El pensamiento liberal, reunido para criticar a Cuba, Chávez y el populismo
Rosario, capital socialista, fue escenario de un encuentro internacional
de intelectuales y políticos liberales. Hubo varios ex presidentes y
funcionarios influyentes que cuestionaron los diversos modelos de la
izquierda regional.
Por: Mauro Aguilar
La ciudad donde dio sus primeros pasos Ernesto Che Guevara, que
concentrará las celebraciones por el 80 aniversario de su natalicio y
que gobiernan desde 1989 administraciones socialistas, fue sede del
seminario internacional Los de safíos de América Latina, un encuentro
que aglutinó a reconocidos exponentes del pensamiento liberal de América
y de Europa.
"Populismo" fue la palabra predilecta utilizada por los disertantes, y
el presidente venezolano Hugo Chávez, el hombre más atacado. El tono
crítico abarcó también a las políticas aplicadas en Cuba y Bolivia. No
faltaron cuestionamientos al modelo argentino, aunque moderados, quizás
para no ofender al público anfitrión. Organizado por la Fundación
Libertad con motivo de su 20º aniversario, el encuentro logró reunir,
entre otros, a los ex presidentes José María Aznar (España), Vicente Fox
(México) y Luis Lacalle (Uruguay), al ex subsecretario de Asuntos
Hemisféricos de EE.UU. Roger Noriega, y al escritor peruano Mario Vargas
Llosa, presidente de la Fundación Internacional para la Libertad.
Marcando el perfil del seminario, Vargas Llosa dijo en la apertura que
existen gobiernos en América Latina que "rechazan la democracia y creen
en la revolución", poniendo como ejemplo de estas prácticas a Venezuela
y a Cuba.
Tampoco escapó de su mirada crítica lo que sucede en Argentina, país al
que ubicó en una centroizquierda cercana al "populismo". Le reconoció,
empero, estar dentro de la "legalidad democrática". Aznar celebró lo
alcances de la reunión. "Encuentros como éste nos hacen sentir cada vez
más liberales", apuntó. "Y que cada vez somos más", agregó entusiasmado
frente a un auditorio que celebró la frase.
No parecían pensar lo mismos unos 200 militantes de agrupaciones de
izquierda que un rato antes habían apedreado el micro utilizado por los
disertantes -con Vargas Llosa a la cabeza- para trasladarse al hotel en
el que se alojaban, el único en la ciudad que alcanza la categoría de
cinco estrellas. Liberales y militantes parecieron ser parte de una
disputa por los espacios: los jóvenes de izquierda se convocaron el
viernes en la plaza de la Cooperación -conocida popularmente como la de
El Che, ya que un amplio retrato del revolucionario mira desde lo alto-,
ubicada a 250 metros de la sede de la Fundación Libertad. El lugar fue
ocupado por la Policía el día anterior con el consabido argumento de
preservar la seguridad de los disertantes. Pero en la tarde del viernes
las posiciones de fuerza cambiaron de bando.
Los lineamientos del seminario no se apartaron jamás de una idea común:
defensa de la economía de mercado y ataque a los proyectos de izquierda
que proliferan en el continente. Al intentar una aproximación sobre el
futuro de Latinoamérica, el ex presidente mexicano Vicente Fox apoyó las
reformadas aplicadas en los 80 y los 90. "Se demostró que la economía de
mercado generó riqueza y disminuyó la pobreza en los últimos diez años
un 10 por ciento", aseguró.
En sintonía con Fox, el ex mandatario de Ecuador Osvaldo Hurtado
(1981-1984) llamó a "profundizar las reformas económicas" y advirtió
sobre países como Venezuela y Ecuador, que "conspiran contra democracias
vecinas, como es el caso de Colombia". Como parte del panel "Los dos
socialismos de América Latina", el escritor y periodista cubano Carlos
Alberto Montaner, un acérrimo anticastrista, habló de una izquierda
"nacionalista e intervensionista", una segunda vertiente "vegetariana,
ejemplificada en el socialismo chileno", y una tercera variante a la que
calificó de "carnívora". Dentro de ese modelo ubicó, también, a Chávez.
Otro de los que le apuntó al mandatario venezolano fue el ex presidente
de Bolivia Jorge Quiroga. Lo acusó de encabezar "el proyecto político
tiránico y hegemónico más contundente en la historia de la región". Más
moderado en su discurso, quien gobernó Uruguay entre 1990 y 1995, Luis
Alberto Lacalle, opinó que debe "extirparse la reelección inmediata, que
es el veneno de la democracia".
Roger Noriega dejó en claro que EE.UU. tiene mucho interés en América
latina por tratarse de un "mercado natural", y dejó claro cuál es el
modelo a seguir para las democracias del continente. "Lula es un
presidente que está gobernando dentro de una estructura pluralista y
democrática", elogió al mandatario brasileño. Lula fue, junto al
colombiano Alvaro Uribe, uno de los pocos mandatarios de la región a los
que se le dispensó algún elogio durante el seminario.
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