2008-06-14.
Sinue Escolarte, Periodista Independiente
La Habana, 7 de junio de 2008.- Nadie habla. Los jefes están en
silencio, hay un silencio total. Solo los voceros, periodistas políticos
del sistema, recalcan después de un descanso, en el que se utilizó a los
disidentes como centro, el fallo de la no aceptación de la apelación
hecha al proceso y encarcelación de los espías convertidos en héroes por
obra y gracia de los medios de difusión, (también políticos) cubanos.
O de la crisis alimentaría que a nuestro país, rico en tierras y mares
para cultivos, vegetales, frutas y viandas, para diferentes tipos de
carne, trabajando la ganadería, las aves y peces, a esta altura, no
debiera nunca haber afectado si en estos casi 50 años no hubiésemos
subsidiado tanto y a tantos para guerras inútiles, salud, educación,
campañas políticas, inventos e improvisaciones costosas e infructuosas
para el pueblo.
Ahí está el resultado, hoy tenemos que escuchar que "tan importante son
las armas como los frijoles", en la voz de a quien nunca le han faltado
ninguno de los dos, como si esto fuera algo nuevo, como una preocupación
no visualizada antes, como un error sin querer.
Es una realidad ineludible. Preguntémonos sin pasiones, sin influencias
políticas ni ideas deformadoras de la realidad, sin retóricas ni
agresiones. Como personas civilizadas que podemos o no llegar a un
acuerdo, pero que deseamos conciliar nuestras inquietudes por el bien de
todos. Seamos justos y preguntémonos.
Con aquella disposición inicial, con aquel embullo, con aquellos deseos
y entrega de todo un pueblo, ¿cuánto hubiésemos alcanzado, si con una
verdadera guía y disciplina, la que sale de la práctica cotidiana del
cumplimiento de las leyes, cuando la satisfacción personal crece abonada
por el resultado, se hubiera alcanzado ya? Seguramente hace mucho la
libreta fuera solo un mal recuerdo y el bienestar inundaría con su
ejemplo a muchos otros países pequeños que hoy siguen nuestros pasos, en
cuanto a pobreza y fracasos se refiere.
Aquellos trabajos voluntarios, ¿para qué sirvieron? Realmente los gastos
en ellos, superaron la improductividad en bienes para el pueblo, pero la
aumentaron, en conciencia política para beneplácito del estado. El
cordón de La Habana fue una triste realidad que aún, hoy, nadie nos ha
explicado, ni podrá hacerlo, sin que se vea la frustrante verdad. La
zafra de los 10 millones, lo ratifica.
Entonces, podemos afirmar que existieron los intentos desde el mismo
comienzo, pero se quedaron en promesas porque de hacerse realidad, el
bienestar del pueblo no hubiese aceptado su manipulación, esa que
garantizó siempre la estancia en el poder de los mismos jefes, 50 años
después, lo cual si era un claro objetivo, que no quedaba visible para
la mayoría.
Los adelantos comprobados en otros lugares del planeta y la perdida del
control de la información, por solo citar dos ejemplos, no lo habrían
permitido. Hace tiempo no tendríamos esta superdictadura y muchísimos no
estarían ciegos y esperanzados en la imposible posibilidad, de que con
este modelo, alguna vez alcanzáramos el éxito.
Algunas de las promesas no cumplidas por el alto mando cubano que solo
dejaron la ilusión en las mentes de nuestro pueblo fueron: Que
llenaríamos la bahía de La Habana con leche. Hoy nuestros hijos dejan de
recibirla a los 7 años. Que tendríamos más y mejores quesos y
mantequillas que Holanda. Hoy, en divisas, muchas veces no existe en las
tiendas recaudadoras.
Que la batalla de los huevos estaba ganada, tendríamos 100 millones de
ellos disponibles. Esto no requiere ni comentario. Que desecaríamos la
Cienaga de Zapata para usarla como tierra de cultivo de arroz. Para que
si nos sobraba territorio que hoy, le daremos a los que deseen
cultivarlas por haber estado ociosas durante tantos años y tenemos que
comprarle a Viet Nam y al enemigo imperialista para la canasta básica.
Todos sabemos que fueron muchas promesas más, que nos dejaron en las
mentes, el deseo y la buena intención del gobierno, que impedido por
factores ajenos a su voluntad, como el genocida bloqueo, no se pudieron
finalmente concretar. Esto, por suerte, ya muy pocos lo creen, solo los
más engañados.
Según declaraciones oficiales del Gobierno, en la voz de Osvaldo
Martines, Presidente de la Comisión Económica del Parlamento hechas en
España, el cubano gana como promedio 408 pesos, unos 17 dólares, una
verdadera miseria, increíble para el mundo. Un venezolano, el que menos,
gana 200 dólares, la diferencia es de 183, que multiplicado por los
cubanos en edad laboral y por solo 40 años, serviría para resolver una
buena parte del déficit que nos produce el bloqueo.
Entonces, ¿quién paga el bloqueo con su pobreza, sus necesidades, su
esclavitud y su resistencia? ¿Acaso es el estado, que goza abiertamente
de sus ventajas? ¿Alguien puede negar el elevado nivel de vida de los
que hoy, nos piden más sacrifico y esfuerzo? ¿Esto también es mentira?
Si la justificaciones son los subsidios de la salud y la medicina, ¿por
qué el estado no realiza un plebiscito para reafirmar si medio siglo
después y con los resultados exhibidos, el pueblo desea continuar
subsidiado? Discúlpenme lo pueril de la pregunta.
Si en la actualidad se decide hacer lo que se debía hace mucho, es
porque no queda otra alternativa. Si hoy se piensa permitir el comercio
privado, es porque no hay más opción. Si se piensa en tener una sola
moneda, no es porque esto haya dañado la autoestima del pueblo afectada
desde siempre por las desigualdades que ocultas tras la falsa justicia
social, invaden estos modelos para apuntalar a la cúpula.
La realidad es otra. Se sabe del fracaso, pero no se reconoce y se ve
envejecido al Gobierno, que no suelta pero tiene que aflojar pues las
falsas promesas ya no son asimiladas y las posibilidades de solución
realmente no existen con el totalitarismo reinante. Ese es el motivo del
silencio actual, seguir ganando tiempo, de lo contrario, después de
haber llegado a esta conclusión, ¿qué lo justifica?
Estamos debatiendo hasta donde llegará la propiedad privada, dice
Osvaldo Martines a la prensa extranjera. ¿Cuánto durará ese debate?
Probablemente será eterno. Quien más trabaje y aporte, cobrara más. ¿Es
que acaso no era esta una de las principales consignas en el socialismo?
¿Qué ha impedido que hasta hoy, se cumpliera?
La doble circulación monetaria fue adoptada hace ya 15 años cuando el
desplome en la URSS del mismo modelo que vivimos hoy en Cuba. El PBI
descendió en ese momento en un 35 %, hundiéndose la exportación hasta un
75 %. ¿Qué habíamos garantizado hasta ese momento para que esto no nos
golpeara? ¿Qué estábamos haciendo? Jugando a la guerra y la solidaridad,
¿quién pagó nuevamente las consecuencias de nuestra inadecuada
administración y débil progreso? ¿Cómo seguir tapando la incapacidad de
un modelo y cuánto debemos esperar para comprobar su eficacia?
Recordemos que el que primero lo aplicó, se sostuvo por 70 años.
La absoluta dependencia, el creciente despilfarro para justificar la
pobreza, amenazados por un imperialismo agresor, que nunca nos ha
invadido ni lo hará, tuvieron mucho que ver, fueron en su momento de una
gran utilidad. Hoy, ya no surten efecto en casi nadie, aunque
diariamente se continúan repitiendo.
La eliminación de la doble moneda se puede abordar porque hemos mejorado
económicamente y porque Venezuela suministra petróleo y los acuerdos
comerciales con China... El mismo error ¿cuántas veces? La dependencia
por la ineficacia que los deja vivir a ellos, los del poder y nos
mantiene siempre en tensión y hundidos a nosotros, por la inestabilidad
socio económica que genera y que padecemos desde antes de la aparición
de este modelo incrementándose paulatinamente con él.
Utilizan una vez más el silencio como alargador de las esperanzas,
mientras, lanzan bolas favorecedoras y crean expectativas vacías, en un
juego constante con las emociones del pueblo que ve como se le va la
vida entre esperar callados para sobrevivir, y luchar ocultos para
sobremorir, en el país donde mejor se utiliza el silencio.
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=15786
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