2008-03-24.
Juan Mario Rodríguez, Periodista Independiente, Corresponsal en la isla
de Misceláneas de Cuba
Ya pasaron dos meses del "poco a poco" pronunciado por el Presidente
cubano, pero todavía no hay señales objetivas de que en la isla se
implementarán cambios que la hagan emerger económicamente, y sí de que
la amenaza de continuidad del actual orden de cosas sea una terrible
realidad para nuestro pueblo.
A estas alturas los castristas están inventando una economía de mercado
de base estalinista, involucrando a la población, desconocedora de las
inviolables leyes económicas que son el ABC de la materia, mediante
supuestos debates lanzados al aire por los medios de difusión, como es
el caso de Granma (Órgano Oficial del Comité Central del Partido
Comunista de Cuba).
El artículo Sería Imperdonable que Hipotecáramos el Futuro, publicado el
pasado 14 de marzo, suscitó, según la Dirección, múltiples comentarios.
W. Rodríguez expresó en una carta que: "no puede ser que dejemos solo a
Raúl para hacer la necesaria labor educativa", e insistió en que
"funcionarios conocedores de finanzas, economía y el banco, tienen que
salir a explicar y hasta correr el riesgo de no resultar simpáticos"
ante las crecientes exigencias de la población.
¿Qué van a explicar los especialistas si es que ellos conocen muy bien
que la cuestión no es hacer eso, sino emprender de una buena vez con los
conocimientos que han aprendido y que no están en libertad de aplicar?
Una vez más la libertad se aparece como la clave de la prosperidad pero,
en Cuba, señoras y señores, no hay libertad.
Han pasado dos meses y todavía el tremendo dilema de las tierras
plagadas de maleza que no se les entrega a los campesinos continúa sobre
las mesas de los burócratas y tecnócratas comunistas, sin embargo,
Granma y otros medios isleños han abordado la gravísima situación de la
desocupación en el país cual diamante informativo.
Con el título Más Plazas Que Desvinculados, el periodista Alberto Núñez
Betancourt descubre que "la capital posee una fuerza de trabajo
calificada". El comunicador reveló que "la historia del insuficiente
número de capitalinos en sectores como la educación, la construcción y
la policía, se repite con los choferes necesarios para cubrir los
ómnibus metropolitanos que comienzan a reanimar el transporte en el
territorio".
La pregunta obligada que nos hacemos es: ¿por qué los compatriotas del
este del país, por ejemplo, prefieren ser policías en la capital y no
campesinos en las tierras que los vieron nacer?¿Acaso porque le temen al
marabú? No lo creo.
Aquí tienen, sesudos de la nomenclatura gubernamental -me permito
sugerir- lo que pudiera ser el primer transformamiento que la economía
cubana contemporánea pide a gritos: ¡Desalambren!
Y por favor, no atiborren más al público con las "penurias" de los
estadounidenses y europeos, que eso no colma sus despensas. Este mundo
no es perfecto, como tampoco lo son quienes lo habitan. Y ya que
queremos cambiarlo, nada es más lógico que empezar por casa.
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=14580
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