Divididos

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enero 21, 2015 1:41 pm·

Cuba actualidad, Marianao, La Habana, (PD) Divididos. La disidencia
cubana, como de costumbre entre nosotros, no sale de esa operación
matemática.

Como novedad, parece que la decisión de reanudar relaciones diplomáticas
también ha contagiado a la coincidencia, abocada ahora en la incertidumbre.

Este peculiar sector dominante, cuya hegemonía carece de fundamentos
económicos que la garanticen, ahora se siente amenazado. Habituados a
disfrutar del privilegio relativo omnipresente y vitalicio, ganado por
los servicios prestados y la fidelidad perpetua al Monopropietario,
sienten, con razón, que el cese de la Guerra Perpetua pone en peligro su
modus vivendi.

A diferencia de las clases burguesas, cuya preponderancia resulta de su
propia actividad económica bajo condiciones de intensa competencia,
nuestros dirigentes comparten la condición de lugartenientes del
Caudillo, conmilitones todos del Único Partido, y esa condición
determina la ausencia de tensión social interna, condicionante del
ruinoso bienestar socialista.

La administración militar del país, cada vez más presente a partir del
ascenso del General a Presidente, viene intentando reanimar la capacidad
productiva a partir de los Lineamientos, pero realmente no han logrado
las cifras mínimas de crecimiento económico que eso demanda.

Las medidas más significativas, apertura a las mínimas actividades
comerciales privadas y entrega de tierras ociosas a gente dispuesta a
explotarlas, han provocado un considerable incremento del costo de la
vida, sin generar un paralelo aumento del ingreso.

La participación en las nuevas organizaciones latinoamericanas, tampoco
ha incidido en la integración de la economía nacional a la
globalización. Así, el petróleo y la gasolina bajan en todas partes,
menos en Cuba.

Entonces, la perentoria necesidad de inversiones extranjeras ha obligado
a los promotores de "un socialismo próspero y sostenible" a esta
decisión homeopática: buscar el auxilio de los capitalistas, sus
enemigos jurados, a quienes iban a vencer creándoles "uno, dos, tres,
muchos Vietnams".

Si a estas decepciones unimos la zozobra respecto a la salud de su
Caudillo, hay que reconocer que los coincidentes nacidos para vencer
tienen sobrados motivos para su discreta pero evidente angustia ante el
posible cambio.

Veamos ahora como lo están tomando los disidentes. Mientras la población
en general lo ha recibido como un hecho positivo, que necesariamente
vendrá a aliviarles parcialmente las penurias cotidianas, la comunidad
discrepante no lo ha tomado así. Algunos se alinean con el llamado
Exilio Histórico, que ha condenado "la traición de Obama" y por lo
tanto, no esperan nada bueno de todo esto. Otros, se acogen a un
escepticismo cauteloso. Se han dado a conocer algunas declaraciones
colectivas, pero se echa de menos un amplio debate al respecto, que
aporte enfoques y proponga iniciativas adecuadas ante la nueva situación.

Por su parte, un viejo poeta, a quien nadie hace caso, aunque unos pocos
lo lean, piensa que la decisión tomada por ambos presidentes ha sido tan
audaz como sensata y que este 2015 abre para Cuba la lezamiana "Era de
la Infinita Posibilidad", donde nada será fácil, pero todo será posible.

Para Cuba actualidad: rhur46@yahoo.com

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