Astucia
By ALEJANDRO RIOS
Los jóvenes directores de cine cubanos han demostrado ser muy astutos.
Acaban de celebrar su Décima Muestra, suerte de festival fiscalizado por
el Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos (ICAIC), que
ha optado por concertar en vez de confrontar la fuerte corriente crítica
del evento, aunque no ha dudado, ni por un momento, en soltar ``los
perros de la guerra'' cuando los artistas intentan mover la frontera
estrecha de lo permisible como ocurriera el año pasado con el documental
Revolución, dedicado al grupo de hip-hop Los Aldeanos.
En aquella ocasión, los funcionarios culturales le entregaron el mando a
siniestros personeros del Ministerio del Interior con la facultad
cancerbera de decidir quiénes podían acceder a la sala de cine del evento.
Durante los cinco días que duró esta reciente Décima Muestra sólo en una
ocasión fue, sospechosamente, interrumpida la electricidad del teatro y
la única obra que afrontó dificultades fue el documental Aire libre, de
Sandra Cordero, sobre el festival anual de música Rotilla en la playa de
Jibacoa donde los jóvenes, según dice el catálogo del evento ``hablan de
las libertades que tienen durante tres días y de otras que sienten
vedadas más allá de ese entorno''.
Aunque el premio principal recayó en Memorias del desarrollo, suerte de
continuación del clásico de Gutiérrez Alea, Memorias del subdesarrollo,
del cineasta Miguel Coyula, quien vive en Nueva York, aunque es
bienvenido en La Habana, prefiero subrayar otras aproximaciones más
obvias a la realidad cubana como el nuevo corto de Arturo Infante,
recordado por su contundente filmografía: Utopía, Gozar, comer, partir y
El intruso, que se titula Comité 666, velado homenaje al Bebé de
Rosemary, de Roman Polanski, donde los miembros del Comité de Defensa de
la Revolución Mártires de Transilvania se preparan para la llegada de
Satanás a La Habana.
on su acostumbrado y cínico humor, Infante detalla los preparativos de
la bienvenida, donde se hacen croquetas de carne humana, así como una
repugnante caldosa y son presentadas, en asamblea electoral, las tres
candidatas llamadas a engendrar el Anticristo, quienes ostentan obvios
expedientes antisociales: prostitución, asesinato, drogas y otros
``méritos'' para merecer ser la madre María del hijo del Diablo. La
elegida, finalmente, resulta ser virgen, condición especial para su
popularidad, aunque en la reunión una ``cederista'' comenta que es
seleccionada por ser hija de un dirigente.
También se presentó un dibujo animado de apenas dos minutos de duración
titulado La prisión, dirigido por Marcos Menéndez, donde dos personajes
malvados la emprenden a golpes contra uno más pequeño que le ha dado por
gritar libertad. En cierto momento hasta le cosen la boca y los ojos y
el término maldito vuelve a escapar mediante una flatulencia. Al final,
lo encierran en una pequeña prisión construida, precisamente, con la
palabra que ha sido la causante de tantos agravios en Cuba: libertad.
http://www.elnuevoherald.com/2011/03/14/902805/alejandro-rios-astucia.html
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