Oscar Espinosa Chepe
LA HABANA, Cuba, noviembre (www.cubanet.org) - Durante una visita
efectuada a las provincias orientales semanas atrás, el Sr. José Luís
Rodríguez, ministro de Economía y Planificación, informó que el PIB
creció un 6,0% en los primeros 6 meses del año, sin ofrecer detalles.
A su vez, Carlos Lage Dávila, secretario del Consejo de Ministros,
indicó que las previsiones de crecimiento para este año eran ligeramente
superiores al 4,0%, en la XXVI Feria Internacional de La Habana (FIHAV
2008), a principios de noviembre. Añadió que el modesto plan de
construcción de viviendas de 50 mil unidades - inferior a las edificadas
en el 2007- no será cumplido.
El plan de 2008 contiene un crecimiento del PIB de 8,0%. En 2007
aumentó en 7,3, según informó la Oficina Nacional de Estadísticas (ONE).
Los datos sobre la formación del PIB en Cuba son controversiales y
carecen de sustentación; se basan en una metodología no reconocida por
los organismos de Naciones Unidas y otras respetables organizaciones
internacionales. De hecho las cifras cubanas no son tomadas en
consideración por el PNUD y la CEPAL.
En la formación del PIB los organismos cubanos otorgan un papel
sobredimensionado a las actividades de servicios, especialmente la salud
pública y la educación, al valorarse de forma exagerada, lo cual
distorsiona la información y hace imposible compararla con los datos
macroeconómicos de otros países.
Además, existen problemas con la credibilidad de las informaciones
primarias, en un país donde alrededor del 60,0% de las empresas carecen
de contabilidad o no la tienen confiable, al tiempo que son manipulados
muchos indicadores y se ofrecen datos increíbles, como que en 2007 el
índice de desempleo fue de un 1,8%, cuando las autoridades reconocen el
rechazo de la juventud a incorporarse a los centros de trabajo por los
salarios insuficientes e inaceptables condiciones laborales; o se
publican consumos de proteínas y carbohidratos per capita superiores a
los de países desarrollados, a pesar de las conocidas limitaciones
existentes y de las carencias de alimentos presentes en extensas zonas
del país, las cuales hasta han sido declaradas de alta vulnerabilidad
por instituciones de Naciones Unidas e incluso nacionales.
Por estas razones es muy probable que el descenso del crecimiento
económico sea muy superior al anunciado por las autoridades, más aún
cuando se sabe que a principios de junio se produjo un gran reajuste a
la baja del plan del año, en especial en lo referente a las
construcciones, así como que el Presidente Raúl Castro auguró en su
discurso del 26 de julio malas noticias de índole económica para la
población, sin que se contar entonces con los tres huracanes que
azotaron el país posteriormente, provocando enormes destrozos, que
empeoran la situación de un país que ya lleva 20 años de crisis
económica profunda.
El futuro resulta tétrico porque el contexto internacional es muy
adverso para Cuba, ya que dos de los ingresos más importantes podrían
afectarse por la crisis económica global: el turismo y las remesas, así
como seguramente se acrecentarán las dificultades para la obtención de
nuevos créditos, máxime cuando desde hace años Cuba es considerado un
país de alto riesgo financiero.
En estos momentos, en lo que respecta al comercio de bienes, hay muy
poco que exportar salvo el níquel, cuyo precio ha descendido
apreciablemente. El único recurso exportable, de relativa seguridad, son
los profesionales de la medicina, la educación, el deporte y otros, a
Venezuela. Pero esa coyuntura sólo podrá sostenerse mientras se
mantengan altos los precios del petróleo y el poder de Chávez no se
erosione.
Resulta irónico que la Feria de La Habana, FIHAV 2008, se efectuara días
después de la condena en las Naciones Unidas al embargo norteamericano a
Cuba. En ella estuvieron 981 empresas extranjeras de 56 países, 25
delegaciones y 30 cámaras de comercio, más de 2 mil 500 participantes,
de ellos una amplia representación de 110 compañías con 209 hombres de
negocios de diversas partes de los Estados Unidos. En 2007, USA alcanzó
la quinta posición entre los socios en el comercio de bienes, y se
estima que en 2008 el nivel de operaciones pueda acercarse a los 800
millones de dólares.
Para tener una idea más exacta de la situación económica de Cuba habrá
que esperar a finales de diciembre, cuando el gobierno presente a la
Asamblea Nacional del Poder Popular el informe del año con datos
adicionales. Pero desde ahora está claro que existe una proceso de suma
lentitud de la economía, con una fuerte tendencia a profundizarse el
próximo año, al no apreciase en el panorama nacional atisbo alguno de la
puesta en marcha de los cambios prometidos por el General Raúl Castro,
ahora de más urgente necesidad al agravarse el entorno internacional.
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