C. MUÑOZ. MADRID/WASHINGTON
La dictadura cubana aprovechó ayer la publicación en estas páginas de un
«burdo artículo» del embajador de Washington en España, Eduardo Aguirre
-cuando su país conmemoraba el Día de Solidaridad con el Pueblo Cubano-,
para arremeter contra ABC. La legación cubana en Madrid consideró que
Aguirre realizaba en su texto un «llamamiento a sumarse a la estratagema
planificada para hoy (ayer)» por el presidente George W. Bush para
«denunciar presuntas violaciones de derechos humanos» en la isla.
Precisamente durante la conmemoración de ayer, Bush anunció que su
Gobierno permitirá el envío de teléfonos móviles a Cuba en un nuevo
intento de presionar al régimen para que permita la libertad de
expresión. Dos días antes, las autoridades cubanas habían acusado a
funcionarios de la Sección de Intereses de EE.UU. en La Habana, incluido
a su jefe, Michael Parmly, de servir de correo para los disidentes y
trasladarles dinero de una fundación anticastrista de Miami. Portavoces
de la disidencia interna subrayaron a este diario que las acusaciones
forman parte de un recrudecimiento de la represión «bajo la forma de
campaña de difamación».
La Embajada cubana criticó asimismo que Aguirre cuestionara en su
artículo el cumplimiento por parte del régimen de los Castro de la
Declaración Universal de los Derechos Humanos y del Convenio
Internacional de Derechos Civiles y Políticos, cuando EE.UU. «tiene en
su haber un abultado expediente de crímenes, violaciones de derechos
humanos y delitos de lesa humanidad en distintas partes del planeta».
Después de nombrar Abu Ghraib y Guantánamo, vuelve a atacar a este
periódico: «La actitud de ese Gobierno es harto conocida, y ABC le
sirve, a pesar de que así contribuye a la falta de respeto con que el
embajador estadounidense trata al pueblo y al Gobierno de España, al
utilizar su plaza en esta nación para promover actos en apoyo de los
afanes desestabilizadores del imperio».
Insatisfecho con las reformas del régimen, Bush dijo ayer que permitirá
a los estadounidenses enviar teléfonos móviles a familiares en Cuba. El
mandatario anunció la modificación en su política hacia la isla durante
el primer Día de Solidaridad con el Pueblo Cubano, que la Casa Blanca
quiere celebrar cada año hasta que haya democracia, informa Efe.
Ante congresistas republicanos, familiares de presos políticos y
diplomáticos, Bush dijo que si La Habana habla con seriedad de reformas,
«ahora que el pueblo puede comprar móviles, se les debería permitir
hablar libremente en público».
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