Los Comunistas Pueden Tambien Corromperse

Los Comunistas Pueden También Corromperse
2006-05-09

La expulsión de Juan Carlos Robinson Agramonte del Buró Político y del
Comité Central del Partido Comunista de Cuba, para algunos, cayó como
una bomba debido al supuesto prestigio que ostentaba. Para otros, los
que le es indiferente qué suceda en el Gobierno, no le han dado importancia.

En el panorama político cubano, máxime si se trata (o trate) de
personajes pertenecientes a la cúpula del Partido, sólo se tiene
noticias de ellos, cuando acontece un suceso como el que anotamos
anteriormente.

Estos miembros viven otra vida. Sus actos no trascienden a la población.
Poco se conoce del hermetismo a que están sometidos. Son figuras
apartadas, selectas, desprovistas de los reflejos propios conque uno
pudiera conocer al que vive al lado de nuestra casa.

El régimen de Fidel Castro siempre ha mantenido esa postura. No es por
el arduo trabajo a realizar. No. Es que en cierto sentido, los apartan o
se apartan del ciudadano común. Y cuando aparecen, por ejemplo en la
pantalla chica, es porque inauguran una obra social, o asisten a un
congreso de los tantos que se celebran en el país.

Por supuesto, descartamos sus vidas privadas que no deben ser tan
inmaculadas como nos hacen ver. Pero bueno, eso no es asunto nuestro.
Pero que ahora, en plena Batalla de Ideas castristas, se conozca lo
sucedido, y para que el hecho haya trascendido y aparecido en la prensa
oficial del régimen, es porque, dicho régimen aunque no lo acepte,
detrás de las expresiones como “mal comportamiento”, “errores por
superar” (¿cuáles?), “incapacidad de un cuadro político”, “superar
faltas”, se detecta en los subtextos de esas frases, que en el fondo de
ellas, el tufo de corrupción está latente.

Porque para que esta expulsión (o separación, como apareció escrito)
saliera a la luz pública, tuvo que aparte de las mencionadas,
posiblemente haber “otros asuntitos” de mayor envergadura que al parecer
se ocultaron.

Opinamos que desacreditar la imagen que nos han inyectado en nuestros
cerebros de que “un comunista es incorruptible” ya suena a falsete.
Cualquiera, el más pinto de la paloma, puede corromperse.

La información aparecida en el diario Granma del pasado 28, dio u
ofreció un matiz o señal de que todo no anda bien en la sima de la
pirámide del Partido Comunista cubano. Por lo cual, es muy posible que
“otros de los elegidos” más tarde o más temprano, rueden sus cabezas, en
una purga très estalinismo.

Aunque también es probable que se utilicen términos como “por
enfermedad”, “destinarlos a otras provincias por trabajos”, o “dirigir
un centro fabril de categoría uno a la economía del país”, etc. etc.
etc., para no dejar traslucir que la estructura monolítica del Régimen
ni es tan monolítica ni tan compacta.

Juan Carlos Robinson Agramonte pasará a ingresar desde ahora a la lista
de los olvidados. Poco a poco será uno más. Eso, si es que la
insinuación como apareció en la Información, de sufrir un proceso en los
tribunales, lo convierta en un cadáver político del régimen de Fidel castro.

http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=5387