La Educación y la Batalla de Ideas
2006-05-03
El agobiante vivir de la mujer cubana, no solo se resume en la
tribulación diaria que resulta el dar de comer a la familia y suplir sus
necesidades más elementales. La correcta educación de los hijos en un
sistema que prioriza el trabajo político con los educandos por encima de
lo ético y lo moral, se ha convertido en un verdadero reto para nosotras
que con tristeza vemos como a nuestros hijos se le imponen criterios y
son usados como multitud en eventos y de desfiles.
La revitalización de los centros escolares, la reducción del número de
alumnos por aula, una fuerte inversión en modernos medios audio visuales
y dos canales televisivos destinados a fines educativos, han sido en los
últimos tiempos estandarte y gancho efectivo en la batalla de ideas;
esto que puede parecer loable desde el punto de vista de una correcta
política educativa ante los ojos del mundo, solo es precisamente una
maniobra política, la vieja manía del régimen de establecer estados
comparativos entre los logros de la revolución y las potencias capitalistas.
Si bien es cierto que esta tardía ofensiva en materia educativa ha
mejorado las condiciones físicas de los planteles y el confort de los
educandos, la manutención y los gastos de los mismos continúa a cargo de
nuestros maltrechos bolsillos. Son comunes las reuniones de padres en
las cuales se exige nuestra contribución para la adquisición de
artículos de limpieza y otros de frecuente uso escolar. Cabe entonces
preguntarse a qué se refieren el Ministro de Educación y el máximo líder
de la revolución cuando declaran en cada comienzo de curso que “todo
está garantizado”.
El uso de las tele clases lejos de favorecer el aprendizaje ha
entorpecido el mismo. Esto se debe sin dudas a que la experiencia y las
habilidades metodológicas de un consagrado educador nunca podrán ser
sustituidas en un aula por un programa de televisión. Los maestros
emergentes que no son más que adolescentes, que sin vocación alguna son
precisados a impartir clases y muchas veces carecen de la capacidad
cognoscitiva, no pueden tampoco solucionar la escasez de maestros,
muchos de los cuales han abandonado el sector en busca de mejoras
salariales .
Como madre y educadora que soy recomiendo más que novedosos métodos
educativos, audio visuales, maestros emergentes y toda clase de
inventivas revolucionarias; redescubrir los fundamentos de la educación
sobre la base de la formación ética y moral, sin imponer pertenencias
políticas e ideológicas para revertir la crisis formacional de sociedad
cubana fomentada en el pasado por la fracasada imposición de un estricto
molde de conducta ”El Hombre Nuevo”.
Es hora ya que en el diseño de los planes y métodos educativos sean
tomados en cuenta los criterios de la familia y el pleno de la sociedad.
Así como crear las condiciones propicias para reinsertar en el
magisterio a miles de pedagogos que hoy se encuentran fuera del mismo.
Solo de este modo se podrán formar en Cuba hombres y mujeres dignos como
quería el apóstol José Martí.
Lic: Belkis Núñez Fajardo, ejecutiva de la Coalición Juvenil Martiana.
Nota: El artículo anterior fue publicado en la sección Exclusiva del No.
2, Año III, Marzo-Abril 2006 de Misceláneas de Cuba, Revista de
Asignaturas Cubanas.
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=5331
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