El informe Oppenheimer
Andrés Oppenheimer
La reciente decisión del gobierno español de reactivar el diálogo con
Cuba "está dando sus frutos" y el proceso continuará sin abandonar a los
disidentes en la isla, según me dijo el ministro de Asuntos Exteriores,
Miguel Angel Moratinos.
Moratinos, que recibió fuertes críticas en España tras su visita de
abril a Cuba por no haberse reunido allí con ningún disidente, todavía
está en el centro de una aguerrida disputa política interna en su país
sobre la decisión española de reanudar contactos de alto nivel con el
régimen de la isla, que estaban congelados.
En un reciente debate parlamentario, el opositor Partido Popular
cuestionó a Moratinos sobre por qué no se reunió con la oposición
pacífica cubana, y por qué se quedó callado cuando en una conferencia de
prensa conjunta, el canciller cubano Felipe Pérez Roque dijo que en Cuba
no hay opositores pacíficos, sino solo "mercenarios".
"Es un tema que para nosotros no cesa", dice el diputado Gustavo de
Arístegui, portavoz de Asuntos Exteriores del Partido Popular en el
Congreso. "Los errores de este gobierno en Cuba y Venezuela son
escandalosos".
El viaje de Moratinos también ha sido criticado por algunos influyentes
simpatizantes del Partido Socialista gobernante. El Partido Socialista
ha tenido buenas relaciones con la oposición pacífica cubana desde la
presidencia de Felipe González, quien gobernó entre 1982 y 1996.
¿Están ustedes siguiendo una política exterior "tercermundista"
—procubana—, como lo asevera la oposición en España?, le pregunté al
ministro.
"Yo creo que no —respondió Moratinos—. Lo que ha hecho este gobierno es
recuperar la capacidad de influencia de España en un continente esencial
para los intereses españoles.
"Nosotros tenemos acuerdos de asociación estratégica con los países con
los que consideramos que tenemos que tener una relación privilegiada, y
esos países son muy claros: México, Brasil, Argentina, Chile y queremos
ahora añadir Colombia —señaló—. Y luego tenemos relaciones con todos,
incluidos lógicamente Venezuela, Cuba y Bolivia, porque son lo que los
distintos ciudadanos en Cuba, en Venezuela y en Bolivia han decidido".
Preguntado sobre la controversia sobre su reciente viaje a Cuba,
Moratinos recordó que un alto miembro de su delegación —el director de
Asuntos Iberoamericanos de la cancillería, Javier Sandomingo— se reunió
con los disidentes cubanos durante su viaje a Cuba, y que otros
funcionarios españoles de más alto rango lo hacen a menudo.
"Tengo el apoyo de los ciudadanos españoles, de la mayoría de los
ciudadanos españoles, que es lo principal, que no entendían por qué el
gobierno de España no está más presente en Cuba en un momento histórico
fundamental para el futuro de Cuba —dijo Moratinos—. Lo que hemos hecho
es abrir una nueva vía, un nuevo mecanismo de diálogo que está dando sus
frutos".
El ministro dijo que después de años sin diálogos de alto nivel, España
y Cuba han iniciado un diálogo sin tabúes, que puede llevar a la
reapertura de organizaciones no gubernamentales, como el Centro Cultural
Español, en La Habana —que fue cerrado en 2003—, y a una reanudación de
la ayuda para el desarrollo español a la isla.
El diálogo incluye el tema de derechos humanos, que beneficiará a los
disidentes, aseguró.
La secretaria de Estado de Asuntos Iberoamericanos, Trinidad Jiménez,
fue más explícita. Preguntada aparte sobre la aseveración del canciller
cubano de que quienes se oponen al régimen de la isla son "mercenarios",
Jiménez dijo: "Si nosotros creyéramos que los disidentes son
mercenarios, nunca nos hubiéramos entrevistado con uno solo. Para
nosotros, son personas a las que les tenemos un profundo respeto, a las
que apoyamos y con las que nos solidarizamos".
Mi opinión: quiero pensar que Moratinos incluyó sin querer a Cuba entre
los países con cuyos gobiernos España debe tener buenas relaciones
porque representan la decisión de sus pueblos. El pueblo cubano no ha
podido decidir de manera libre ni siquiera una elección municipal en
casi cinco décadas.
Pero la nueva política española de reactivar el diálogo con Cuba no
debería ser condenada de entrada, a pesar de los errores cometidos
durante el viaje de Moratinos. (El ministro debería haber cuando menos
enviado al segundo funcionario más alto de su delegación en lugar del
tercero, para hablar con los disidentes y debería haber respondido
cuando el canciller cubano se refirió a todos quienes piensan diferente
como "mercenarios").
Si lo que hizo Moratinos fue una concesión táctica que resultará en una
mayor presencia política y cultural española en Cuba, y en una voz más
fuerte de apoyo a las libertades fundamentales, su viaje podría terminar
valiendo la pena.
Pero si no es así, sólo habrá contribuido a darle oxígeno a una
dictadura decrépita y habrá retrocedido en el apoyo de su propio Partido
Socialista a los opositores pacíficos. Lo sabremos en los próximos
meses.— Madrid, España.
http://www.yucatan.com.mx/noticia.asp?cx=99$2900000000$3596312&f=20070717
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