Viernes 28 de marzo de 2008 | Publicado en la Edición impresa
Hay un viejo refrán español que aconseja no cantar victoria antes de la
gloria y que bien puede aplicarse a Cuba y a las modestas expectativas
que había despertado su nuevo gobierno, que encabeza Raúl Castro. Pues
bien, no conviene apresurarse porque esta semana, en lo que fue
denunciado como un nuevo acto de censura, se bloqueó el acceso de los
cubanos a la página Generación, de la joven cubana Yoani Sánchez, que
criticaba el sistema desde su blog. Lo mismo ocurrió con otros dos blogs
de cubanos en el sitio de Internet en un servidor de Alemania.
Por supuesto que ya era un milagro que Sánchez, la única blogger que
escribe desde Cuba sin ocultarse detrás de un seudónimo, utilizando su
nombre y apellido verdaderos, pudiera seguir describiendo las penurias
de todo tipo en su país, por todas las lógicas complicaciones que
significa comunicarse a través de Internet en la isla: acceso casi
imposible; muy caros y limitadísimos accesos públicos; innumerables
filtros; boicot electrónico, y los "hackers" desde dentro de Cuba. No
obstante, la joven había logrado hasta 1,2 millones de visitas en
febrero último.
La "primavera" de Yoani llegó a su fin esta semana con un acto de
censura que le dio la razón cuando criticó al nuevo líder cubano, Raúl
Castro, por sus vagas promesas de cambio y las mínimas medidas adoptadas
para mejorar el nivel de vida de los cubanos. Sin embargo, el símbolo en
que se han transformado Yoani Sánchez y los otros bloggers, que
encontraron en Internet una herramienta de expresión todavía no regulada
totalmente, se corresponde con la actitud de otros jóvenes cubanos que
cada vez más se manifiestan con bastante libertad y críticamente sobre
los aspectos más duros del régimen: la constante represión, la
posibilidad de una explosión social, los rumores de un nuevo éxodo de
balseros o su disgusto porque la prensa oficialista no reconoce la lucha
de los disidentes.
Para muchos especialistas en historia y política cubana, esta juventud
puede ser la verdadera punta de lanza de un cambio, que todavía no se
sabe si será pacífico o violento. Esos muchachos y muchachas no pueden
identificarse con las viejas consignas de los políticos todavía en el
poder; han crecido y se han formado incluso después de la caída del Muro
de Berlín, por lo cual la dura lucha de los que se enfrentaron con el
dictador Batista a mediados del siglo XX para ellos significa poco
porque están viviendo su propio tiempo de dictadura.
La ausencia de Fidel Castro como máximo líder de la revolución cubana y
la natural e irremediable decadencia de su ideología son los anticipos
de una Cuba que muy lentamente comienza a reclamar otro tipo de vida y,
como es lógico, han de ser los más jóvenes los que lideren este cambio.
No comments:
Post a Comment