2008-05-18. www.mariaargeliavizcaino.com
María Argelia Vizcaíno
Los niños pobres cubanos no cuentan hasta el momento con un magnate, ni
organización, asociación, o corporación fundada por cubanos que quiera
trabajar como ALAS para aglutinar intelectuales y personalidades del
espectáculo y ofrecer un macroconcierto para su beneficio. Al menos
voces que les canten nos sobran.
Según informó la Fundación América Latina en Acción (ALAS), se llevará a
efecto el 17 de mayo un macroconcierto simultáneo en México y Buenos
Aires con grandes personalidades del espectáculo, a beneficio de la
organización para luchar contra la pobreza infantil. Noté que de 81
activistas solo había una cubana, la excelente cantante, compositora y
pianista Lena.
Y en la junta de directores, compuesta por 18 personalidades, mucho
menos encontré compatriotas. Eso da a entender que a los nuestros no les
importan los pobres -que no lo creo- o no quisieron estar en una
organización donde se olvidaron de la pobreza de los niños de nuestro
país -lo más probable- o no quisieron invitar a personalidades cubanas
-lo más seguro.
Me hace pensar que por estar esa organización dirigida por personas en
su mayoría simpatizantes de la extrema izquierda, para ellos lo que se
hace en países socialistas está muy bien, aunque sea explotar a los
niños y mal nutrirlos, o que desconocen todavía después de casi cinco
décadas la realidad que se ha vivido en la mayor de la Antillas, lo que
raya en la ignorancia, y eso que son "intelectuales" muchos de ellos.
Suponiendo esto último y creyendo en su buena fe, esa gente a pesar de
tantos años en lo mismo no saben que toda la población cubana desde 1959
es víctima de la violación de sus derechos humanos. Desde que yo era
niña, que ha llovido bastante, porque hoy en el 2008 soy una abuela
blanca en canas, ya a los niños de mi país nos acabaron con las
ilusiones de un Día de Reyes, igualmente el sueño de todo adolescente de
poder viajar al exterior a unas vacaciones o visitar un familiar, además
de que se nos obligaba y se obliga a pagar nuestros estudios con trabajo
forzado en la agricultura, y después de graduados hay que servir donde y
cuando el gobierno disponga, por siempre.
Ellos no saben que nos impusieron una libreta de racionamiento miserable
y la carencia de alimentos básicos ha causado deficiencias graves en el
crecimiento y enfermedades serias. Basta observar algunas fotos de
nuestra capital que es la que mejor está de todo el país, para ver la
mayoría de los niños desnutridos a simple vista, semidesnudos, jugando
(sin juguetes) en lugares inhóspitos, llenos de peligros bajo
edificaciones a punto de derrumbarse, o entre los escombros y basuras
acumuladas, con aguas albañales estancadas, junto a roedores y alimañas
que producen la falta de higiene que el gobierno mantiene, mientras
desarrollan armamentos y propaganda para exportar.
Niños que se les prohibe acercarse a los turistas a pedir golosinas,
visitar instalaciones turísticas, pequeños que no pueden escoger tomar
leche ni comer carne de res, porque la primera se nos quitó desde hace
décadas y sólo toca a un litro diario a los menores de 7 años y la
segunda, cuesta a quien sorprendan comprándola o vendiéndola en el
mercado negro, 25 años de prisión, que son más años que los que condenan
por violar o robar.
Los de ALAS no se enteraron del llamado que hizo desde Isla de Pinos el
3 de enero de 2003 la Asociación Cubana SOS por Nuestros Hijos,
presidida por Lázaro Ricardo Pérez García, a las organizaciones
humanitarias internacionales, a las del exilio cubano y toda persona de
buena voluntad para que le presten ayuda en medicamentos argumentando
que "los reportes recibidos desde todas las provincias del país indican
que las enfermedades imperantes en niños y jóvenes son la desnutrición,
padecimientos respiratorios de origen alérgico y parasitismo". Y ellos
no son los únicos ni los primeros en denunciar esta tragedia.
Es que los simpatizantes del régimen dictatorial no consideran a Cuba en
extrema pobreza, basándose en las estadísticas que ofrece el gobierno
que controla todos sus medios de comunicaciones. Ellos miden la pobreza
del cubano bajo parámetros ficticios como la "maravilla de la educación"
(en un país que eliminaron la libre expresión y disminuyeron
notablemente las decenas de periódicos diarios y revistas semanales
independientes, donde no se permite el acceso a la internet para recibir
la información libre de todas partes, y se prohibe la publicación de
ciertos libros didácticos o autores marcados, que ampliaría la visión de
sus estudiantes, sin contar a los alumnos mal nutridos que pretenden
convertir en máquinas); la "bonanza de la salud pública" (sin mirar la
falta de higiene general como verdadera medicina preventiva y la escasez
de medicamentos básicos o medicinas vencidas u obsoletas, más la
proliferación de negligencias médicas por no contar con suficiente
personal capacitado, ni las nuevas técnicas al alcance de la población,
todo al revés de lo que se brinda al extranjero); la "seguridad social"
(no sé a que llaman esto, porque nada está seguro y es mucho peor a lo
anterior); y dicen ridículamente que "la luz eléctrica y el agua potable
como servicios que están al alcance de cualquier ciudadano cubano,
incluso los más desfavorecidos económicamente" (por algo se han hecho
famosos los "apagones" hasta con canciones por la perenne escasez además
de que eran logros que ya tenía Cuba ganado desde mucho antes de 1959 y
que se han convertido en una pesadilla faltante con la represión
totalitarista).
Es preciso que estos simpatizantes sepan que estar obligados a ir a la
escuela en Cuba y no les sea permitido vagar pidiendo limosnas por las
calles, no quiere decir que sean educados, o estén instruidos, o que no
pasen necesidades nutricionales. Preguntémosle a los que pasamos la
niñez bajo ese socialismo cuántos vieron ofertadas en los mercados
nuestras frutas típicas del país, o cuántos han degustado nuestros
productos típicos del mar vendidos por el gobierno a la población, que
antes de 1959 se vendían sin limitaciones, en abundancia y en moneda
nacional, que nada tiene que ver su desaparición con el llamado por
ellos "bloqueo asesino".
Al menos los niños de esas naciones que les están cantando a su pobreza
no son obligados a permanecer en su país por el capricho de un mal
gobernante que se cree su dueño, ni son separados de sus progenitores
porque estos piensen diferente a lo orientado por el gobierno, ni mucho
menos se les niegue el permiso a reunirse con su padre o madre en el
exterior cuando éste ha corrido con todos los gastos y trámites para que
viaje conjuntamente o vaya a su encuentro. Estos niños cubanos necesitan
solidaridad, igualmente los que injustamente tienen a su padre en
prisión por simplemente no estar de acuerdo con esos abusos, que son
marginados mucho más que los otros.
Lo más triste es esa indiferencia de tantas personalidades que no se han
percatado de que Cuba continúa entre los peores países del mundo en todo
sentido, algo que muy bien pueden afirmar los millones de turistas
atraídos por el comercio sexual, que son famosos los niños y niñas hasta
menores de 12 años que se han prostituido por necesidad y
obligatoriedad, conducidos por trabajadores gubernamentales a los
hoteles (todos del gobierno) vigilados por sus policías, y jamás la alta
jefatura ha hecho el más mínimo esfuerzo para eliminar este tipo de
explotación con los infantes.
La pobreza no tiene categorías y es horrible para todos los niños,
aunque vivan en Estados Unidos que también los hay muy pobres. Es casi
lo mismo que escribió en el mes de enero del 2003 Diosmel Rodríguez, que
"el problema no es competir en calamidad. Los niños y los pobres son
objeto de preocupación social donde quiera que se encuentren, la
diferencia existe, en que en casi todo el mundo son reconocidos como
tal, los medios de difusión no tienen ninguna restricción para
reportarlos y divulgar su imagen a nivel mundial.
Esto no quiere decir que es la solución del problema, pero reconocerla
ya es parte de la solución. Lo triste del caso cubano es que los pobres,
más que pobres, los indigentes tienen que fingir felicidad. Cuando son
entrevistados o cuestionados por alguien, tienen que esgrimir una serie
de loas y justificaciones, que hasta parece que se alegran de su
desgracia". (Artículo completo en http://www.partidortodoxo.org/Pobres.htm )
Pero que se puede esperar de una organización como ALAS que se creó en
diciembre de 2006 como una supuesta alianza para luchar por causas
solidarias de artistas, empresarios e intelectuales latinos que incluye
entre sus miembros a personajes como el magnate mexicano Carlos Slim, al
ex presidente del gobierno "socialista" español Felipe González y es su
presidente honorario nada menos que el corrupto célebre Premio Nóbel de
Literatura Gabriel García Márquez, conocido por su amistad con el tirano
de Cuba que le ofrece privilegios que el diezmado pueblo cubano no tiene
ni tendrá.
No es de extrañar que dejaran fuera a nuestros niños pobres, lo más
penoso es que no contamos hasta el momento con un magnate, ni
organización, asociación, o corporación fundada por cubanos que quiera
trabajar como ALAS para aglutinar intelectuales y personalidades del
espectáculo y ofrecer un macroconcierto para su beneficio.
Al menos voces que les canten nos sobran. Una relación de artistas que
están dispuestos a cantar por Cuba puede ser leída copiando o pulsando
http://www.mariaargeliavizcaino.com/m-ArtistasDebianUnirsePorCuba.html
por si se animara alguno a organizar algo parecido que llame la atención
del mundo sobre nuestros niños pobres. Artículo relacionado en
http://www.mariaargeliavizcaino.com/m-LaDemocracia_Cuba_TambienNececita_Artistas.html
bajo el título de "La democracia de Cuba también necesita de artistas".
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=15380
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