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Sunday, May 07, 2006

Luchando Contra Enemigos y Traidores

Luchando Contra Enemigos y Traidores
2006-05-05 Nueva Prensa Libre

En esta Tercera Guerra Mundial que vivimos, aunque muchos no se den por
aludidos, la lucha se hace más dura para los países que preservan el
bienestar político y económico de sus pueblos. Fundamentalismo contra
libertad y totalitarismo comunista contra democracia, son los factores
que pugnan. Pero el futuro como siempre será de la libertad y la democracia.

Los enemigos quieren hacer retroceder la historia, quieren someternos al
calvario de una moderna esclavitud disfrazada con religión islámica y/o
discursos engañosos de distribución equitativa con una filosofía
marxista-leninista fracasada que ha dejado más víctimas y traumas que
las dos anteriores guerras.

Los países que han logrado solidificar su economía gracias al reinado de
la Libertad y al Estado de Derecho, están ahora confrontando crisis con
la inmigración desde países que no han podido consolidar estos valores;
entre otras cosas, por las avisadas y sorpresivas dictaduras y las
constantes guerras civiles; por el ambiente de inestabilidad que
ahuyenta a los inversionistas, por la corrupción y el desvió de recursos
que han aumentado la pobreza y el odio de los que nada poseen, de los
que no tienen nada que perder más que la propia vida en la arriesgada
contienda milenaria de buscar nuevas fronteras, suelo propicio para los
apetitos reprimidos. Europa y Norteamérica son los destinos principales
para los que buscan también libertad y prosperidad. Y contra Europa y
Norteamérica, contra sus valores, contra la civilización occidental, se
ha desatado la guerra.

Estamos en una guerra difícil de ganar cuando también luchamos contra
traidores y contra provocadores que aprovechan los desastres para llevar
adelante sus perversos planes, esos que siempre están velando las
oportunidades para hacer leñas del árbol caído, esos belicosos
antibelicistas, esos hijos desagradecidos que cosechan el fruto que no
cultivaron al tiempo que atacan la moral y la estructura de su sistema
productivo.

No olvidemos que los anarquistas y socialistas de antaño enarbolaron sus
mismas banderas en la “Europa iracunda” y en los Estados Unidos. Como
dijo José Martí: Alos que no han respirado desde su niñez el aire sano
de los pueblos libres, [...] con el conocimiento indigesto de teorías
sociales en que la fantasía generosa, o cierto callado despotismo
deslucen los más brillantes planes, esos ansiosos de echar afuera su
persona comprimida [...] apremian a los obreros norteamericanos o a los
que se han hecho ya a los hábitos libres del país para que intenten por
recursos violentos, como los únicos eficaces…”

Recuérdese que Martí había vivido los sucesos de Chicago. En mayo de
1886 se hizo sentir la combatividad de los obreros norteamericanos
organizados. Existía la American Federation of Labor que convocaba a
huelgas generales para exigir mejoras salariales y una jornada de 8
horas de trabajo. Los socialistas y anarquistas aprovecharon la
coyuntura y se lanzaron a la violencia y al crimen para desestabilizar
la nación con un saldo de muertos y heridos. Hubo represión. Cuatro
anarquistas fueron ahorcados al ser condenados por un tribunal que los
declaró culpables de asesinar a unos policías con una bomba. Pero años
después en París, en el Congreso Internacional de Trabajadores, se
acordó que el 1ro. de Mayo fuera una fecha de celebración mundial de los
trabajadores. Pero celebrar el 1ro. de Mayo hoy día, es celebrar la
violencia, porque ésta es la fecha predilecta de los izquierdistas
comunistas para formar sus revueltas. Martí en brillantes crónicas
criticó duramente estos actos y llamó a la reflexión y a los métodos
pacíficos a la hora de exigir derechos en países democráticos donde se
permite la libre expresión y asociación. Los comunistas escogieron esta
fecha deliberadamente para sus expresiones extremistas y los pacifistas
de todo el mundo no debemos dejarnos provocar.

Las noticias de las celebraciones del 1ro. de Mayo en Alemania, Francia
y otros países han estado marcadas este año por la violencia de la
extrema izquierda, por esos individuos que tiran piedras a los policías,
queman y destruyen para descargar su odio contra la democracia donde
muchas veces pagan culpas los inocentes que fueron convocados y
asistieron como tontos útiles a las marchas, sin sospechar siquiera el
ardid de los provocadores, de esos terroristas agazapados bajo la libre
expresión que estos países profesan, de esos Bin Laden menores por tener
menores recursos destructivos para sembrar desastre y muerte.

Y ésta fue la fecha escogida por los líderes de los inmigrantes
indocumentados para hacer sus reclamos motivados por las discusiones de
las reformas migratorias en los Estados Unidos. Tamaña ironía y
confusión. No nos cabe duda que detrás de todo están los izquierdistas y
sus malignas intenciones ya mostradas desde las primeras
manifestaciones. Hemos vistos banderas rojas y consignas esteriotipadas
que nada tienen que ver con la inmigración, hemos visto grandes
pancartas y camisetas con la cara del Che, ese terrorista argentino que
tanto daño le hizo a Cuba y a América con sus ejecuciones personales y
sus extemporáneas y sangrientas guerrillas.

Las intenciones de muchos inmigrantes son buenas, pero las acciones que
utilizaron algunos son muy malas. Afortunadamente hubo divisiones y no
hubo incidentes violentos que lamentar como en otros países, sólo el
“daño económico” que ocasionaron. Pero las organizaciones pro
inmigrantes y pro derechos humanos que convocaron el boicot para crear
una crisis en el país deben ser analizadas cuidadosamente, pues detrás
de éstas se enmascaran individuos o grupos pro izquierda comunista
cargados de odio y venganza que critican para destruir la sociedad que
les da cobija. No es posible que sean miradas con diferencias estas
marchas ni por el Congreso ni por el pueblo norteamericano y el
resultado puede ser contraproducente para los inmigrantes por las
desmedidas exigencias que ponen en peligro la estabilidad del país que
se reclama como morada, de este país formado por inmigrantes del que
José Martí desde hace más de un siglo definió lleno de admiración en
diferentes escritos como: “...el país más libre de la tierra“, “a pesar
de su rudeza, la casa hospitalaria de los oprimidos“, “la morada misma
de la libertad“, “la más grande de cuanto erigió jamás la libertad“.

Si queremos paz, república y democracia en estas tierras, es muy bueno
que desde los comienzos de nuestra nueva vida seamos agradecidos por ser
ésta la más grande virtud del hombre, y que enseñemos a quienes no lo
son las apropiadas reglas y lecciones para que lo sean. En casa ajena no
se exigen derechos, ni se hacen boicots para que nos acepten y nos dejen
disfrutar del bienestar que otros con dignidad, amor y sacrificio han
logrado. En casa ajena se dice “Please, por favor, yo amo la bondad de
tu hogar y traigo mi voluntad y el suficiente amor para crecer y hacer
crecer éste, nuestro amado hogar, con mi trabajo“.

Respetemos los valores de la nación que nos da abrigo. Respetemos sus
leyes, su himno, sus símbolos. Hagámonos merecedores de su bondad.
Digámosle no a los provocadores, a los comunistas agazapados, a los
extremistas refugiados, a los terroristas, a los envidiosos de la
fortuna ajena, a los desagradecidos, a los que quieren destruir este
árbol que nos da sombra y frutos. Esta Tercera Guerra Mundial es muy
dura y ya se nos vuelve demasiado y se nos hace más difícil la victoria,
porque estamos luchando contra enemigos y traidores donde son más los
traidores que los enemigos.

Nueva Prensa Libre, el periódico trilingüe de Canadá. Volumen III, No. 54
Distribuido en las principales ciudades de Canadá

Visite www.nuevaprensalibre.com para ver números anteriores.

http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=5352

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