Expropiaciones, la otra deuda pendiente en Cuba
Empresas de EE UU reclaman miles de millones por las incautaciones al 
comienzo de la revolución castrista
SILVIA AYUSO Washington 4 ENE 2015 - 20:31 CET116
¿Cuánto puede costar la reconciliación entre Cuba y Estados Unidos? Las 
5.913 empresas estadounidenses que mantienen una demanda oficial contra 
las expropiaciones tras la llegada de Fidel Castro al poder en 1959 
manejan una cifra: más de 7.000 millones de dólares (5.800 millones de 
euros). Es lo que calculan —con intereses— que les ha costado hasta la 
fecha las incautaciones. Fue precisamente la nacionalización sin 
compensación de bienes de empresas estadounidenses lo que detonó el 
embargo norteamericano a Cuba. Una sanción que dura ya más de 50 años y 
que el proceso de normalización de relaciones anunciado por el 
presidente Barack Obama no elimina por completo. Al haber sido 
transformada en ley en 1996 —el Acta Libertad o Ley Helms-Burton—, ese 
paso depende sólo del Congreso.
Pero Cuba replica con otra cifra más aplastante: la de los más de 
100.000 millones de dólares que afirma que le ha costado el "bloqueo", 
como lo denomina La Habana. Entre las dudas por resolver tras el anuncio 
del restablecimiento de relaciones con la isla, la reclamación de 
propiedades es uno de los temas que podrían causar más quebraderos de 
cabeza.
"No está claro todavía qué efecto van a tener estos cambios (de la 
política de EE UU hacia Cuba) en el estatus de las reclamaciones", 
reconoce la Comisión para la Certificación de Demandas en el Extranjero 
del Departamento de Justicia norteamericano, que es la que avala el 
reclamo de las casi 6.000 entidades estadounidenses.
El bufete de abogados especializado en este tema Poblete Tamargo emitió 
una "alerta a clientes" la semana pasada indicando que este asunto 
podría empezar a ser discutido en las conversaciones migratorias en La 
Habana a finales de enero, que será el primer contacto bilateral de alto 
nivel desde el anuncio del deshielo.
Una portavoz del Departamento de Estado dijo que, aunque esta cuestión 
"sigue siendo una prioridad para el Gobierno" estadounidense, por el 
momento no se puede delinear un "calendario específico" sobre cuándo 
empezará a ser debatido.
Tampoco es un tema tan urgente, según varios expertos. "No es inmediato, 
no creo que sea ni remotamente una precondición ni una piedra en el 
camino", afirma el abogado estadounidense de origen cubano Pedro Freyre, 
especializado en inversiones en América Latina y en el embargo a Cuba. 
Otra cosa será cuando se empiece a analizar seriamente cómo desmontar el 
embargo a la isla. Y ahí sí podría convertirse este tema en un arma 
política, reconoce Freyre. Porque la Ley Helms-Burton establece como 
"condición esencial" para la "completa" reanudación de las relaciones 
diplomáticas y económicas entre EE UU y Cuba que se logre una "solución 
satisfactoria" de este asunto.
Con todo, a Freyre no le inquieta esta negociación pendiente. "Cuando 
Cuba empezó a hablar con EE UU seguro que todo el mundo tenía entendido 
que en algún momento habrá que sentarse a conversar el tema", apunta. 
Muestra de ello es el estudio que el Gobierno de EE UU encargó en 2005, 
cuando aún gobernaba el republicano George W. Bush, a la Universidad de 
Nebraska para buscar un "mecanismo" que permita resolver las 
reclamaciones de propiedades bilaterales.
La universidad propuso la creación mediante tratado u orden presidencial 
de un "tribunal bilateral" que actúe como árbitro y resuelva formas 
diversas de compensación, desde la vía monetaria para las demandas más 
bajas a, en el caso de reclamaciones más altas y difíciles de asumir por 
Cuba, "alternativas" como garantizar beneficios fiscales u otros 
incentivos de inversión.
Es lo que Freyre denomina "soluciones creativas" y que, en el caso de 
Cuba, ve como la alternativa más plausible. De un lado porque, según 
recuerda, "Cuba no es Kuwait": no tiene una gran reserva de dinero que 
le permita asumir una compensación multimillonaria. "Si de un dólar te 
llevas cinco centavos te podrás considerar afortunado", advierte.
Por otro lado, quizás lo más crucial para buena parte de las grandes 
compañías con reclamos —como Coca-Cola, Colgate-Palmolive o las 
petroleras Exxon y Texaco—, podría resultarles mucho más ventajoso en el 
futuro negociar un arreglo que les permita invertir de nuevo en el 
mercado cubano, en el que muchos ven grandes posibilidades. Por eso el 
consejo de Robert Muse, otro abogado que asesora a este tipo de 
empresas, es mostrar "flexibilidad" a la hora de negociar con La Habana, 
porque este tipo de acuerdo podría ser una "muy buena manera de arrancar 
de nuevo las inversiones" en una isla donde empresas de otros países les 
llevan décadas de ventaja a las norteamericanas.
"El análisis de una empresa norteamericana que perdió propiedades en 
Cuba ha cambiado por completo el 17 de diciembre de 2014", dice Freyre. 
"De ser una elucubración en un futuro lejano, que puede que pase o no, 
el Gobierno ahora ha anunciado que está cambiando de política. El juego 
es diferente".
Lista de agravios
5.913 empresas de EE UU mantienen una demanda por las expropiaciones 
tras la llegada de Fidel Castro al poder en 1959. Calculan que, con 
intereses, se les adeuda másde 7.000 millones de dólares (5.800 millones 
de euros).
La nacionalización sin compensación de bienes de empresas 
estadounidenses detonó el embargo norteamericano a Cuba hace medio siglo.
La Habana afirma que el "bloqueo" le ha acarreado pérdidas que suman más 
de 100.000 millones de dólares.
Compensaciones en efectivo y en especie
Las estadounidenses no fueron las únicas empresas que vieron cómo tras 
la subida al poder de Fidel Castro el 1 de enero de 1959 se procedía a 
expropiar y nacionalizar sus intereses en Cuba sin compensación alguna. 
Aunque en menor escala, también entidades españolas, canadienses o 
francesas sufrieron el mismo destino. Sus gobiernos, sin embargo, 
alcanzaron hace años un acuerdo compensatorio, algo que Washington y La 
Habana tienen todavía pendiente negociar, como parte del proceso para 
acabar, algún día, con el embargo. En las últimas décadas, Cuba cerró 
acuerdos compensatorios con países como España, Canadá, Francia, Reino 
Unido y Suiza.
Fueron sumas globales, bajo los denominados acuerdos lump sum o montos 
pagados de una sola vez y de forma colectiva al Estado, no a título 
individual a cada una de las empresas con reclamos. Los pagos además 
fueron realizados a plazos y, parte de ellos al menos, en especie.
Así fue en el caso de España. El acuerdo, cerrado en marzo de 1988, 
acordaba una compensación por un total de 5.416 millones de pesetas 
(32,5 millones de euros) "como liquidación y finiquito por todos los 
bienes, derechos, acciones e intereses de las personas naturales y 
jurídicas de nacionalidad española afectadas", según el convenio 
publicado en el Boletín Oficial del Estado el 18 de marzo de 1988. Buena 
parte de la compensación —3.600 millones de pesetas— no fue en efectivo, 
sino "en especie". El resto del dinero fue pagado mediante plazos 
semestrales.
Source: Expropiaciones, la otra deuda pendiente en Cuba | Internacional 
| EL PAÍS - 
http://internacional.elpais.com/internacional/2015/01/04/actualidad/1420399918_675068.html
 
 
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