Lo expulsó el régimen, no el pueblo: Homenaje a Kázeck
Por Jaime Leygonier
Bitácora Cubana, 22 de abril de 2006 - La Habana
"Al diplomático checo Stanislav Kázeck lo expulsó de Cuba el régimen,
no el pueblo. Aquellos del pueblo a quienes pudo llegar lo recordamos
agradecidos", declaró Domingo Lezcano, activista del Centro de Salud y
Derechos Humanos "Juan Bruno Zayas".
Lezcano fue uno de los varios pacientes de VIH - SIDA del barrio
habanero "La Güinera" que recibió auxilios en medicinas y alimentos por
gestión del diplomático expulsado.
Disidentes opinan que la expulsión por "espía" es ridícula, dirigida
a dar un escarmiento a los diplomáticos extranjeros que intenten, en
serio, favorecer el desarrollo de la sociedad civil en Cuba.
Este régimen gusta de los escarmientos: fusiló a los tres
secuestradores de una lancha para "disuadir" a otros de imitarlos, ahora
dispara contra las mujeres y niños que huyen en lancha del país y
anuncia que enjuiciará a las madres por poner en peligro a sus hijos. El
diplomático checo "espió" las condiciones de miseria de La Güinera, sus
"Mataharis" Helena Houdova y Marianne Króftova fotografiaron los
"secretos militares" de los niños descalzos, de las casuchas en que hay
hambre y el diplomático envió medicamentos al Centro de Salud para
socorrer a estos miserables y a los enfermos de VIH - SIDA, sin duda
para que estos “subviertan al gobierno”. !Había que castigarlos"!
Paradójicamente, el Estado que acusa "al bloqueo imperialista yanqui"
de sus pobrezas, oculta cuidadosamente a sus pobres y no perdona la
revelación de esta realidad.
El Centro de Salud y Derechos Humanos, muy desatendido por quienes
afuera y adentro deberían apoyar sus empeños humanos y denuncias,
recibió apoyo del diplomático checo.
El director de este Centro de Salud, el Dr. Darsi Ferrer Ramírez
declara: "La expulsión de Kázeck lo honra, la mereció por su conducta
humana y su compromiso serio con los presos de conciencia y con los mas
necesitados. No podían perdonarle ese apoyo. Le quedamos muy agradecidos”.
Ciertamente en Cuba son honrosas las expulsiones y censuras. Entre
tantos extraños que aparecen sorpresivamente para ser condecorados - por
paquete turístico: desayuno y medallas gratis -, entre tanto
"intelectual amigo de Cuba" que inciensa a Castro y por ello aparece en
el escenario por unos segundos, un diplomático que se acerca a los que
sufren y contribuye en algo a aliviar sus miserias, merece un verdadero
honor. La expulsión del país en que los honores, deshonran.
El pueblo no puede rendirle mejor homenaje que recordarlo como mismo
olvida a los “enmedallados” de un minuto. ¡Merece todo el
agradecimiento de los miembros del pueblo al que logró llegar!.
Castigo al espía de la pobreza secreta: Bofetada a todo el cuerpo
diplomático europeo, para que les sirva de escarmiento - como para los
balseros sirve de escarmiento la ráfaga de ametralladora y el
enjuiciamiento a ls madres que ponen en peligro a sus hijitos.
El régimen teme que más diplomáticos sigan el mal ejemplo, porque si
todos los diplomáticos obraran así, ni los podría expulsar a todos ni
podría hablar de un tránsito a la democracia en Cuba; sería como es,
retórica vacía de quienes cultivan el diálogo en el invernadero de hacer
nada.
http://www.bitacoracubana.com/desdecuba/portada2.php?id=1880
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