NUESTRA OPINIÓN: La represión en Cuba
01/03/2015 5:00 AM  01/03/2015 10:33 PM
Cuando Raúl Castro informó sombríamente al pueblo cubano el mes pasado 
en un discurso transmitido a todo el país sobre la apertura de plenas 
relaciones diplomáticas con Estados Unidos, él dejó en claro que su 
régimen no estaba llevando a cabo cambios drásticos.
En un mensaje probablemente destinado a probar a los inquietos miembros 
de base del Partido Comunista de que no tenían motivo de preocupación, 
insistió en que el cambio tendría lugar "sin renunciar a uno solo de 
nuestros principios".
Para aquellos que están deseosos de un verdadero cambio en Cuba —una 
apertura genuina y una relajación del estricto control que ejerce la 
dictadura sobre las actividades de los cubanos comunes y corrientes— eso 
sonó ominoso. Como, de hecho, ha probado serlo.
Esta semana, un puñado de cubanos valientes decidieron poner a prueba 
las intenciones del régimen llevando a cabo un performance a micrófono 
abierto en la Plaza de la Revolución de La Habana. Encabezados por la 
artista cubana Tania Bruguera, quien divide su tiempo entre La Habana y 
Estados Unidos, ellos planeaban pedir a los ciudadanos que hablaran 
sobre sus visiones sobre el país.
Se trataba evidentemente de un acto básico de autoexpresión, algo que no 
causaría cuestionamientos en cualquier otra parte, pero que no se 
permite en un estado policial como el de Cuba.
El plan nunca pudo cumplirse. Bruguera y unos 50 cubanos de su misma 
opinión fueron arrestados antes de que el evento pudiera tener lugar. 
Algunos, como el periodista Reinaldo Escobar, editor en La Habana de 
14ymedio.com y esposo de la prominente bloguera disidente Yoani Sánchez, 
fueron detenidos por la Seguridad del Estado antes de que pudieran salir 
de sus casas.
Dos días después, Bruguera fue arrestada (de nuevo) conjuntamente con 
varios otros disidentes luego que fueron a una cárcel exigiendo que se 
pusiera en libertad a opositores del gobierno encarcelados en la ola 
represiva anterior.
Críticos de la apertura de la administración de Obama a Cuba señalaron 
justamente que la respuesta de mano dura del gobierno cubano a los 
eventos planeados muestra la futilidad de la decisión de la Casa Blanca 
de restablecer las relaciones. Ellos afirman que el Presidente debería 
haber exigido una "garantía" de libertad de expresión antes de hacer la 
apertura a Cuba.
Por desgracia, los gobernantes de Cuba jamás llegarían a un acuerdo que 
requiera cambios en su política doméstica —en particular las tácticas de 
estado policial que aseguran la supervivencia del régimen— a cambio de 
reconocimiento diplomático.
Estas maniobras represivas en contra de la libertad de expresión ocurren 
en Cuba con repulsiva regularidad, digan lo que digan otras naciones. 
(Para su vergüenza, la mayoría de ellas no dice nada, como ocurrió en 
este caso, con la excepción del Departamento de Estado de EEUU. ¿Por qué 
resulta tan difícil a otras naciones democráticas de la región denunciar 
al gobierno cubano por sus violaciones a los derechos humanos?)
Este es un régimen que no conoce otra manera que no sea la fuerza bruta 
—intimidación, arrestos, encarcelamiento, "actos de repudio", etc.— para 
imponer su voluntad cuando enfrenta un reto desde adentro. Eso no va a 
cambiar de un día para otro.
La apuesta que ha hecho el presidente Obama es que las relaciones 
diplomáticas podrían resultar, con el tiempo, un modo más efectivo de 
traer cambios a Cuba que la táctica del aislamiento. Es demasiado 
temprano para llamar al suyo un experimento fallido, pero está claro que 
Cuba no pasó su primera prueba.
Source: NUESTRA OPINIÓN: La represión en Cuba | El Nuevo Herald - 
http://www.elnuevoherald.com/opinion-es/en-nuestra-opinion/article5398506.html
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