Pages

Friday, July 13, 2007

Otro año perdido

Sociedad
Otro año perdido

Raúl Castro cumple un año al frente del gobierno 'interino' sin mejorar
la interminable relatoría de angustias ciudadanas.

Marcos Tobar, Matanzas

martes 10 de julio de 2007 6:00:00

Pasado ya casi el séptimo mes del año, a punto de arribar al primer
aniversario de que Fidel Castro delegara poderes en su hermano Raúl, los
cubanos siguen con algunas preguntas a flor de labios: ¿y la economía
qué?, ¿y el tan cacareado bienestar para cuándo?, ¿y los frijoles, que
dicen son más importantes que los cañones, dónde están?

Hay otras, tantas, que haría interminable la relatoría de todas las
angustias que a fin de cuentas, con Fidel o con Raúl, no han tenido y al
parecer no tendrán pronta solución.

No hace mucho las agencias de prensa dejaron caer, como gotero en ojo
malo, una retahíla de noticias que quitaban el resuello al menos
escéptico de los mortales: la cosecha de papa este año ha sido un
fracaso total, naufragaron las perspectivas de mejoría en la industria
azucarera, y los pequeños agricultores responsabilizan al Estado y la
falta de recursos que este propicia por la baja producción de viandas,
granos, cárnicos y hortalizas.

Las calamidades no terminan ahí. Este año las autoridades del turismo se
han visto en la obligación de desembolsar inversiones millonarias para
paliar su decrecimiento. Los planes hablan de tímidas rebajas a algunos
paquetes y productos, más habitaciones, ofertas más atractivas,
reparación y señalización de carreteras y remodelación de terminales
aéreas, además de la creación de campos de golf, marinas para yates y
hasta parques temáticos.

Sin embargo, no refieren, al menos no lo hacen públicamente, que muchos
visitantes se quejan de que la Isla se convirtió en un destino demasiado
caro tras el impuesto decretado al dólar —las casas de cambio entregan
80 CUC por cada 100 dólares— y protestan por la mala calidad del
servicio en relación con los precios.

Rosario de inclemencias

Uno de los principales renglones exportables del país, el tabaco,
anunció también su merma productiva. A pesar de alegar que la hoja
tendrá ahora más calidad, la verdad es que los planes de cumplimiento
caerán un 12% este año. Esto podría incidir muy negativamente, además,
en la disponibilidad para la demanda interna, resentida por el
desabastecimiento periódico que sufren las entidades comercializadoras y
la baja calidad del producto que llega al fumador cubano. Paradojas de
la empresa socialista que se autoproclama la más humana de todas sobre
la tierra.

El petróleo no escapa a este rosario de inclemencias. Con todo y la muy
"generosa" mano que tiende Hugo Chávez, se dice que el crudo podría
poner en peligro la estabilidad de la denominada "revolución
energética", pues se anunció que la remodelación de la refinería de
Cienfuegos no finalizará a tiempo.

O sea, que la Isla continuará necesitando importar petróleo ligero para
sus refinerías, puesto que el llamado "oro negro" producido aquí es
demasiado pesado y apenas puede ser usado con otro fin que no sea la
generación eléctrica.

La campaña que llevan adelante las autoridades contra la corrupción y
para hacer más férrea la disciplina laboral, ha sacado a la luz las
lagunas existentes en la productividad, el aprovechamiento de la jornada
por parte de los trabajadores y las insatisfacciones de la mayoría por
los bajos salarios y la falta de estimulación entre los productores para
elevar los rendimientos.

Semanas atrás, el ministro de Trabajo, Alfredo Morales, se refirió a la
necesidad de revisar la política salarial para garantizar "que el sueldo
sea el principal estímulo para que cada quien reciba según su aporte".
No olvidemos que el salario promedio del trabajador cubano asciende a 12
dólares, es decir, 310 pesos mensuales, lo cual es más alarmante en
relación con los precios de los alimentos, la ropa, el calzado y demás
artículos.

Nuevos y viejos problemas

El escándalo más reciente en predios gubernamentales vino de la mano de
uno de los problemas más acuciantes para el cubano desde hace décadas:
la vivienda. El propio Carlos Lage, secretario ejecutivo del Consejo de
Ministros, hombre muy reservado según "exigencias" del secreto estatal,
debió reconocer gigantescos fraudes en el programa de construcción de
nuevos hogares para cubanos necesitados. Y no es que él usara ese
calificativo, ya sabemos de su parquedad. Es que deben haber sido
realmente gigantescos para que hayan decidido hacerlos públicos.

Dicho programa no sólo se encuentra retrasado, sino que muestra
demasiadas fisuras en su gestión a cargo de los organismos competentes,
el Instituto Nacional de la Vivienda y el Ministerio de la Construcción,
incapaces de garantizar el adecuado control y una eficiente distribución
de los recursos materiales.

Además, por si fuera poco, Lage se vio ante la urgencia de recordar que
"nada justifica un fraude o un engaño como se produjo el pasado año
cuando un número de casas fueron reportadas concluidas y no lo estaban",
según indicó en un encuentro con los presidentes municipales del Poder
Popular, publicado por el diario oficialista Granma.

El caso de la agricultura continúa siendo trágico. Los productos
escasean y, lógicamente, los precios no bajan. En algunas provincias
llegaron a eliminar irreflexivamente los mercados agropecuarios, con la
¿ingenua? pretensión de sustituirlos por unas populosas ferias
dominicales con precios "topados", que han hecho más críticas las
carencias en la mesa de los cubanos.

Durante las recientes sesiones de la Asamblea Nacional se informó que la
cadena de impagos estatales a los campesinos había comenzado a ser
eliminada. Sin embargo, se escucharon nuevas exigencias en torno a la
necesidad de atender mejor a un sector tan sensible para todos.

El inventario de las penurias en la Isla podría ser aún mayor. Hasta el
momento han abundado las reuniones para discutir "entre revolucionarios"
varios de los problemas más asfixiantes para la economía nacional. Pero
las soluciones siguen demorando.

Las promesas de mejoría tienen un ciclo largo, a pesar de que los
cubanos estamos viviendo al día desde hace muchas décadas. Si Raúl
Castro llegó a acuñar la famosa frase de que los frijoles son más
importantes que los cañones, hoy la realidad muestra que estamos hartos
de maniobras y operaciones defensivas contra una supuesta invasión
enemiga que no hemos visto por ninguna parte, y hasta se invirtieron
cuantiosos recursos en el rearme del Ejército, pero de aquello, es
decir, lo otro, nada.

No caben dudas de que este será otro año perdido.

http://www.cubaencuentro.com/es/encuentro-en-la-red/cuba/articulos/otro-ano-perdido/(gnews)/1184040000

No comments: