Seguidores del régimen recuperan los actos públicos de repudio de los
ochenta para acallar las manifestaciones de las Damas de Blanco
13.12.09 - 01:08 -
MILAGROS L. DE GUEREÑO | LA HABANA.
«¡Esta calle es de Fidel!», «¡Fuera, fuera, fuera!», «¡Abajo los
contrarrevolucionarios!». Gritos como éstos resonaron esta semana en las
calles de La Habana cuando medio millar de simpatizantes del régimen
abuchearon a una treintena de las Damas de Blanco y a otro grupo
disidente que conmemoraban el día internacional de los Derechos Humanos
y reclamaban la liberación de los presos políticos. Para el Gobierno,
quien asegura que en Cuba sólo hay presos comunes, eran ciudadanos
enfrentando a los «mercenarios», que pagados por EE. UU. pretenden
desestabilizar el país.
El viernes, el informativo de la televisión oficial -que no suele
informar de actividades de la oposición- ofreció un extenso informe
mostrando las marchas y destacando las contramarchas. Pasó imágenes, con
nombres y apellidos, de dos diplomáticos estadounidenses a quienes
calificaron de «incitadores». La nota concluyó afirmando que ante la
respuesta de los revolucionarios, los estadounidenses se quedaron «sin
palabras» al no poder «ocultar la frustración de sus planes».
Por su parte, los críticos afirman que la mayoría de esa turba
enfurecida por la «provocación» de las mujeres y madres de los 75
opositores presos en la primavera del 2003 son agentes de los servicios
de seguridad del Estado vestidos de paisano. En cualquier caso, los
disidentes sienten el aumento de la represión en su contra. Los actos de
repudio cayeron en desuso en los años 80 pero el 'modus operandi' casi
no ha variado.
Simpatizantes comunistas, apoyados por miembros de los Comités de
Defensa de la Revolución y organizaciones como la Federación de mujeres
Cubanas u otras similares acuden al llamamiento para increpar a quienes
se identifiquen como contrarios al Gobierno. Gritan consignas como
«pin-pon fuera, abajo la gusanera», «se ve, se siente, Raúl (Castro)
está presente». En el peor de los casos tiran huevos o tomates y, al
calor de la bronca, también pueden producirse golpes, empujones o puñetazos.
'Plantón'
El año pasado por las misma fechas, hubo acciones similares pero con
grupos más pequeños. A comienzos de noviembre, un centenar de personas
se concentraron frente a la casa del veterano disidente Vladimiro Roca,
donde una decena de opositores mantenían un 'plantón' contra Raúl
Castro. Allí, Marta Beatriz Roque realizaba una huelga de alimentos sólidos.
Casi al mismo tiempo, la premiada 'bloguera' Yoani Sánchez denunció un
breve secuestro, con paliza incluida, por agentes de la seguridad. Días
después apareció con muletas en una grabación que colgó en su página
Generación Y, bloqueada en la isla, en la que critica al régimen por las
dificultades y carencias que sufren la mayor parte de los cubanos. Días
después, su esposo, el también 'bloguero' y periodista Reinando Escobar,
fue zarandeado y recibió un golpe en la cabeza cuando una muchedumbre lo
acorraló mientras esperaba al supuesto agente que habría atacado a su
esposa para mantener un «duelo verbal». El oficial no acudió a la cita
convocada a través de Internet.
Pero lo cierto es que Yoani despierta más interés que la disidencia
tradicional. Su página es seguida por millones de internautas. Mientras,
la huelga de hambre de Roque, pasó casi desapercibida. Tal vez por eso,
el Gobierno comunista se ha fijado en Sánchez y Escobar y los acusa de
ser instrumentos «creados» por grupos que buscan desprestigiar a la
revolución.
La presión en la calle ahoga las marchas disidentes cubanas.
nortecastilla.es (13 December 2009)
http://www.nortecastilla.es/20091213/mundo/presion-calle-ahoga-marchas-20091213.html
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