2007-7-20
Por Beatriz del Carmen Pedroso.
Periodista independiente cubana.
Cuba país caribeño vecino al norte con el coloso mundial los Estados
Unidos de América y Bahamas. Con una población de 11 243 836 millones
habitantes hasta el año 2005. Constantemente azotada por los ciclones
del Atlántico.
Desde hace 48 años los cubanos se enfrentan a innumerables carencias de
alimentos, medicinas y todo tipo de artículos de primera necesidad
sobreviviendo con un salario medio de 330 pesos cubanos y dos monedas,
una el dólar (prohibida su circulación interna) y una moneda convertible
(CUC) mas conocida por "chavitos", seudónimo de la jerga popular que los
define como "dinero de papel para jugar a los negocios".
Para que se entienda mejor la problemática, 330 pesos cubanos hacen un
equivalente a 14 dólares aproximadamente, al cambio unos 10 chavitos
(CUC) los cuales no cubren ni la mitad de las necesidades domésticas
del cubano.
Según estudios estadísticos oficiales, la tasa anual de crecimiento es
de 0.2% por cada 1000 habitantes. Los hombres y mujeres de la Isla se
rehúsan a procrear, fenómeno justificado por la preocupación de
alimentar a los hijos, las madres recién paridas, la falta de vivienda y
otros importantes gastos necesarios imposibles de asumir. Es por ello
que el país tiene una población mayoritaria de 65 años en adelante. Una
fuerza laboral reducida, situación que se agrava porque miles de cubanos
en edad laboral activa no quieren ocupar empleos en la agricultura, la
producción y otros servicios mal remunerados y tan necesarios para el
desarrollo del país.
Al recorrer las calles en Ciudad de La Habana se pueden encontrar a
hombres y mujeres, jóvenes y adultos sentados en parques, plazas, aceras
y hasta en las calles jugando domino, ( juego popular con fichas )
bebiendo o simplemente charlando. Esa parte de la población vive de las
remesas familiares procedentes de los Estados Unidos y otros países, del
desvío de recursos o simplemente del mercado subterráneo donde se proveen.
Hasta la década de los 90 el país mantuvo la salud publica y la
educación en óptimas condiciones y completamente gratis. Sin embargo con
el derrumbe de la Unión Soviética y el mantenimiento del embargo
norteamericano, el gobierno de La Habana justifica el deterioro de ambas
y el mal manejo de la economía.
El discurso oficial ha mantenido por mas de 40 años la retórica de su
infelicidad. Pero no a podido evitar la puesta en practica de la doble
moral en la gran mayoría de los ciudadanos. Esta consiste en el
constante robo en todos los renglones productivos y de consumo, el
aplauso a la oratoria oficial y una emigración cada vez mas necesaria.
Creándose también las delaciones oportunistas y divisiones sociales lo
cual es un arma de doble filo para el propio régimen.
Actualmente el gobierno se prepara para el proceso de elecciones
generales, evento que comenzara en Octubre. Incluye los comicios
parlamentarios provinciales y municipales que concluirán en el año
2008 con la ratificación del presidente Fidel Castro.
A pesar del infortunio de los cubanos estos aprobaran por mayoría de
votos sus elecciones. Unos por el terror, sentimiento muy común, y
otros por la costumbre de vivir del cuento, la creencia de un cambio
pacifico y la indisciplinada vida a que se han acostumbrado.
Así la Isla vivirá dos años mas de aparentes triunfos y virtuales
logros. Siempre teniendo de excusa por sus fracasos a los vecinos del
norte, hecho que constituye en la opinión general un gran negocio
para muchos incluyendo a los propios gobernantes cubanos.
En los años 90 en el mal llamado periodo especial muchos se decidieron
hacer evidente su disgusto y el número de asaltos, muertes violentas por
robos de bicicletas, motos, autos, joyas y hasta por un par de zapatos
se elevo en gran medida. Fue una época dura de miseria y apagones donde
se tiraban botellas a la calle, se cocinaba con el tuétano de los huesos
de vacas robados del matadero y se comía picadillo de cáscaras de
plátano verde. En esa época los cubanos estuvieron al punto de una
rebelión, hecho que no fue aprovechado por la disidencia interna y
sofocado rápidamente por las brigadas de respuesta rápida, fuerzas de
ayuda violenta al gobierno. Cuentan que los mismos que rompieron
vidrieras y crearon el caos, cuando la cosa se puso dura viraron la
tortilla al revés y se pasaron al bando contrario. Imágenes de archivo
de la televisión lo demuestran.
Cuando la isla se hundía ahogada por el problema de los salarios, los
elevados precios de los alimentos, la pésima situación del transporte y
la vivienda, Raúl Castro asume la responsabilidad junto al Ejercito
asumiendo todo el control de los abastecimientos y dejándoles espacios a
los campesinos para vender todos los alimentos procedentes de la
agricultura. Las plazas, calles y mercados se llenaron de diferentes
productos. Otro tanto hizo con los artesanos y artistas. En ese periodo
se permitió a los ciudadanos legalizar sus viviendas. Disminuyo el robo
y los asaltos, prácticamente desapareció el peligro de las calles. Se
estableció el trabajo por cuenta propia hoy día tan difícil de mantener
por las enormes trabas y el chantaje de inspectores corruptos.
Hoy el gobierno tiene compromisos y deudas mucho mayores, las
diferencias de clases aumentaron a partir de la llegada de los exiliados
cubanos, las corporaciones extranjeras y las remesas familiares. La
información es robada constantemente por antenas importadas o de
fabricación casera, ya no tienen una venda en los ojos, el pueblo sabe
mas de lo que el gobierno se imagina. Los pronósticos más valientes se
escuchan en largas filas del pan racionado, el pollo mensual, los
ancianos que madrugan para comprar el periódico y revenderlo y hasta en
los centros laborales o reuniones de amigos.
Los cubanos tienen la esperanza de que el gobierno de Raúl Castro, jefe
del ejercito y sucesor constitucional de su hermano Fidel Castro desde
el pasado 31 de Julio del año 2006 hará cambios. Los más atrevidos
aseguran el final de las torturantes relaciones entre Cuba y los Estados
Unidos de América que tantas muertes y separaciones familiares ha traído.
El cubano de a pie es pacifico, de hecho ha tenido su parte. Tampoco
existen lideres con carisma a seguir. Los aparatos represivos del
régimen se encargan constantemente de sofocar cualquier manifestación de
inteligencia o simpatía y las que actualmente existen no tienen voz en
los medios de comunicación alternativos dentro del país. El gobierno de
La Habana no escatima recursos para apresar, espiar, desacreditar y
penetrar cualquier movimiento disidente. Los presos políticos en son una
prueba de ello.
De hecho el calvario comienza por la existencia fundamental de la
alimentación; la libreta de racionamiento alcanza apenas para 15 días
mal comer y las compras en los mercados desgastan mucho más la vida. A
eso se le suma la carencia del transporte y la falta de vivienda o estas
en mal estado.
Es evidente que la irritabilidad de los cubanos llega a termino y el
gobierno esta consciente. Una prueba fueron las deudas estatales
acumuladas por concepto de pago a los campesinos privados responsables
de un 60 % de la producción agrícola. Los alimentos se perdían en el
campo o se vendían a traficantes de la bolsa negra que a su vez los
revendían en el mercado subterráneo. Una cabeza de ajo pequeña llegó a
costar 30 pesos cubanos, mientras otros productos estaban extinguidos o
llegaban en mal estado.
En este caso la actitud asumida por el campesinado hizo ver al gobierno
la ineficiencia estatal y las trabas burocráticas que tanto hacen sufrir
a la gente.
Por iniciativa del propio Raúl Castro se pagaron todas las deudas a los
agricultores y establece un sistema de pago semanal por facturas.
También la policía deja de perseguir a los taxistas por cuenta propia.
El estado no puede brindarle al pueblo un sistema funcional de
transporte colectivo a gran escala y en horarios picos, aunque en este
caso no todo el mundo puede tomar un taxi para trasladarse al trabajo o
a clases.
Sin embargo la voz populi pide cada vez mas incrementar la producción,
mejorar la calidad de vida de los cubanos con reformas en la estructura
del gobierno. Incrementar el trabajo por cuenta propia, descentralizar
la economía y conceder automía a las empresas entre otras reformas
momentáneamente.
El cambio económico es inevitable, aunque desaprobatorio el método de
los cubanos al limar el aparato estatal con el desvío de recursos, la
doble moral y la inasistencia al trabajo, no se puede negar que sin
disparar un tiro, mas pobres que sus ancestros africanos y con una
paciencia asiática han sofocado la economía. Le han hecho saber al
régimen en estos 48 años de su resistencia, la incredulidad a las
excusas y el conocimiento que sin ellos el barco se va a pique.
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