No hay extranjero feo, ni mujer que se le resista
A "Pirimpi" la vida no lo premió con una buena figura, algo que, sin 
embargo, no se interpone en su fortuna con las mujeres
sábado, enero 3, 2015 |  Frank Correa
LA HABANA, Cuba. -A "Pirimpi" la vida no lo premió con una buena figura, 
algo que, sin embargo, no se interpone en su fortuna con las mujeres.
Pirimpi tiene 50 años y es un cubano que se las inventa "para sortear 
con éxito este eterno periodo especial que me ha tocado vivir". Tiene 
dos trabajos, un esfuerzo que le reporta doble salario: De día es 
arreglador de cocina, de noche custodio del Círculo Social Obrero "Los 
Marinos".
Vive solo y es austero. No bebe. No fuma. Guarda celosamente sus 
salarios de custodio en una cuenta de banco, y más dinero que añade de 
sus arreglos, que no es poco, para cuando se tome su mes de vacaciones 
anual "irse a dar la buena vida por las provincias".
De día anda embarrado de pies a cabeza de hollín, las manos llenas de 
grasa, la ropa tiznada hasta los botones, los bigotes ensartados de 
limallas, la gorra manchada, y hasta sus ojos destilan polvillo de 
cocina. Es buscado constantemente por los jaimanitenses, para reparar 
hornos, reguladores, hornillas, y destupir quemadores y filtros.
Cuando llega la noche , se viste regiamente de custodio. Va para el 
trabajo con su radio Selena, el ventilador y su inseparable mochila, por 
si puede cargar con algo del Círculo. Se encarga de cuidar la zona este, 
colindante a la base de Guardafronteras.
Pirimpi es un as reparando cocinas. Tiene una maleta con todos los 
implementos necesarios para el oficio, al terminar su trabajo las 
cocinas quedan perfectas y los clientes ,satisfechos. No necesita 
licencia, "la gente va a buscarme, desesperados cuando tienen 
problemas", y él acude raudo en su bicicleta china, comprada en su 
trabajo por 8 cuc, donde disfruta también de una bolsa mensual: un 
módulo de aseo personal, cinco libras de pollo, diez de arroz y dos de 
aceite.
Mientras me arreglaba la cocina, pude conocer detalles de su vida, y de 
su pensamiento político, que dice es radical, no cree en el gobierno, ni 
en ningún gobierno, poco le interesa la llegada de "Los Tres", ni el 
anuncio de la posible normalización de las relaciones Cuba-Estados 
Unidos. "Verás que todo va a seguir igual, los precios por las nubes, el 
dinero perdido, las trabas burocráticas y el alto costo de la vida".
Asegura que "la miseria en Cuba está volviendo loca a la gente". Me puso 
un ejemplo: "Hace unos días boté en la basura una cocina inservible, le 
había quitado los pocos aditamentos recuperables y nada se podía hacer 
con ella. Al rato me la llevó a mi casa un individuo, pidiendo que se la 
arreglara, contándome una historia de un pariente que se la dejó antes 
de irse de misión internacionalista".
Sus viajes a las provincias son su única válvula de escape "para no 
morirme". Cuando llegan sus vacaciones tiene reunido no menos de cinco 
mil pesos, "para especular". Reserva un pasaje de ómnibus a algún lugar 
remoto y se va unos días "a desconectar".
Tiene un truco que le va de maravilla y le ha permitido conquistar a las 
muchachas más bonitas de esos pueblos. Se hace pasar por "bahamés". 
Reconoce que es el tipo más feo del mundo, pero la palabra "bahamés" 
parece transformarlo y abrirle todas las puertas.
"En esos días hasta llego a creerme de verdad bahamés. Lo interiorizo 
tanto que me vuelvo bahamés. Y todas se vuelven locas conmigo. Me lo 
gasto todo, con gusto, porque me lo dan todo. Cuando se acaba el dinero 
tengo que regresar a La Habana y empiezo de cero otra vez, como un 
ciclo. Esa es mi vida, sencilla: bahamés, arreglador de cocinas y 
custodio de Los Marinos."
Source: No hay extranjero feo, ni mujer que se le resista | Cubanet - 
http://www.cubanet.org/actualidad/actualidad-destacados/no-hay-extranjero-feo-ni-mujer-que-se-le-resista/
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