SALUD PUBLICA
¡Dengue!
Juan González Febles
LA HABANA, Cuba - Septiembre (www.cubanet.org) - Una actividad febril
que se extiende desde la base hasta sus más altos niveles de dirección,
tiene como centro al Ministerio de Salud Pública cubano. Se trata de
sofocar la epidemia de dengue que se ha extendido de forma sorpresiva
por todo lo largo de la geografía insular.
La crema y nata de la investigación científica-biológica y médica del
país en los llamados polos científicos participan en una forma u otra,
del empeño para vencer la epidemia. Según fuentes del Ministerio de
Salud castrista que prefirieron el anonimato, las víctimas fatales suman
ya decenas, sólo en el perímetro capitalino.
También en la capital, se han habilitado los hospitales Covadonga,
Dependientes y el Hospital Clínico Quirúrgico Miguel Enríquez, entre
otros, para el ingreso inmediato de los casos infectados que se
detecten. Se conoció que miembros de los Comités de Defensa de la
Revolución (CDR) visitan casa por casa, para investigar si alguien
enfermó de repente con fiebres. Los casos reportados son ingresados para
observación y tratamiento emergente, de resultar positivo el análisis.
La campaña comprende inspecciones periódicas casa por casa y fumigación
con mochileros de infantería, medios motorizados e incluso aviación.
La fuente de Salud Pública que optó por permanecer anónima se refirió a
la responsabilidad del gobierno de Fidel y Raúl Castro en relación con
la epidemia.
Una vez más -y siempre según la fuente- la agenda política del régimen
cobra víctimas entre la población civil. El secretismo y el inveterado
hábito de ocultar información vital han sido la causa de la mayoría de
las víctimas fatales. Muchos de los fallecidos murieron en la ignorancia
de que sufrían dengue. Atribuyeron el malestar que sintieron a un
catarro o a un "andancio" y esta confianza, les mató.
El dengue es endémico del África y de zonas selváticas de América del
Sur. Allá a finales de los 70, se manifestó por primera vez el dengue en
Cuba. En aquel momento de Guerra Fría, el régimen de Fidel y Raúl
Castro, culpó a los Estados Unidos y a la Agencia Central de
Inteligencia (CIA) de ese país, de introducir la epidemia en Cuba.
Como entre cielo y tierra nada permanece oculto por siempre, años
después se supo que el equipaje y la desilusión de muchos soldados
expedicionarios cubanos, de regreso de aventuras guerreras en África,
trajeron a Cuba terribles epidemias. Entre estas, el SIDA, algunas
variantes de fiebres hemorrágicas, y el dengue.
El dengue, también llamada fiebre quebrantahuesos o rompehuesos, es una
enfermedad infecciosa tropical causada por un virus. Es trasmitida por
un mosquito, del tipo Aedes (generalmente Aedes aegypti). En muchas
ocasiones la infección con virus de dengue es asintomática. En otras la
enfermedad cursa con fiebre alta, fuerte dolor de cabeza, dolor en las
articulaciones, músculos, en los ojos y erupción en la piel.
No existe un tratamiento específico para esta enfermedad; sin embargo,
un cuidado clínico adecuado puede reducir la mortalidad a menos de 1%.
La aparición de la epidemia en Cuba responde a la entrada sin requisitos
de cuarentena ni control epidemiológico de ciudadanos sudamericanos
(Bolivia, Paraguay, Venezuela, Ecuador, Perú, etc.). Estos ciudadanos
son portadores asintomáticos de la enfermedad en muchos casos. Como
sucedió en su momento con africanos y haitianos con el VIH-SIDA.
Finalmente la fuente afirmó que las medidas a implementar con urgencia
serían la declaración de una cuarentena, el cierre de las fronteras y el
saneamiento a fondo de la Isla. Por supuesto, para el régimen de Fidel y
Raúl Castro, la salud del pueblo de Cuba pesa menos que los intereses de
la agenda política que promueve. Es por esto que la epidemia en la Isla
ha estado cubierta con un manto de secretividad.
Curioso es que la prensa extranjera acreditada no haya dado relieve a la
aparición de la epidemia de dengue en Cuba. Muy curioso además que las
legaciones diplomáticas en La Habana tampoco hayan informado de forma
exhaustiva sobre la epidemia. Esto podrían haberlo hecho para proteger a
sus ciudadanos de una situación epidemiológica encubierta por motivos
políticos por el régimen de La Habana.
Tanto la aparición de la epidemia en los años 70 del pasado siglo como
esta reciente reaparición fueron consecuencia del carácter irresponsable
del régimen de Fidel y Raúl Castro. La primera como secuela de las
guerras africanas de Fidel Castro, la segunda de su política populista
volcada en América Latina.
La actual epidemia, es el "Milagro" real que le toca al pueblo de Cuba.
Una forma de retribución llegada desde las selvas bolivianas, Los
Cerritos de Venezuela y ese Chaco tan bien descrito por Horacio Quiroga.
Un buen preámbulo para el Show anti norteamericano de Los No Alineados a
celebrarse en La Habana el próximo 11 de septiembre, excelente efeméride
para nuevos horrores, entre otras cosas.
jgonzafeb@yahoo.com
http://www.cubanet.org/CNews/y06/sep06/08a4.htm
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