2008-03-29.
Dr. Darsi Ferrer
La Habana, 23 de marzo de 2008.- Uno de los mayores obstáculos a sortear
por aquellos que aún creen en la llamada revolución es el daño que les
causan algunos funcionarios del Estado que, investidos de poder y bajo
el disfraz de proletarios, destruyen la poca credibilidad que queda de
ese proceso en la población.
Estos personajes con su actuar corrupto e ilegal y su estilo de vida muy
por encima del de sus conciudadanos, hacen que muchas personas terminen
por quitarse la venda de los ojos. Se tornan referentes sociales de
desigualdad y, en consecuencia, verdaderos focos de descontento e
inconformidad popular.
Tal es el caso del alto oficial del ministerio del interior que se
apellida González Peña. Sr. que, según dicen, es fiscal militar y está
terminando de construirse una mansión de dos plantas en la calle San
Indalecio esquina San Bernardino, localidad Santos Suárez, en la Habana,
de unos 40 metros de largo por 14 de ancho, donde dispone de todos los
equipos y comodidades hogareñas. Condiciones que superan el confort de
muchas familias ricas de países del primer mundo.
También es propietario de un automóvil moderno, marca Volkswagen, y en
uno de los garajes guarda la carrocería y las piezas de otro.
Paga de su bolsillo una brigada de trabajadores particulares, que cobran
mucho más que el salario promedio del país, la que está a cargo de su
construcción. En su casa todas las semanas descargan sin ningún problema
rastras del Estado repletas de materiales, hasta silos de cemento.
En estos momentos que el gobierno reconoce un déficit de 500 mil
viviendas, que más del 60 % del parque habitacional está en malas
condiciones y que muchas obras sociales están paradas o abandonadas por
falta de materiales, el Sr. González Peña exhibe un lujoso nivel de vida
que nada tiene que ver con su entorno, donde el deterioro de las
viviendas demuestra la miseria en la que sobrevive el pueblo y las
limitaciones del gobierno para solucionar problemas elementales por
escases de recursos.
Fue precisamente el alto oficial Peña (unos dicen que es mayor, otros
teniente coronel) quien en la tarde del pasado viernes, 21 de marzo, me
ofendió a gritos en plena vía pública y delante de mi hijo de 6 años de
edad, animado por la compañía de 4 ó 5 de sus empleados. El pretexto de
su acción fue simplemente que le devolví la mirada sin otro gesto,
mientras caminaba por frente a su casa.
Mientras él me faltaba el respeto con groserías calumniando mi hombría y
llamándome contrarrevolucionario, mi respuesta fue la misma a cada uno
de sus insultos: "tú le robas al pueblo, ladrón". Llegó al punto de
amenazarme con meterme preso y con matarme.
Después de esa desagradable situación me personé en la unidad de la
policía conocida por "Aguilera", donde aceptaron mi denuncia y dijeron
que le darían curso a la investigación de lo sucedido. El comprobante
registra que la denuncia fue tomada por el subteniente carpeta Yunier
Mora Díaz y que es la # 14317.
Ignoro si el militar Peña actuó por propia iniciativa o bajo las órdenes
de la seguridad del estado, con la intención de boicotear el Encuentro
entre Cubanos que planificamos realizar en los próximos días. El
desenlace final de las autoridades aclarará la duda.
Espero que la indiferencia y el hacer la vista gorda no sea la solución
a este grave hecho, pues ocurrió ante la presencia de mi pequeño niño y
en medio de la calle delante de los vecinos. Además, por su profesión
este personaje está encargado de velar por el cumplimiento de la ley, de
sancionar a los militares que la violen, y porta un arma de fuego que
por lo demostrado está presto a utilizar para agredir a cualquiera
aunque no existan motivos.
"Revolucionarios" como el Sr. González Peña ignoran la alerta de su
líder histórico, quien aseguró hace pocos años que los funcionarios
corruptos son sus mayores enemigos. La impunidad con la que actúan
desmiente la supuesta campaña contra las ilegalidades en la que dicen
estar enfrascados los principales dirigentes del Estado.
¿Qué sentido tiene que el gobierno firme los Pactos relacionados con los
Derechos Humanos de las Naciones Unidas si tolera sin ningún reproche
este tipo de violaciones?
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=14650
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