Alan Gross cumple cinco años en una cárcel cubana
NORA GÁMEZ TORRES NGAMEZTORRES@ELNUEVOHERALD.COM
11/29/2014 11:35 PM  11/29/2014 11:59 PM
El estadounidense Alan Gross cumple el próximo 3 de diciembre cinco años 
de encarcelamiento en una hospital militar en Cuba, tras ser condenado a 
15 años de prisión "por actos contra la independencia o la integridad 
territorial del Estado", según sentenció el Tribunal Provincial de La 
Habana.
Hasta la fecha, los intentos por negociar su liberación han fracasado. 
El último de ellos fue un viaje de los senadores Jeff Flake y Tom Udall, 
quienes visitaron Cuba en noviembre y volvieron con las manos vacías.
"Si los Estados Unidos son serios en querer la liberación de Gross, van 
a tener que tomar una postura más flexible y sentarse con los cubanos a 
hablar seriamente sobre qué se necesitaría para hacerlo", dijo el 
profesor de la American University, William LeoGrande, a periodistas de 
el Nuevo Herald y the Miami Herald, en una visita que incluyó tambien a 
Peter Kornbluh, con quien escribió el libro Back Channel to Cuba: The 
Hidden History of Negotiations between Washington and Havana.
Korhbluh se ha entrevistado con Gross en dos ocasiones en La Habana –la 
última de ellas en diciembre del año pasado, durante la que conversaron 
por tres horas– y dirige el proyecto de documentación de Cuba del 
Archivo de Seguridad Nacional, que ha publicado información clave sobre 
el caso.
Gross realizaba su quinto viaje a la isla cuando fue arrestado en el 
2009. En ese momento era subcontratista de la firma privada Development 
Alternatives, Inc. (DAI), que había obtenido un contrato de la Agencia 
de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional, conocida por su 
acrónimo en inglés como USAID, para brindar "apoyo humanitario" a grupos 
de la sociedad civil en la isla.
Los viajes de Gross a Cuba tenían como objetivo entrenar y abastecer de 
tecnologías de la información originalmente a la comunidad judía –pero 
potencialmente a otras comunidades– para conectarse a la internet de 
manera independiente, sin monitoreo del estado.
La administración de Obama ha facilitado los viajes, envíos de remesas y 
de tecnología a la isla para promover la democratización, pero el 
gobierno cubano considera estas acciones como "planes 
desestabilizadores" que intentan "destruir la revolución mediante el 
empleo de sistemas de info-comunicaciones fuera del control de las 
autoridades", como se declara en el fallo judicial en contra del 
contratista.
En Cuba, solo el 3.4% de los hogares tiene acceso a la internet y la 
penetración de la banda ancha es de menos del 1%, según reveló el más 
reciente reporte de la Unión Internacional de Telecomunicaciones, una 
agencia de las Naciones Unidas. El acceso sin restricciones a la 
internet se ha convertido en una demanda de grupos opositores, 
periodistas oficiales e intelectuales, por igual.
Gross llevó a la isla teléfonos, computadoras, routers y equipos de 
comunicación satelital conocidos como Broadband Global Area Network 
(BGAN) –que son utilizados por agencias gubernamentales, organismos 
internacionales, empresas de petróleo y medios de comunicación, entre 
otros– que en el caso cubano, permitirían la creación de redes que no 
dependerían de los servidores controlados por el estado.
En un documento redactado por Gross con la intención de obtener 
financiamiento para la expansión del proyecto "piloto" inicial, este 
proponía introducir nuevos BGAN, identificar nuevas comunidades que se 
pudieran beneficiar de esta tecnología, diseñar un estudio para examinar 
su empleo dentro de la isla y burlar la vigilancia de las autoridades a 
través de unas tarjetas—conocidas como discrete Sim Cards—que permiten 
enmascaran las señales.
"Gross insistió en que las había comprado, junto al resto de la 
tecnología. Pero es tecnología especializada para enmascarar la señal", 
apunta Kornbluh.
El costo de la expansión del proyecto inicial estaba calculado en 
$332,334. Cada BGAN estaba estimado en $2,963. El salario de Gross por 
102 días de trabajo se estimaba en $63,420, pero dos técnicos locales 
que serían contratados, supuestamente estudiantes de informática que 
brindarían apoyo en las provincias, recibirían $70 cada uno.
El documento sugiere que Gross entendía que su misión en Cuba acarreaba 
ciertos riesgos. En un momento menciona que "si fuera detectado, el 
descubrimiento del uso de BGAN para la conexión a la internet sería 
catastrófico". Pero Kornbluh lo califica como "contratista encubierto 
amateur" porque no hablaba español y portaba toda la información sobre 
su trabajo en Cuba en una memoria portátil.
Gross y su esposa Judy han intentado infructuosamente demandar al 
gobierno de Estados Unidos por negligencia, daños físicos y emocionales, 
además de pérdidas económicas. Alegan que el contratista no había sido 
debidamente preparado para su misión en Cuba. El pasado 14 de noviembre 
la Corte de Apelaciones del Distrito de Columbia desestimó su demanda 
invocando la "inmunidad soberana" de Estados Unidos, pues los perjuicios 
sufridos por el contratista ocurrieron en un país extranjero.
En mayo del año pasado, el matrimonio Gross llegó a un acuerdo con DAI a 
cambio de una suma que no ha sido revelada y el compromiso de la empresa 
por continuar trabajando junto a Judy Gross, por la liberación de su 
esposo, según un comunicado oficial de la compañía.
La salud de Gross
En los últimos años han circulado muchas versiones acerca de la salud 
física y mental del detenido, quien bajó de peso cerca de 100 libras e 
hizo una huelga de hambre de 10 días. Su esposa ha dicho que tiene 
problemas en la cadera y pérdida de visión en un ojo. El afirmó que este 
sería "su último cumpleaños" en la cárcel cubana, según informó su 
abogado Scott Gilbert.
"En mi segunda visita, quedó claro que su estado físico estaba mucho 
mejor, pero su estado mental estaba mucho peor. Hay muchas narrativas 
que su familia y sus abogados dicen acerca de su situación… pero sentado 
frente a él, me quedaba claro que tenía ideas suicidas", como han 
advertido su esposa y abogados.
En su última entrevista en el hospital Carlos J. Finlay, donde Gross 
está detenido, Korhbluh constató que este había recuperado 23 libras 
durante el tiempo trascurrido entre las dos visitas que le realizó.
"Estaba ganando peso para atacar a un guardia en un intento de huida", 
dijo Korhbluh quien le preguntó directamente a Gross por su aumento de 
peso y los ejercicios que estaba realizando. Este le habría contestado " 
¿Ves esa puerta? Es muy débil". También que "no temo a nadie. Soy una 
bomba de tiempo".
LeoGrande añadió que en su más reciente viaje a La Habana en octubre, el 
personal de la Sección de Intereses de los Estados Unidos confirmó que 
Gross "rehúsa reunirse con ellos. Su sentimiento es que se siente 
abandonado por su gobierno. Y eso hablar de su estado mental frágil y su 
sentimiento de desesperación".
El debate sobre el intercambio de prisioneros
Las autoridades cubanas estarían dispuestas a un canje de prisioneros, 
al que se refieren eufemísticamente como "gesto humanitarios paralelo", 
para conseguir la liberación de tres de cinco agentes convictos que 
cumplen condena en cárceles estadounidenses y que eran miembros de una 
red de inteligencia más grande conocida como "Red Avispa".
Cuba alega que los agentes, a quienes califica de "héroes" y considera 
"luchadores antiterroristas" solo habían infiltrado grupos del exilio 
cubano pero fueron condenados por cargos relacionados con espionaje.
"Al final, se trataría del canje de un solo prisionero", dijo Kornbluh 
refiriéndose a Gerardo Hernández, que cumple dos cadenas perpetuas, pues 
se le condenó por "conspiración para cometer asesinato", por su 
implicación en el derribo de dos avionetas de la organización del exilio 
cubano Hermanos al Rescate por aviones militares cubanos en febrero de 
1996 en el espacio aéreo internacional, según concluyó una investigación 
de la Organización Internacional de la Aviación Civil, ratificada por el 
Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.
En el derribo de los aviones fallecieron cuatro personas.
Pero aunque políticamente "riesgoso", según Kornbluh, "existen 
precedentes históricos para este tipo de intercambio", dijo refiriéndose 
a otros casos documentados en el libro Back Channel to Cuba y que 
ocurrieron durante los gobiernos de John Kennedy y Jimmy Carter.
"Obama pagó cinco millones a Egipto para la liberación de americanos 
detenidos mientras trabajaban para el International Republican 
Institute. Intercambió espías con Moscú. Negoció la liberación de 
montañistas en Irán y de un contratista de la CIA en Pakistán", escribió 
Julia Sweig, investigadora del Council on Foreign Relations, en un 
artículo publicado originalmente en el diario Folha de Sao Paulo que 
abogaba por el intercambio de Gross por los tres cubanos.
De modo similar, Kornbluh y LeoGrande consideran que la administración 
de Obama ha enfocado el tema de modo equivocado, al insistir en la 
liberación sin condiciones del contratista, pues este no era un espía.
"Esa ha sido la posición de Estados Unidos desde el primer momento y que 
no hay equivalencia con los tres espías cubanos, como dijo John Kerry en 
julio pasado, pero esa postura no ha funcionado", subraya LeoGrande, 
quien añade que el gobierno cubano no estaría interesado en el canje de 
los tres agentes por ciudadanos estadounidenses que residen en Cuba y 
que tienen causas pendientes en EEUU, como por ejemplo exmiembros del 
movimiento Black Panthers.
LeoGrande, que enseña Gobierno y ha sido asesor de políticas hacia 
América Latina considera que los casos de los "Cinco Héroes" o "Cuban 
Five", como se les conoce dentro de la isla, y Gross, son equivalentes 
en dos sentidos: "en cada caso estaban actuando en nombre de sus 
gobiernos y además está la situación humanitaria. Son hombres que han 
estado en prisión por mucho tiempo", dice.
Sin embargo, aunque las autoridades estadounidenses permitieron a René 
González, uno de los cinco agentes cubanos condenados, que visitara a su 
hermano enfermo en La Habana, cuando todavía estaba en libertad 
condicional en la Florida, el gobierno cubano se negó a darle a Gross un 
permiso humanitario para visitar a su madre, en junio de este año, "a 
pesar de las repetidas peticiones y la certeza de que ella estaba 
muriendo", explicó la familia en un comunicado.
LeoGrande insiste en que Obama debería realizar el canje de prisioneros 
porque "es de interés nacional. Este asunto ha sido el obstáculo 
principal para continuar adelante y negociar con Cuba en un número de 
temas de interés mutuo". Por su parte, Kornbluh espera que Obama dé una 
respuesta rápida: "Si Alan se hace daño o daña a alguien allí, va a 
hacer que las futuras relaciones entre Cuba y los Estados Unidos sean 
más difíciles de lo que tienen que ser".
Puede seguir a Nora Gámez Torres en Twitter por @ngameztorres
Source: Alan Gross cumple cinco años en una cárcel cubana | El Nuevo 
Herald - 
<http://www.elnuevoherald.com/noticias/estados-unidos/article4204705.html>
 
 
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