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Sunday, December 21, 2008

Huracanes dan nuevos bríos a la propaganda política en Cuba

Posted on Tuesday, 12.16.08
Huracanes dan nuevos bríos a la propaganda política en Cuba
By Redacción de The Miami Herald
LA HABANA

El reparto harto conocido de personalidades de la prolífica guerra de
propaganda de Cuba --Fidel Castro, Che Guevara y Camilo Cienfuegos-- ha
crecido recientemente con la adición de Gustav, Ike y Paloma.

Luego de 50 años de proclamar el éxito de la revolución cubana en
murales callejeros, manifestaciones públicas y los medios de prensa
estatales, los tres ciclones que azotaron la isla este año se han
convertido en una nueva plataforma para la campaña de propaganda del
gobierno.

La destrucción causada por las tormentas en el curso de tres meses, que
se calcula en 10,000 millones de dólares, ha alimentado anuncios y
noticieros de televisión que enfatizan el papel del gobierno en proteger
a la gente antes y después de las tormentas.

La televisión muestra imágenes de familias rescatadas por personal del
gobierno en zonas inundadas con mensajes como: "Este es el momento de
mostrar nuestra unidad''.

Los noticieros nocturnos después de las tormentas recuerdan a los
televidentes que las evacuaciones protegieron a la población y se
evitaron los cientos de muertes que hubo en otros países afectados por
los huracanes. En Cuba se reportaron siete muertes relacionadas con las
tormentas, en comparación con casi 400 en Haití.

Los huracanes también le causaron a Raúl Castro su primera crisis
importante desde que asumió el poder de manos de su hermano Fidel Castro
en el 2006.

Antes no era tan visible como su hermano. Incluso después que los dos
primeros huracanes azotaron la isla, Raúl Castro se mantuvo en los
laterales y otras autoridades de gobierno hacían comentarios en
televisión. Esto es un fuerte contraste con Fidel Castro, quien
típicamente hubiera sido la voz principal en las ondas radiales y
televisivas después de un ciclón. Su presencia se sintió de nuevo
después de los huracanes en forma de artículos publicados en la prensa.

Pero cuando el huracán Paloma desgarró la costa sur de la provincia
central de Camagüey en noviembre, Raúl Castro aprovechó la oportunidad
para dejarse ver. Su comparecencia ante más de 900 familias albergadas
en la Universidad de Camagüey fue televisada a todo el país y analizada
durante varios días en los medios.

Sus órdenes de que las viviendas costeras destruidas por el ciclón se
reconstruyeran a mayor distancia del mar fueron alabadas por los
comentaristas y los vecinos entrevistados.

"Fidel siempre ha tranquilizado nuestras preocupaciones y Raúl ha hecho
lo mismo'', dijo Renier, de 42 años, conductor de un bicitaxi de La Habana.

Aunque los mensajes de la revolución cubana pueden tener eco en algunas
personas, los expertos alegan que los gritos de batalla de "Viva la
Revolución'' siguen perdiendo fuerza mientras miles de cubanos abandonan
la isla todos los años.

"No han podido capturar una nueva generación'', dijo Jaime Suchlicki,
director del Instituto de Estudios Cubanos y Cubanoamericanos de la
Universidad de Miami (UM).

"La generación más joven no quiere escuchar la propaganda'', dijo
Suchlicki. "Quieren más libertad, más oportunidades. Les gustaría tener
acceso a la internet; allí hay una enorme curiosidad por saber cómo es
la vida fuera de la isla''.

A medida que la población batalla con la falta de alimentos y de
abastecimientos, perduran los efectos de los huracanes. Los anuncios de
televisión muestran hombres que arreglan techos, mujeres que sacan el
agua de casas inundadas y empleados del gobierno que descargan camiones
de alimentos. Una voz grave acompaña a las imágenes diciendo: "Unido el
país puede recuperarse de cualquier adversidad''.

"Estos mensajes tienen por fin darle al pueblo esperanza en estos
tiempos difíciles'', dijo Rafael José, vecino de La Habana que se gana
la vida como guía de turismo en la histórica zona de La Habana Vieja.
"La gente se entristece si sólo ve destrucción y nadie le dice que un
día todo va a mejorar''.

Sin embargo, algunos cubanos se han dado cuenta que para reparar las
casas dañadas y producir alimentos después de los huracanes hace falta
algo más que consignas y anuncios.

"El único mensaje que a la gente realmente le interesa es saber si habrá
suficiente comida y cuánto tiempo tendrá que esperar por una casa'',
dijo Francisco, un vendedor callejero, frente al edificio del Capitolio.

Richard R. Cole, profesor de Periodismo de la Universidad de Carolina
del Norte en Chapel Hill, ha viajado a Cuba 16 veces para estudiar la
influencia de los medios de prensa estatales. Cole dijo que los
funcionarios cubanos no han actuado con suficiente rapidez para adaptar
su mensaje a los que no son lo suficientemente viejos para recordar la
llegada de Fidel Castro al poder.

"Los mensajes de hoy no tienen un efecto duradero, sobre todo cuando los
cubanos tienen pocas cosas en el refrigerador y saben que tampoco
encontrarán mucho en las tiendas'', dijo Cole, autor de Communications
in Latin America, que explora el problema de la propaganda cubana. "La
propaganda fue efectiva cuando Castro llegó al poder, pero ya todo está
desapareciendo''.

"Si el mensaje llegara a la población no habría miles de personas
arriesgando la vida para irse del país'', dijo Cole. "El gobierno cubano
funciona con el viejo modelo soviético-comunista de la prensa controlada
por el partido, pero ese modelo ya no encaja en el mundo moderno''.

The Miami Herald no revela el nombre de su corresponsal ni los nombres
de los entrevistados porque el periodista no tiene autorización del
gobierno para reportar desde la isla.

cuba@MiamiHerald.com

http://www.miamiherald.com/1321/v-fullstory/story/815992.html

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