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Tuesday, December 08, 2009

LA VIOLACIÓN SISTEMÁTICA DE LOS DERECHOS HUMANOS LABORALES EN CUBA: VARIOS EJEMPLOS

LA VIOLACIÓN SISTEMÁTICA DE LOS DERECHOS HUMANOS LABORALES EN CUBA:
VARIOS EJEMPLOS
2009-12-08.
Elías Amor, Economista ULC

(www.miscelaneasdecuba.net).- En una nota difundida el pasado 7 de
diciembre, y ante la celebración del 60 Aniversario de la Carta de
derechos humanos de Naciones Unidas el 10, el Consejo Unitario de
Trabajadores Cubanos, CUTC, ha denunciado la pésima situación del mundo
laboral en la Isla.

En contra del mensaje oficial y la propaganda castrista, Cuba, régimen
comunista totalitario, está lejos de cumplir las condiciones del trabajo
digno y el salario justo preconizado por la OIT. El trabajo es aprobado
por el Estado, a la vez dueño de los medios de producción, y el salario
no satisface las mínimas necesidades de la clase obrera.

Esta combinación de estructuras bajo el control del Estado ha llevado a
los trabajadores cubanos a desarrollar su vida en uno de los peores
sistemas existentes a nivel internacional en el que se acumulan graves
responsabilidades que el CUTC ha denunciado.

En Cuba, los sindicatos independientes no están autorizados ni siquiera
en el estricto marco de la Ley de Asociaciones vigente. Se expulsa de
los centros de trabajo a quienes pertenecen a los mismos. Por ello,
persiste el sindicato único; ya que el Estado totalitario comunista solo
reconoce la Central de Trabajadores de Cuba, CTC. Eso lleva a que los
sindicalistas independientes sean hostigados y reprimidos en sus puestos
de trabajo, y perseguidos y encarcelados. Actualmente se encuentran
nueve en prisión desde marzo de 2003.

El derecho a la huelga o el paro forzoso no se permiten en el actual
ordenamiento laboral, a pesar de constituir la primera un derecho de los
trabajadores, siempre que se realice en la forma establecida. En Cuba,
el Estado comunista se ha opuesto sistemáticamente al ejercicio de la
huelga, reconocido en prácticamente todos los países del mundo.

Las medidas coercitivas conllevan en muchos casos a la expulsión
definitiva de los centros laborales, a quienes ejercen el derecho de
expresión, prensa, asociación o reunión. Una marcha pacífica o una
protesta silenciosa se considera un delito de desacato a la autoridad
con la pena de prisión.

El Estado controla la actividad económica planificada y de propiedad
estatal, y con ello el empleo, al igual que los salarios y condiciones
de trabajo. Organismos del gobierno con participación de inversiones
mixtas, o de capital extranjero, contratan a los trabajadores mediante
agencias empleadoras, controladas por el Estado, que limitan a jóvenes
cualificados a acceder a dichos empleos, cuando no son confiables al
régimen.

En las bolsas de trabajo de centros relacionados con la inversión
extranjera, no se respeta el orden de puntuación. Los trabajadores deben
esperar años para ser llamados a formar parte de las mismas. En ese
tiempo la entidad empleadora se abroga el derecho a expulsarlo de la
bolsa de trabajo. En estos casos el trabajador no tiene a quien
dirigirse, ya que el único Sindicato es oficialista y responde a los
intereses del gobierno.

Se mantiene la discriminación racial en sectores productivos en los que
la divisa es el medio de intercambio; principalmente el turismo. En esta
actividad es raro ver trabajadores negros actuando como gerentes o en
cargos de responsabilidad. Igual situación se aprecia con las mujeres,
fundamentalmente si son de raza negra.

La discriminación laboral también se ha generalizado para ocupar cargos
por parte de jóvenes de nuevo ingreso, en sentido general. Pero mucho
más grave aún es que el acceso a la formación está condicionado por el
empleo, ya que los cursos de cualificación en sectores como el turismo
se encuentran en centros radicados en esas las mismas entidades, por la
desconfianza general en la calidad de la formación del sistema general.
Como consecuencia de ello, personas sin vínculo laboral con la actividad
no tienen oportunidad de incorporarse a los puestos de trabajo por
carecer de la formación requerida.

Las retribuciones son insuficientes para acceder a los bienes y
servicios necesarios para las familias. El salario, establecido
obligatoriamente en moneda nacional, es 25 veces más bajo que el peso
convertible CUC, con el inconveniente que los productos fundamentales
para vivir se tiene que comprar en las tiendas en divisa o en moneda fuerte.

Más lamentable aún es la obligación generalizada a todos los
trabajadores a entregar las propinas obtenidas por su buen servicio, o
parte de ella. En las actuales condiciones de vida, ni la seguridad
social ni la asistencia social, satisfacen las mínimas necesidades
económicas de los desempleados, jubilados y los retirados. Por ello es
común encontrar a personas mayores de edad vendiendo en el mercado negro
o pidiendo limosna.

La negociación colectiva, reconocida oficialmente en el Decreto-Ley no.
229, de 1º de abril de 2002, Resolución no. 27 de 2002, del Ministerio
de Trabajo y Seguridad Social presenta, igualmente, notables
deficiencias y es papel mojado. Ni refleja adecuadamente la seguridad
social ni la protección e higiene del trabajo, con una notable
desinformación entre los trabajadores de lo que verdaderamente significa
la Negociación Colectiva. Una situación que sería insostenible en
cualquier otro país del mundo y que en Cuba se mantiene por la férrea
represión y control existente.

La denuncia de la CTUC incluye, entre otros, graves incumplimientos en
diversas normas laborales a nivel internacional. Particularmente, el 10
de diciembre de 1948 la Asamblea General de las Naciones Unidas, AGNU
proclamaba la Declaración Universal de Derechos Humanos, firmada
entonces por la República de Cuba.

Los Derechos Humanos Laborales, como el conjunto de normas jurídicas
vinculadas al trabajo y, por ende, a los trabajadores, también ocupan un
papel fundamental. Por ello estos derechos están implícitos en la Carta
Universal de los Derechos Humanos y en el día 10 de diciembre de 2009,
se cumplen 60 años de su vigencia internacional.

Cuba no puede quedar al margen de este hecho una vez más. Los sindicatos
independientes que funcionan en precario en la Isla constituyen otro de
los brazos de la sociedad civil que merecen nuestro apoyo, respeto y
solidaridad por la tarea que están haciendo en condiciones de extrema
dificultad. Hacernos eco desde el exterior de sus demandas y divulgarlas
es nuestra obligación, y un tributo que dedicamos de forma solidaria.

LA VIOLACIÓN SISTEMÁTICA DE LOS DERECHOS HUMANOS LABORALES EN CUBA:
VARIOS EJEMPLOS - Misceláneas de Cuba (8 December 2009)
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=24697

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