2008-03-28.
Kallan Poe (seudónimo), Agencia de Prensa Libre Avileña, APLA.
Corresponsalía en Ciegode Ávila de Misceláneas de Cuba
La felicidad es el estado de ánimo de la persona alegre y satisfecha por
la situación en que vive, así lo define El Pequeño Larousse en su
edición del 2006, sin embargo el Diccionario Enciclopédico no aclara que
puede ser vendida y, no siempre comprada, porque para ello tendría que
poseer una sección exclusiva sobre el comportamiento de las leyes en la
Mayor de las Antillas cuando de turistas extranjeros de trata.
En la Cuba "comunista" de hoy, gran parte de la felicidad es vendida
-hasta la fecha-solamente a los "yumas"*(1). Los cubanos intramuros, aún
teniendo la misma o más cantidad de dinero no pueden comprarla ya que al
parecer son una especie de pertenencia del Estado Socialista, que
determina que pueden o no hacer sus "hijos".
Y para quienes últimamente arremeten contra la prensa independiente
tildándola de mentirosa, mercenaria, bla, bla, bla, aquí les mostraremos
dos ejemplos de los cientos que existen que dan evidencias de quienes
son los Dueños de la Felicidad Vendida.
En esta foto apreciamos a dos turistas canadienses hospedados en los
hoteles Todo Incluido de Cayo Coco, en un tour a la ciudad del Gallo,
Morón, paseándose sin camisa o camiseta. Esto no representa una
exclusividad fotográfica, en otras ciudades también sucede.
La exclusividad está en que cualquier ciudadano cubano que imite este
proceder puede ser multado por los agentes del orden, ya que Morón no es
zona de playa. Otro tanto sucede en la Avenida del Coronel Tarafa (a la
izquierda está la señal que prohíbe la circulación de coches tirados por
animales y bicitaxis).
Mas algunos coches tirados por caballos están autorizados a transitar
siempre y cuando sea un "paseo para turistas extranjeros".
Mientras los cubanos de a pie tienen que viajar por una calle secundaria
nombrada Serafina con todo tipo de obstáculos, como quienes se preparan
militarmente para un combate.
Y los que piensen, que aquí hay algo de xenofobia, están bien lejos de
lo correcto, porque si de extranjeros se trata somos los cubanos los que
vivimos como extraños en nuestra propia Casa, y eso no se lo debemos ni
al "imperialismo yanqui", ni al cacareado "bloqueo". A buen entendedor...
*(1) forma coloquial cubana de llamar al turista extranjero.
Foto: Cortesía del autor.
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=14629
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