Alfredo Domínguez Batista, prisionero de conciencia
PRISIÓN PROVINCIAL DE LAS TUNAS, Cuba, diciembre (www.cubanet.org)
Señor Fidel Castro:
Primero, unas palabras de Martin Luther King, pronunciadas en el año
1963 en las gradas del Lincoln Memorial: "Continúen trabajando con la
convicción de que el sufrimiento que no es merecido, es emancipador".
Hoy mantengo esas palabras como guía para seguir luchando por los presos
políticos cubanos. ¿Qué piensa usted, señor Castro, de su filosofía de paz?
En la cárcel provincial de Las Tunas nos encontramos José Daniel Ferrer
García y yo, presos políticos, bajo las amenazas que se acercan cada día
más a la violencia física. Usted tiene de jefe en dicho penal al
teniente coronel Idalmer Campos Corrales, que impone el terror con
fuerza bruta.
El 14 de noviembre, frente a un grupo de presos, Campos manifestó que
nos entregaría a presidiarios comunes adiestrados en el maltrato físico
y el acoso. Reconozco el peligro que corren nuestras vidas. El uso de
estas técnicas ha llegado a manos del mayor Rogelio Cutiño, segundo jefe
del penal, que cumple su tarea con gran ánimo.
Seguiré denunciando estas violaciones y aumentaré la promoción del
Proyecto Varela y la campaña Foro Cubano, para hacer conciencia en el
pueblo cubano y luchar por un sistema diferente. A los que usted usa
para cometer viles actos de terror yo les digo: "No tendré el valor de
arrastrar a nadie hasta mi doctrina por miedo; sí por hermandad y amor
desinteresado a la patria".
Por último le recuerdo que hay dos clases de leyes: las justas y las
injustas. Uno tiene la responsabilidad de desobedecer las injustas.
Dios sea testigo de lo que he dicho.
Alfredo Domínguez Batista, prisionero de conciencia
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