ZOÉ VALDÉS 03/12/2009
Ariel Sigler Amaya y Ricardo González Alfonso son dos ciudadanos cubanos
que han sido encarcelados por el régimen y que padecen ahora en prisión
graves problemas de salud. Contar su historia es lo más instructivo para
saber de los procedimientos del castrismo.
El primero de ellos, nacido en 1964 fue el presidente de la organización
pro derechos humanos Movimiento Independiente Opción Alternativa hasta
que en 2003, durante la Primavera Negra de Cuba, fue arrestado en su
pueblo natal Pedro Betancourt.
Amante del deporte y de la lectura, fue campeón provincial de boxeo en
su categoría en Matanzas. Se graduó de licenciado en Educación Física.
Trabajó en las escuelas en el campo y fue allí donde comenzó a denunciar
el adoctrinamiento político de la educación castrista, así como la
separación de los hijos de sus padres impuesta por esa misma educación.
Se enfrentó al Partido Comunista y a la Administración y fue expulsado,
por lo que tuvo que ganarse la vida en trabajos ajenos a su
especialidad. Continuó con sus actividades opositoras y fue detenido en
múltiples ocasiones.
En 1996 fundó, junto al preso de conciencia Ángel Moya Acosta, el
Movimiento Independiente Opción Alternativa. La represión se acentuó
sobre él. Detenido e interrogado en más de 40 oportunidades, fue
golpeado y abandonado en zonas alejadas de su domicilio. Sufrió
agresiones físicas en la vía pública y mítines de repudio por las
Brigadas de Respuesta Rápida. En 2000 fue encarcelado durante ocho
meses, sin que mediara juicio, ni causa, en la prisión de 100 y Aldabó,
luego en el Combinado del Sur, en Matanzas. Amnistía lo declaró entonces
Prisionero de Conciencia.
El 18 de marzo del 2003 numerosas personas presenciaron su detención a
cargo de las fuerzas represivas; antes de esposarlo lo golpearon
salvajemente durante más de diez minutos, se lo llevaron y lo
interrogaron en el Cuartel de la Seguridad del Estado durante 17 días.
En este tiempo perdió mucho peso, y recibió en cada interrogatorio
palizas monumentales. El 4 de abril, la Seguridad del Estado lo acusa de
contrarrevolucionario y es condenado a 20 años de privación de libertad
en un juicio sumarísimo.
Sus hermanos y su anciana madre han denunciado que está muy enfermo,
sumamente delgado y sigue un tratamiento médico que, por razones
extrañas, cada vez lo hunde más en la enfermedad. Sigler Amaya era un
hombre alto y fornido; ahora no es ni su sombra, un saco de huesos que
se pierde entre las sábanas de una enfermería donde apenas recibe la
atención médica que necesita. Padece de gastritis crónica, enfisema
pulmonar, desnutrición, faringitis, osteoporosis y hemorroides grado 3.
Por su débil estado de salud, no puede ser intervenido quirúrgicamente.
Ricardo González Alfonso (1950) es un periodista, escritor y poeta de
reconocido prestigio, que acaba de enviar una Carta Abierta al mundo
entero tras iniciar una huelga de hambre, pese a su grave estado de salud.
En 1995 se incorporó a la prensa independiente libre del control
gubernamental. Trabajó como subdirector de Cuba Press. Desde 1998 fue
corresponsal de Reporteros Sin Fronteras (RSF). Ese año organizó y
dirigió la biblioteca especializada en periodismo Jorge Mañach, del
Proyecto de Bibliotecas Independientes. En 2001 fundó y presidió la
Sociedad de Periodistas Manuel Márquez Sterling (V Premio Internacional
de Derechos Humanos de la Fundación Hispano Cubana, entre otros).
En 2002 fundó y dirigió la revista De Cuba (miembro de la red
internacional de RSF). Cuentos, poemas o trabajos periodísticos suyos
han sido publicados en Cuba, España, EE UU, Bélgica, Francia, Italia y
Puerto Rico. En 2003, la Escuela de Ciencias de la Comunicación de la
Universidad de Mayab, en México, lo invitó a un foro para impartir
conferencias. Por estas actividades, desde marzo de ese año cumple una
sanción de 20 años de cárcel. Amnistía Internacional lo declaró
Prisionero de Conciencia. Todas sus actividades eran periodísticas. No
estaba afiliado a ningún partido político. Actualmente se encuentra
recluido en la prisión Combinado del Este, en la capital cubana.
Su historial clínico incluye hipertensión arterial; artritis cervical;
alergia a la humedad; migra-ñas; filtraciones en el hígado; quiste en la
garganta; bronquitis crónica; artrosis generalizada; tendencia al
glaucoma; espolones calcáneos; trastornos circulatorios y digestivos.
Entre el 2005 y el 2007 lo han intervenido cuatro veces en prisión.
En su Carta Abierta anuncia: "Es hora de que lo dispuesto por Amnistía
Internacional se cumpla; y que aquellos sectores de la opinión pública
(...) sepan que estos prisioneros de conciencia han sido condenados a
penas de hasta 28 años de privación de libertad por ejercer
pacíficamente lo establecido en la Declaración Universal de los Derechos
Humanos. El grupo de Trabajo sobre Detenciones Arbitrarias de la
Organización de las Naciones Unidas (ONU), declaró que la detención de
los 75 era arbitraria (y por tanto tenían que ser liberados) desde junio
de 2003.
Para divulgar estas verdades con una acción que convoque a la
solidaridad, he decidido mantener una abstinencia de alimentos sólidos
desde el 15 de noviembre, Día del Escritor Encarcelado, hasta el 10 de
diciembre, aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos".
Zoé Valdés, escritora cubana, vive exiliada en París.
Dos presos políticos cubanos en estado grave · ELPAÍS.com (3 December 2009)
http://www.elpais.com/articulo/opinion/presos/politicos/cubanos/estado/grave/elpepuopi/20091203elpepiopi_5/Tes
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