1. • La presidencia dice que hay "división" pese a haber levantado
las sanciones
2. • Zapatero declara que hay que dialogar con Raúl Castro porque
conviene a la población
Zapatero se ríe con el primer ministro húngaro, Ferenc Gyurcsàny,
rodeado de los demás líderes de la UE. Foto: EFE / BERNAL REVERT
Zapatero se ríe con el primer ministro húngaro, Ferenc Gyurcsàny,
rodeado de los demás líderes de la UE. Foto: EFE / BERNAL REVERT
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PILAR SANTOS / ENVIADA ESPECIAL
BRUSELAS
Los países de la Unión Europea (UE) siguen "bastante divididos" respecto
a la estrategia que hay que seguir para lograr que Cuba avance hacia la
democracia, pese a haber decidido levantar las sanciones del 2003 e
iniciar un proceso de diálogo político.
El gesto de los países europeos "quiere ser un mensaje de aliento a la
población cubana" tras los tímidos cambios introducidos por Raúl Castro,
según dijo ayer Dmitrij Rupel, el ministro de Exteriores de Eslovenia,
país que ostenta la presidencia de turno. No obstante, eso no impide que
algunos miembros, como Alemania, República Checa, Dinamarca, Suecia y
Holanda, tengan "muchas dudas" sobre las consecuencias, aseguró Rupel.
"Es una situación muy embarazosa", admitió.
PROPUESTA ESPAÑOLA
El paso adelante dado por los Veintisiete, propuesto y defendido con
ahínco por España, abre un horizonte amplio para Cuba si el régimen
cumple unas exigencias que, hasta ahora, cuando se las reclamaba en
solitario el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, habían sido
desoídas o cumplidas con tacañería. Esas peticiones, incluidas en el
nuevo texto de la posición común, incluyen la liberación de todos los
presos políticos, el acceso a las cárceles de los organismos
internacionales, la ratificación e implementación de los pactos de
derechos humanos de la ONU y la garantía de las libertades de expresión
e información, además de la facilitación del acceso a internet.
Los países más reacios al levantamiento lograron que el documento
insista en que, dentro de un año, los Veintisiete decidirán si el
diálogo político ha tenido algún éxito. "Si cualquiera de los miembros
de la UE no está de acuerdo en que esa política es efectiva, se pondrá
punto final", aseguró Karel Schwarzenberg, ministro de Exteriores de la
República Checa, uno de los países que menos convencido está del gesto
hacia la isla, y que precisamente será el que presida la UE cuando haya
que reexaminar el proceso de diálogo. La anulación deja solo a EEUU en
su política de sanciones, con el embargo económico impuesto en 1962.
LA APROBACIÓN, EL LUNES
El régimen cubano esperará a pronunciarse, según dijo ayer el ministro
de Exteriores, Felipe Pérez Roque, a que la UE divulgue oficialmente el
documento, que será aprobado el lunes. Pérez Roque solo declaró que la
decisión de levantar las sanciones "es un paso en la dirección
correcta". Cuba ha considerado siempre "injustas" las sanciones
decididas en el 2003, que limitaban las visitas gubernamentales,
reducían la participación en los actos culturales en la isla y obligaban
a invitar a los disidentes a las recepciones en las embajadas.
Preguntado sobre la posibilidad de que el régimen desoiga las peticiones
europeas, Zapatero dijo: "Hay que aprovechar e intensificar ese espacio
de diálogo, que es lo que más conviene al pueblo cubano".
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