ROMÁN OROZCO 14/06/2008
La escritora es descendiente de Bolívar y experta en los cultos de su país
-¿Hay croquetas?
Natalia Bolívar Aróstegui nació en La Habana en 1934 y no ha olvidado
las croquetas que le hacía Isabel Cantero, Chicha, la criada negra de la
familia. "No eran croqueticas, como las de acá; eran croquetones grandes
y sabrosos".
El maître Cristhian le responde: no hay croquetas en la carta. Pero
Cristhian está casado con una cubana. Le ofrece "las que hacemos para
los empleados". Son de puchero. Se ilumina su rostro.
Nacida en el seno de una familia de la alta burguesía, descendiente de
Simón Bolívar, Natalia iba para pintora. Estudió en La Habana y Nueva
York. La lucha contra Batista en los años cincuenta, en la que participó
activamente, truncó su carrera. Con el triunfo de la revolución, fue
nombrada directora del Museo de Bellas Artes. Seis años después, en
1966, fue cesada y enviada a la agricultura. Pudo haberse exiliado, pero
prefirió seguir en su país y dedicarse a su otra gran pasión: el estudio
de los cultos afrocubanos. Surgidos del sincretismo entre el catolicismo
de los conquistadores y las creencias de los esclavos africanos. La
Regla de Ocha o santería es la más extendida. Cuarenta años después,
Bolívar ha publicado decenas de libros en su país. Estos días lanza el
último editado aquí, Orishas del panteón afrocubano.
Autora de Mitos y leyendas de la comida afrocubana, la pregunta es
obligada: ¿qué comían los esclavos en Cuba? "Hacían una comida al día,
una especie de olla podrida con boniato, papas, maíz, tasajo (carne seca
de res) o alguna penca de bacalao. Con suerte, algo de puerco o gallina
que criaban en sus canucos (huertos)". Los cultos afrocubanos son de
origen animista: todos los objetos de la naturaleza tienen vida anímica.
Por ello, hay que darles de comer a los orishas. "Se les ofrece la
sangre de los animales sacrificados". Muchos cubanos se relacionan con
estos cultos porque "representan la búsqueda de nuestra identidad; es
nuestro ADN". ¿Incluidos los comunistas, teóricamente ateos? "Usted lo
ha dicho: teóricamente". Y Bolívar ataca una merluza.
Comer y escribir en Cuba no es fácil. Con lo que le dan a un cubano "por
la libreta" no llega "a más de dos semanas y eso llevando una
contabilidad exacta, y haciendo una sola comida al día". ¿Qué comen el
resto del mes? Natalia afirma que "lo inventamos en el aire, con la
imaginación fértil del cubano, mezclada con gotas de español y
africano". ¿Puede concretar? No. No se puede. "Digamos que utilizamos
distintos mecanismos no publicables...". Una de las posibilidades de
aumentar la pensión de 340 pesos cubanos al mes (9,74 euros) que cobra
Bolívar es publicar. El Instituto Cubano del Libro le remitió a Natalia
un cheque de seis euros por los derechos de la versión inglesa de Mitos
y leyendas... correspondientes a 2007. El libro se vendía en Cuba a 22
dólares (14,30 euros). Poco después, el ministro de Cultura, Abel
Prieto, comentó que había devuelto ese cheque por considerarlo ridículo.
"Yo le contesté que no lo había devuelto, ¡que lo había donado para que
se comprara unos clips!".
http://www.elpais.com/articulo/ultima/santeria/ADN/cubano/elpepiult/20080614elpepiult_2/Tes
No comments:
Post a Comment