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Friday, January 16, 2015

Seremos capaces de pasar “batón”

Seremos capaces de pasar "batón"
¿Será capaz el gobierno de Cuba de pasar el batón a una generación
interesada en buscar una reconciliación? Y ¿Será capaz el exilio cubano
de pasar la estafeta a una generación interesada en buscar una
reconciliación? El tiempo lo dirá
jueves, enero 15, 2015 | Jorge Ros

MIAMI, Florida. — El problema de Cuba ya ha durado más de medio siglo.
Si consideramos como fecha de inicio el 1ro. De enero de 1959, ya dura
56 años. Esto quiere decir que aquellos que para entonces tenían entre
30 y 40 años de edad, al día de hoy, si viven, tienen entre 86 y 96 años
de edad. Y en esos 56 años el mundo ha cambiado mucho y han pasado
muchas cosas.

Los aviones son de propulsión a chorro, los teléfonos son celulares
inteligentes que hacen un millón de cosas y los trae uno en el bolsillo.
Hay computadoras por doquier, la Internet tiene conectado casi todo el
mundo en tiempo real. El hombre ya viajó a la luna y regresó, y hemos
explorado el planeta Marte. La televisión ya es a colores y de alta
definición, con pantallas planas gigantescas.

Nada de eso existía o había pasado cuando Fidel Castro llegó al poder en
Cuba. Era el cuándo la guerra fría estaba en su apogeo. A esas personas
les toco ver construirse el muro de Berlín, vieron al mundo al borde de
un cataclismo nuclear durante la crisis de los cohetes en Octubre de
1962, pero también vieron a la Unión Soviética y su marxismo derrumbarse
durante la crisis del petróleo de 1991 y terminar la guerra fría.

Entonces vieron como el muro de Berlín que habían visto construir, se
derrumbaba y como las dos Alemanias se reunificaban en una sola, aunque
en realidad, lo que pasó fue que Alemania Occidental compró a Alemania
Oriental a los quebrados soviéticos, subsistiendo una única República
Federal Alemana.

Y llegó la crisis a Cuba y el país cayó en el que se llamó "Período
especial en tiempos de paz". Luego llegó Chávez y levantó Cuba
aprovechando los altos precios del petróleo. Surgió el terrorismo
islámico, cayeron las torres gemelas, Chávez enfermó y murió. Fidel
enfermó y tuvo que dejar el poder y llegaron Raúl y Maduro y ahora, al
igual que en 1991, el precio del petróleo se derrumba, arrastrando en su
caída a Rusia y a Venezuela y de rebote a Cuba.

Durante todo ese tiempo las mismas personas que tenían 30 0 40 años han
gobernado a Cuba, un país por el que el tiempo le cuesta trabajo
transcurrir, donde lo moderno llega cuando ya no es moderno y el atraso
es palpable. Buena parte de Cuba, vive como la dejó Batista en Diciembre
de 1958. La modernización es frenada por la mentalidad de los viejos
dirigentes. Por Cuba no pasa el tiempo, o pasa muy lentamente.

Pero la diáspora no es muy diferente, y la mayoría de la oposición
histórica sigue viviendo como en la Guerra Fría, como después de la
fracasada invasión de Bahía de Cochinos. Aclaro que no pretendo quitar
mérito a su constancia y patriotismo que merece mi admiración y respeto,
pero por la oposición histórica de Miami tampoco pasaba el tiempo o
pasaba también muy lentamente.

Mientras tanto, los norteamericanos nos hacían creer que les importaba
resolver el problema de Cuba apoyando un embargo totalmente permeable y
que solo funcionaba cuando les convenía a ellos, por razones comerciales
o por razones electorales. Caímos en ese juego y vino un inmovilismo de
décadas en las que no pasaba nada o pasaba muy poco, casi nada.

Hace unos meses comencé a escribir en mi Blog, haciendo notar que no
podíamos seguir así. Que había que cambiar la situación imperante.
Incluso escribí varios artículos tratando de abrir los ojos de otros.
Afortunadamente muchos otros pensaban igual y nuestras voces tuvieron
mucho eco. Mucha gente pensaba igual, pero cuando hablábamos nos
insultaban, nos tildaban de comunistas, como si tratar de buscar otra
forma de oposición fuera un crimen. Pero no se podía seguir así. Había
que buscar otras alternativas porque de otra forma nada pasaría.

Todo cambió el 17 de Diciembre. El presidente de Estados Unidos, a
solicitud de varios grupos que pensaban de manera similar y también a
solicitud de personas ilustres como el Papa Francisco, había accedido a
revisar la política norteamericana hacia Cuba y ese día anunció que Cuba
y Estados Unidos habían negociado un grupo de acuerdos que rompían el
hielo y abrían la puerta para restablecer las relaciones diplomáticas
entre los dos países que se habían roto desde 1960.

Muchos lo vieron como una traición, pero muchos otros lo vemos como una
oportunidad. Se ha roto el impasse en un momento clave en el que se está
por producir un relevo generacional, tanto en Cuba como en la Diáspora.
Es un momento de parar de marcar diferencias y es momento para buscar
coincidencias, para buscar acuerdos, para buscar una reconciliación.

Pero una reconciliación requiere de dos y no implica ni ganadores ni
perdedores. El único ganador debe ser nuestro pueblo que por años solo
ha visto enfrentamientos, carencias y represión. Sólo Cuba debe ganar y
nadie debe pretender imponer situaciones a los demás. Deberán prevalecer
los consensos.

No podemos seguir actuando igual. Tanto el gobierno como el exilio deben
ajustarse al siglo XXI y trabajar juntos para producir una nación cubana
nueva, donde el pueblo sea feliz, viva en paz, pueda trabajar y no tenga
que irse a otros lugares en busca de oportunidades.

¿Será capaz el gobierno de Cuba de pasar el batón a una generación
interesada en buscar una reconciliación? ¿Será capaz el exilio cubano de
pasar el batón a una generación interesada en buscar una reconciliación?

¿Podremos hacerlo? ¿Sabremos pasar el batón? El tiempo lo dirá

Source: Seremos capaces de pasar "batón" | Cubanet -
http://www.cubanet.org/colaboradores/seremos-capaces-de-pasar-baton/

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