Opositores auguran más represión tras el fin de las medidas de la UE
'Esto es lo que ya sabemos: que no podemos contar con algunos países de
la Unión Europea', dijo Vladimiro Roca.
Agencias | 20/06/2008
La oposición interna cubana manifestó este jueves frustración ante la
decisión de la Unión Europea de levantar las sanciones de 2003, y
consideró que la consecuencia será más represión contra los disidentes.
"Vamos a esperar cosas horribles con la oposición. Sin levantarlas, el
gobierno ha estado tremendamente agresivo con nosotros y con el pueblo,
ahora que se han eliminado, la agresividad se duplicará", dijo a la AFP
la opositora Martha Beatriz Roque.
La decisión de los Veintisiete "implica decirle al gobierno cubano que
siga violando los derechos humanos", afirmó Roque.
"La UE no se acuerda ya de los 75 presos", añadió. "No entiendo por qué
ahora las levantan, si se mantienen las causas que las motivaron", dijo
la disidente en otras declaraciones, a la agencia EFE.
Las sanciones de 2003 fueron adoptadas como protesta por el fusilamiento
de tres secuestradores de una embarcación y el encarcelamiento de 75
disidentes, de los cuales 55 continúan en prisión.
"Esto es realmente preocupante, porque pudiera alentar a los sectores
más duros dentro del gobierno y ser interpretado como que una actitud
intolerante rinde beneficios en la relaciones con la Unión Europea",
manifestó Oscar Espinosa Chepe, miembro de los 75, al igual que Roque.
Ambos fueron excarcelados en 2004 con licencias extrapenales por motivos
de salud.
"La actual administración española (…) toma una responsabilidad muy
grande, porque si ahora el gobierno cubano no hace nada, lo que es muy
probable, es el prestigio de ellos el que está en juego", dijo Espinosa
Chepe a EFE.
Recordó que, aunque las medidas estaban suspendidas desde 2005, "por lo
menos estaban establecidas e indicaban que en Cuba las cosas andaban mal".
Las Damas de Blanco, mujeres familiares de presos políticos, lamentaron
también la decisión.
"La situación en Cuba va a continuar igual" y "solo habrá un cambio
cuando estén los presos políticos en las calles", opinó la activista
Berta Soler.
"La UE manda un mensaje de una confianza extraordinaria en unas promesas
que hace años esperamos que se cumplan. Es una noticia realmente
deprimente si no hay resultados reales", dijo Miriam Leiva, una de las
principales portavoces de las Damas de Blanco, galardonadas por el
Parlamento Europeo con el Premio Sajarov en 2005.
En opinión de Leiva las medidas eran "muy útiles", porque gracias a
ellas "la situación de los presos no fue todavía peor".
"Tal vez haya algunos vivos gracias al respaldo de la UE", dijo.
"Desgraciadamente —añadió—, estamos en lo mismo desde hace 50 años: que
Fidel Castro logra llevar a todo el mundo a donde él quiere. Esperemos
que (el actual presidente) Raúl Castro cumpla con los cambios que este
pueblo requiere urgentemente".
"Espero que el gobierno español, y particularmente el señor (Miguel
Ángel) Moratinos (ministro de Exteriores), tengan resultados muy
tangibles porque, si no, nos sentiremos muy traicionados por España, a
la que queremos extraordinariamente", agregó.
Roque responsabilizó a Madrid como "la causante de todo esto, es la que
ha presionado por esto", y opinó que "es un espaldarazo a los españoles
que tienen negocios con Cuba".
"No esperaba otra cosa. (El presidente del gobierno español, José Luis
Rodríguez) Zapatero no respeta ni a su propio pueblo, él ha ignorado
olímpicamente a los cubanos y no se puede esperar nada de España y de
muchos países de Europa", dijo el opositor Vladimiro Roca a la AFP.
"Para nosotros no cambia nada. Vamos a seguir luchando por los cambios
hacia la democracia. Esto es lo que ya sabemos: que no podemos contar
con algunos países de la Unión Europea", dijo Roca a la agencia EFE.
En marcado contraste, el portavoz del Arco Progresista (concertación de
organizaciones socialdemócratas), Manuel Cuesta Morúa, calificó la
decisión de los Veintisiete como "una perfecta noticia", "racional en el
momento apropiado" porque, a su juicio, "favorece" el diálogo político y
"elimina los pretextos" del gobierno cubano para aceptarlo.
El acuerdo de los Veintisiete será formalizado el lunes
Los cancilleres de la Unión Europea (UE) decidieron el jueves por la
noche en Bruselas, durante la cena de inauguración de la Cumbre de jefes
de Estado y de Gobierno, levantar las sanciones diplomáticas de 2003
para "iniciar una nueva etapa de diálogo" con La Habana, tras cinco años
de distanciamiento.
La aplicación de las sanciones estaba congelada desde 2005, pero el
gobierno cubano exigía su eliminación como condición para normalizar las
relaciones con la UE.
Las medidas incluían la limitación de los contactos de alto nivel, la
reducción de la participación europea en eventos culturales en la Isla y
la invitación de disidentes a celebraciones de fiestas nacionales en las
embajadas europeas en La Habana.
"Hemos decidido levantar definitivamente las medidas que se
establecieron en el año 2003 y, por lo tanto, iniciar una nueva etapa,
una etapa de diálogo con las autoridades cubanas que no esté
condicionada", afirmó el ministro español de Asuntos Exteriores, Miguel
Ángel Moratinos, en rueda de prensa en Bruselas.
El acuerdo político de los cancilleres de los Veintisiete "va a ser
inmediatamente formalizado" el lunes "para que entre en vigor de forma
inmediata", agregó Moratinos.
En cuanto al "diálogo político", Moratinos dijo que incluirá,
"lógicamente, la situación de derechos humanos (…) la situación del
proceso de reformas que está viviendo Cuba en estos momentos y la
voluntad de que la UE pueda desempeñar un papel constructivo en esta
nueva etapa".
Con esta decisión, la UE quiere "crear las condiciones" que nos permitan
(...) iniciar en el futuro una negociación para alcanzar un acuerdo de
cooperación entre la Unión Europea y Cuba", dijo Moratinos.
"El objetivo ideal sería que esto se pudiese alcanzar en presidencia
española en 2010", agregó.
Para mantener cierta presión sobre el régimen cubano, y convencer a los
socios más reticentes como la República Checa y Alemania, los miembros
del bloque se comprometieron a reexaminar "los resultados del diálogo
político y de derechos humanos" dentro de un año.
"Lo que no se va a reevaluar es la implantación de las medidas porque
éstas ya están levantadas definitivamente", aseguró el canciller español.
Pero el ministro checo de Relaciones Exteriores, Karel Schwarzenberg,
matizó las declaraciones de Moratinos, afirmando que en función de cada
evaluación anual la UE "podrá decidir si continúa o no su política hacia
Cuba".
Entre las conclusiones sobre el tema recogidas por los cancilleres, se
pide a La Habana que abra sus prisiones a las organizaciones no
gubernamentales.
Moratinos dijo esperar que se logre acelerar la liberación de los presos
políticos.
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