Ley de Ajuste Cubano: ¿por qué confundirla?
JOSÉ MANUEL PALLÍ
En un reciente artículo de Nora Gámez, los abogados Kurzban y Urizar dan 
en el clavo con sus argumentos al señalar que la Ley de Ajuste Cubano 
nunca ha sido una ley de asilo, y que la reforma propuesta por 
congresistas cubanoamericanos convertiría lo que durante años ha sido 
percibido por inmigrantes de otros orígenes como una norma 
discriminatoria, en algo que choca de bruces contra el concepto de 
derecho de asilo, y haciéndola también discriminatoria, ahora y 
absurdamente, contra los propios cubanos "ajustados".
Yo hasta pudiera servir como poster boy de lo lejos que ha estado 
siempre esta ley del concepto de asilo político.
Llegué a Miami y sus playas a fines de la década de los setenta, siendo 
admitido legalmente a los EEUU con un pasaporte argentino (en el cual se 
leía "nacido en Cuba") y una visa de estudiante estampada en el mismo. 
Mi intención no era quedarme, sino obtener un doctorado en Derecho 
Comparado en la Escuela de Derecho de la Universidad de Miami y 
regresarme a la Argentina a seguir ejerciendo el derecho como el abogado 
que ya era, ahora pudiendo decir que había completado mis estudios en 
los EEUU.
Ya al llegar, varios otros argentinos que sabían que yo era cubano me 
contaron –con envidia y hasta resentimiento– que yo me podía quedar aquí 
por los siglos de los siglos, sencillamente por haber nacido en Cuba. Lo 
consulté con un colega en el downtown que me dijo que no, que yo ya era 
argentino, y que después de cerca de veinte años en la Argentina y de 
haber ingresado a los EEUU con una visa de estudiante, no podía acogerme 
a ese tipo de beneficio (privilegio, más que beneficio) migratorio.
Como a mí me pareció muy razonable su respuesta, archivé el tema y 
continué mis estudios, hasta que en un seminario sobre Derecho 
Migratorio (creo que fue el primero que se dictó en UM, donde muchos me 
conocían como "el abogado argentino") uno de mis compañeritos le dijo al 
profesor, Don Bierman, que yo no era argentino sino cubano. Y fue así 
como descubrí esa panacea, de la cual me beneficié como lo han hecho 
tantos cubanos (por eso jamás abogaría por su derogación aunque me sigue 
pareciendo absurda y desfasada de la realidad, porque me parece de un 
cinismo descomunal pretender yo mismo negarle a otros cubanos aquello 
que tanto me sirvió a mí).
La gente se pregunta por qué, cinco meses después de los anuncios del 
último Día "D" San Lázaro, los cubanos siguen arriesgando sus vidas en 
el mar, intentando plantar sus pies secos en territorio de los EEUU. 
Quizás esta pregunta ayude a responder la anterior:
Cómo sería el cuadro si los mexicanos hubieran tenido el privilegio que 
han tenido los cubanos durante más de cuatro décadas y de repente 
algunos políticos mexicano-americanos, por convenirle a sus intereses 
frente a futuros procesos electorales en los EEUU, insinuaran la 
posibilidad de eliminar ese privilegio. ¿De qué tamaño debiera ser la 
muralla para contener el flujo de mexicanos hacia "el Norte"?
Porque el proyecto de ley del joven Curbelo y de mi congresista (y lo 
digo con orgullo) Ileana Ros, no refleja sino la aspiración del Partido 
Republicano en el Sur de la Florida de aferrarse al control que han 
ejercido durante años sobre la política de los EEUU hacia Cuba, y de 
defenderlo por la vía de evitar que los cubanos que hoy se benefician de 
la ley de ajuste se conviertan en votantes, erosionando aceleradamente 
ese control cada vez más tenue.
Es hora de que los cubanos entendamos que Cuba debe estar por encima de 
los intereses que juegan en el terreno de la política interna de los 
EEUU. Y de que entendamos también que si ni siquiera conocemos o 
entendemos bien nuestras propias leyes (ni lo que buscamos lograr a 
través de ellas), cuanto más importante debiera ser tratar de conocer y 
entender las "del otro lado"...
Pero para eso hay que crear los espacios (muchos de ellos) en donde los 
cubanos, sin exclusiones de NINGUNA especie, podamos dialogar y escuchar 
con tolerancia las opiniones de otros cubanos que piensan distinto de 
cómo pensamos nosotros. Hacia allá vamos.
Abogado cubanoamericano.
Source: JOSÉ MANUEL PALLÍ: Ley de Ajuste Cubano: ¿por qué confundirla? | 
El Nuevo Herald El Nuevo Herald - 
http://www.elnuevoherald.com/opinion-es/opin-col-blogs/opinion-sobre-cuba/article21997578.html
 
 
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