2008-12-07.
Osvaldo Alfonso Valdés, Ex Prisionero de Conciencia de la Causa de los
75 y Analista Político de Misceláneas de Cuba
(www.miscelaneasdecuba.net).- La dictadura se dispone a celebrar el
próximo 1 de enero el aniversario 50 del triunfo de la revolución. Para
ello, han organizado actos políticos, fiestas y como el comunismo cubano
cada vez más es un exótico fenómeno turístico, las agencias de turismo
cubanas en muchas partes del mundo venden paquetes turísticos para estar
en la isla por esas fechas. El régimen no tiene escrúpulos en eso, como
no lo tiene en nada.
Ya son medio siglo de padecer los cubanos el peor sistema social,
económico y político de nuestros tiempos.
Pero quien recorra la isla en estos días, para visitar los pueblos y
ciudades, si pudieran visitarse los hospitales, las escuelas a las que
asisten los cubanos y de la que tanta propaganda se hace, si quienes
visitaran la isla tuvieran acceso a las cárceles abarrotadas de presos
viviendo en condiciones infrahumanas, si pudiesen convivir con una
sencilla familia cubana, y preguntarle a un joven cómo ve su futuro en
la isla, o conversar con el familiar de un cubano que está en la cárcel
por sus opiniones; entonces, si se es una persona con el mínimo de
honestidad y decencia se haría la pregunta: ¿qué hay que celebrar y qué
han ganado los cubanos tras 50 años de régimen socialista?
¿Hay miseria hoy en Cuba? ¡Sí!, y mucha. ¿Pasan hambre una gran parte y
se alimenta mal la gran mayoría de los cubanos? ¡Sí! ¿Vive el pueblo en
viviendas decorosas y en casa salubres con los servicios necesarios? La
inmensa mayoría, no. ¿Están los hospitales a los que acuden los
ciudadanos comunes en las mismas condiciones de los de la dirigencia y
los extranjeros que pagan en dólares? No, la diferencia es notable en
perjuicio de los ciudadanos de a pie.
¿Pueden los cubanos decir lo que piensan, criticar el gobierno, leer la
prensa que quieren, pueden escoger dónde quieren vivir y esforzarse por
lograrlo, le permiten sus salarios satisfacer sus necesidades? No, la
realidad es todo lo opuesto. ¿Habrá en la isla unas próximas elecciones
donde se puedan elegir otros gobernantes en unas elecciones libres y
plurales? No, en Cuba el Partido Comunista es constitucionalmente el
único con derecho a existir, y se penaliza el ejercicio de las
libertades si es contrario a lo que la dirigencia del Partido determina.
¿Hay presos políticos en Cuba por motivos de conciencia? Los hay, y son
cientos. ¿Se golpean a los presos en las cárceles? Basta escuchar o leer
los testimonios de los familiares y de los mismos presos para saber que
esa es una práctica frecuente. ¿Hay prostitución creciente, tanto
masculina como femenina e infantil, y miles de nuestros chicos y
chicas venden sus cuerpos para poder procurarse lo que no pueden lograr
con el trabajo digno? Basta recorrer las calles de La Habana para
comprobarlo.
¿Puede ser la sociedad más justa y democrática esa en la que quienes
nacimos supimos siempre que después de Fidel vendría Raúl y para nada
se nos preguntó ni se consultaría si queríamos o queremos otra cosa? ¿No
es burlarse del pueblo, colgar grandes pancartas en las calles de las
ciudades y pueblos de la isla con lemas como "Somos felices aquí" y
luego si nos acercamos a una embajada, ver interminables colas de
cubanos que "huyen de la felicidad" y otros que "abandonan el paraíso"
jugándose la propia vida en el mar?
Luego de 50 años, ¿es el pueblo humilde, para el que se hizo "esta
revolución socialista de los humildes, por los humildes y para los
humildes", como dijera Fidel Castro el 16 de abril de 1961, el que
habita en los barrios lujosos de la capital y el resto de las ciudades
del país, o son los jerarcas del Partido Comunista, los generales del
Ministerio del Interior y del Ejército? ¿Cuántos de esos "dirigentes de
la vanguardia de la revolución" han enterrado a un hijo, una madre, o un
hermano, porque el techo de su miserable vivienda los aplastó? Jamás.
Ninguno.
Más, sin embargo, celebrar en Cuba la llegada al poder de los
responsables de todo ese desastre que hoy es Cuba, no es una opción
tampoco de los cubanos; es una orden. Esa es quizás la parte más
dramática de la tragedia de nuestra querida tierra y nuestro pueblo; el
tener que aplaudir y celebrar, sin opción, su propia desgracia.
Ese es el saldo de los 50 años del amanecer más nefasto de nuestra
historia que la dictadura celebrará el próximo primero de enero. Pero
ellos tienen el poder, y eso festejarán y harán celebrar al pueblo
avasallado y oprimido.
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=18403
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