Aumenta consumo de drogas en la capital cubana
Leonel Alberto Pérez Belette
LA HABANA, julio (www.cubanet.org) - El consumo de sustancias
psicotrópicas se ha disparado en la capital cubana durante los últimos
meses entre diversos sectores de la sociedad. Frecuentemente las
consecuencias del consumo de drogas son fatales, pues conducen a la
disfunción del sistema nervioso, o a la muerte.
En Cuba, por suerte, no es común encontrar las drogas fuertes -derivados
del opio, crack, LSD, éxtasis- , pero sí otros preparados nocivos. En
especial, los psicotrópicos en diversas combinaciones y mezclas con
otras drogas de uso común, como el café y el alcohol, las cuales pueden
llegar a provocar los mismos nefastos resultados enajenantes,
degenerativos y adictivos. Incluso, se torna peor el cuadro cuando se
adiciona drogas de uso tradicional como: marihuana, hongos alucinógenos,
o té de campanilla (planta cubana silvestre alucinógena, ocasionalmente
tomada como infusión por la población campesina).
Parte del incremento del consumo de drogas se asocia a una ligera
recuperación en el área farmacéutica y al aumento de las importaciones
de estas sustancias. En ningún caso es una justificación, ya que estos
fármacos, en teoría, se suelen expender bajo prescripción facultativa
para el tratamiento de algunas enfermedades.
Lo más preocupante es que debido a la falta de opciones de diversión, a
la carencia de recursos económicos y a una realidad que anula, los más
propensos a caer en las redes del vicio son los adolescentes y jóvenes.
Es una especulación, claro, porque en países desarrollados y con
opciones de diversión, el consumo de drogas entre la juventud es un
flagelo casi incontrolable.
Este mismo reportero tuvo que llevar recientemente, junto a otras
personas, a una muchacha de 19 al cuerpo de guardia del hospital Calixto
García. Claudia, que así se nombra, permaneció cinco días en coma,
ocasionado por una sobre dosis, en la sala de cuidados intensivos. Ella
y otros jóvenes habían ingerido un coctel de varias pastillas, además de
una botella de Guayabita del Pinar (ron típico de la provincia Pinar del
Río), según ellos, para sentirse bien mientras cantaban en los bancos de
la Avenida de los Presidentes.
Una vez recuperada, la joven dijo a este reportero que no era su primera
vez, aunque nunca había estado tan grave. En el futuro tendría más
cuidado con la dosis. Claudia es una muchacha aparentemente alegre,
escribe poemas, pinta y estudia con resultados aceptables. Procede de
una familia funcional y a simple vista no parece tener desórdenes de
conducta.
Algunos especialistas señalan que en estos casos el factor fundamental
es el ambiente que rodea a la joven. Claudia creció en medio de la
crisis de valores que se ha agudizado desde el comienzo del periodo
especial. Al igual que ella, muchos jóvenes vagan en la desesperanza y
tienen como meta abandonar el país.
Los fármacos más usados por los adolescentes son: homatropina liquida o
en polvo -de uso oftalmológico-, diazepán en diferentes variantes,
parquisonil, carbamazepina, ketanfetamina, anestésico de uso veterinario.
La policía, por su parte, la emprende contra los jóvenes que se agrupan
para hablar o cantar, y permanece impasible frente a estos fenómenos.
Con tal de que los jóvenes se queden quietos, no forme n grandes grupos
y no piensen, les da lo mismo. Claro, es necesario aclarar que muchos
policías carecen de suficiente cultura para entender el fenómeno, ya que
muchos son traídos del interior del país y en la práctica funcionan como
autómatas.
La automedicación suele ser causa también del aumento del consumo de
drogas. Muchos acuden a estas sustancias sin consultar al médico, para
controlar el estrés, la ansiedad -en el caso de las dietas-,
enfermedades de origen tiroideo y patologías relacionadas con
hipertensiones, cardiopatías, entre otras. Mención aparte merecen
algunas sustancias consumidas por deportistas no profesionales para
mejorar su rendimiento.
Según algunos médicos entrevistados, es común ver en el cuerpo de
guardia de cualquier hospital a pacientes, generalmente mujeres, que han
intentado suicidarse con diazepán. Aunque el intento de suicidio casi
siempre es un chantaje que sólo busca llamar la atención y no la muerte,
en ciertas oportunidades el tiro le sale por la culata a estas personas
y fallecen por insuficiencia respiratoria y otras complicaciones.
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