2008-06-30.
Osvaldo Alfonso Valdés, Ex Prisionero de Conciencia de la Causa de los
75 y Analista Político de Misceláneas de Cuba
Las relaciones entre la más larga y peor dictadura de América Latina y 
la Europa democrática y libre, ahora han vuelto formalmente a la 
normalidad. Los cubanos siguen siendo el único pueblo del hemisferio 
occidental que no viven en un Estado de Derecho, las libertades 
fundamentales siguen sistemáticamente violadas, Cuba cuenta también con 
el mayor número de periodistas en la cárcel de occidente y el número de 
presos políticos y de conciencia también es el más alto.
Luego de casi medio siglo en el poder, el anciano dictador delega el 
poder en su hermano, y un parlamento integrado por miembros de un solo 
partido lo ratifica como Jefe de Estado. El "nuevo" gobernante se hace 
acompañar en los más importantes cargos del estado, por los más 
retrógrados y envejecidos miembros del "antiguo" gobierno.
Como novedad anuncia ciertas medidas que rápidamente tienen mucho eco y 
repercusión en el resto del mundo. Ahora los cubanos tienen el derecho a 
comprar un móvil, hospedarse en un hotel, comprar una computadora o un 
equipo microondas; aunque la posibilidad real para la gran mayoría sea 
remota pues los precios de estos artículos y servicios son decenas de 
veces más que el salario promedio de un trabajador.
La oposición democrática, que en las más difíciles condiciones lucha 
pacíficamente por cambios hacia la democracia en la isla, día tras día 
denuncia los atropellos, las agresiones, las amenazas, los maltratos en 
las cárceles a los presos políticos. Las Damas de Blanco, mujeres 
familiares de presos políticos, que reclaman del modo más pacífico la 
libertad de sus seres queridos injustamente encarcelados, son 
maltratadas y vejadas.
El régimen, como ha sido su práctica habitual, niega a varios activistas 
el permiso de salida para particicipar en eventos internacionales y 
varios ex presos políticos con visado para emigrar del país se les sigue 
negando el derecho a hacerlo y continúan amenazados con ser regresados a 
las cárceles.
La lógica interrogante ante esto sería el que cómo es posible entonces 
que los 27 estados integrantes del mayor bloque de países democráticos 
del mundo decidan eliminar las medidas que les fueron impuestas a una 
dictadura que sigue cometiendo las mismas violaciones de los derechos 
humanos.
La respuesta es que la dictadura tiene un buen amigo entre ese grupo de 
estados. Se trata de la España gobernada por un gobierno socialista que 
tiene excelentes relaciones con el régimen tiránico de Cuba y que con 
mucho esmero llegó a convencer a la mayoría de los estados de la Unión 
Europea de que en la isla, a pesar de lo que dice la oposición 
democrática y, más que todo, la misma realidad, las cosas están mejorando.
No es casual, por supuesto, que sea el país que en este grupo de estados 
tiene los mayores intereses económicos, las mayores inversiones. 
Precisamente en el principal sector de la economía de la isla y cuyos 
empresarios, juntos con el Gobierno, participa en la explotación de esos 
trabajadores que son privados de sus salarios para que el dinero pase a 
las arcas del régimen que no los emplea en mejorar las condiciones de 
vida del pueblo y que sigue teniendo el más sofisticado aparato 
represivo del continente.
Y como si fuera para demostrar que ellos saben que el origen del 
levantamiento de las medidas que les fueron impuestas, no fueron la 
mejoría de la situación de derechos humanos y la disminución de la 
represión, justo en los días previos y posteriores a este hecho se han 
producido en diferentes partes del país actos de atropellos y maltratos 
incluso físicos contra los disidentes. Ejemplos sobran:
Las múltiples ocasiones en que el opositor pacíficos Jorge Luis García 
Pérez (Antúnes) ha sido arrestado justo en estos días; la forma brutal 
en que fueron desalojadas de un parque en La Habana varias Damas de 
Blanco, el arresto en Matanzas y en la capital de decenas de disidentes 
que se proponían participar en actividades pacíficas.
Paro todos los que deseen escucharlo está bien accesible en la red el 
testimonio grabado de cómo el preso político y de conciencia José Daniel 
Ferrer fue golpeado cuando denunciaba desde la cárcel los maltratos a 
que son sometidos los presos de conciencia.
Los ejemplos podrían ser muchos más. Como ya sabemos, esto no ha 
importado. La Unión Europea, normaliza las relaciones con la dictadura. 
Como contraste, pudiéramos citar otro pronunciamiento bien reciente de 
los estados europeos. Se trata de la justa condena y el rechazo al 
resultado de las elecciones en Zimbabwe, los cuales son considerados un 
fraude y declaran que las consideran ilegítimas.
¿Por qué dos modos diferentes de reaccionar ante dos regímenes 
igualmente antidemocráticos y violadores de derechos humanos que por 
demás son aliados entre sí y se respaldan mutuamente? La respuesta 
podría ser que el régimen de Harare no cuenta con un amigo en el seno de 
la Unión Europea como sí lo tiene La Habana.
Sin embargo, la dictadura cubana no debe sentirse muy satisfecha por el 
levantamiento de esta medidas, pues a pesar de los esfuerzos para 
evitarlo que desplegó la diplomacia española, en el texto divulgado por 
la Comisión Europea existen varios puntos que fueron introducidos 
gracias a la postura de países como Suecia y la República Checa, en los 
cuales se les pide a la dictadura libertad para los presos políticos, 
que se continúe con medidas de mayor apertura y se declara que las 
delegaciones de alto nivel que visiten la isla deberán tener encuentros 
con representantes de la oposición democrática.
Dentro de un año nuevamente los 27 se volverán a reunir para evaluar los 
efectos positivos de su política en los cambios democráticos, que según 
la llamada Posición Común, es el fin que persigue la Unión Europea en 
sus relaciones con Cuba.
Esto significa, que a un año vista la isla deberá ser un país con menos 
represión, más tolerancia con los luchadores demócratas pacíficos y 
menos presos políticos. De lo contrario, la política de la Unión 
Europea, como han señalado los representantes de los sectores más 
amplios de la oposición dentro y fuera de Cuba, tampoco habrá dado 
resultado. Deseamos que esta vez sea diferente. Lo que queremos, es la 
democracia y la libertad verdaderas para nuestra patria.
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=16010
 
 
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