Régimen cubano es 'terrorista'
MANFRED ROSENOW
Especial para El Nuevo Herald
Mi hija y mis dos nietas, nacidas en Cuba, han estado residiendo en
Cuernavaca, México, por 13 años junto a su esposo y padre de las niñas,
natural de México. Hice la petición F3 para el núcleo con fecha de
prioridad 15 de octubre de 1999. El pasado año en junio finalmente
recibí noticias del National Visa Center (NVC). El proceso se extendió
hasta el 17 de este mes de abril, cuando después de viajar en avión 2 ½
horas y estar hospedadas por una semana debido a la cantidad de trámites
que debieron realizar, cumplieron con su cita para entrevista ante una
Vicecónsul en el consulado de EEUU en Ciudad Juárez, México.
La funcionaria no expresó haber encontrado algo incorrecto y no pidió
algún otro documento. Al terminar la entrevista, le entregaron a mi hija
una hoja de trabajo, que también le envío, solamente marcada que sería
contactada por estar el caso en proceso administrativo. Al preguntar mi
hija por el tiempo de espera, al estar preocupada debido a que las niñas
no están asistiendo a clases, le dieron un plazo de tres semanas.
Susana Fernández
Miami
Gracias no sólo por escribirme sino por tomarse el trabajo de hacerme
llegar su carta de manera tan directa y especial como lo hizo, lo cual
compromete mi deseo de servirle con la mayor premura que, dado el caso
sea posible.
Su carta, muy bien escrita y particularmente escueta en verbosidades
innecesarias, explica bastante bien el caso que me consulta. Así y todo,
me surgen perplejidades. Del anexo a su carta (la hoja de resultados de
la entrevista que le dio a usted el Consulado y cuya copia me acompaña)
se desprende que su yerno (el esposo mexicano de la hija pedida) tiene
un pelo menos de 50 años de edad, y que sus nietecitas (nacidas en Cuba)
son tesoritos de 10 y de 7 años, respectivamente. Pero al mismo tiempo
usted dice en su carta que la madre y ellas han estado residiendo en
Cuernavaca, México, por 13 años junto a su esposo. Resultado: que no me
cuadra la lista con el billete, o dicho de otro modo, que me surge un
ápice de desconfianza, no por lo que su carta dice, sino más bien por lo
que no explica, ni nombra, ni dice...
Este comentario mío sería imprudente si no sospechara yo que algo por el
estilo le pasa... al Consulado, y que éste pudiera ser el motivo por el
cual ellos todavía hayan retenido las visas de inmigrante que ustedes
buscan obtener. Por lo demás, no veo nada irregular en su caso y no
entiendo, a cabalidad su impaciencia: (1) los entrevistaron el 17 de
abril; (2) les anunciaron tres semanas de proceso administrativo interno
para la entrega de las visas, pero, (3) usted me escribe el 23 de abril
(¡una semana después de la entrevista!) y ¿qué me pregunta?
¡Absolutamente nada!
Ahora bien, dados todos los parámetros citados, ¿qué es lo que hay que
preguntar?! A la fecha en que saldrá publicada esta columna, ya habrán
pasado las tres semanas y, una de dos: que ustedes habrán recibido las
visas (por correo a su casa) y estén listos para viajar, o todavía
seguirán esperando su expedición. ¿Por qué podría ocurrir esto último?
Porque para el gobierno de EEUU cualquier extranjero que haya vivido de
manera permanente en Cuba, debe ser evaluado cuidadosamente. ¿Y esto por
qué? Porque, aunque usted no lo crea, la Cuba castrista es un país
terrorista (así está catalogado por EEUU) y el esposo mexicano de la
hija se vinculó fehacientemente a ese país. Por eso, aunque él sea el
angelito más inocente del mundo, EEUU considera que es de interés
nacional para este país el comprobar y verificar esa calidad angelical
de él antes de darle asentamiento definitivo en nuestro país.
MANFRED ROSENOW es un abogado y periodista de Miami especializado en
temas de inmigración. Escríbale a El Nuevo Herald, 1 Herald Plaza,
Miami, FL 33132.
http://www.elnuevoherald.com/noticias/mundo/columnas_de_opinion/story/219258.html
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