Alegan que Maradona intercedió por narco
GERARDO REYES
El Nuevo Herald
Mientras estaba preso en Cuba, el poderoso narcotraficante colombiano
Hernando Gómez Bustamante, alias Rasguño, ordenó el pago de unos $50,000
al astro del fútbol Diego Armando Maradona para que intercediera ante el
gobernante Fidel Castro, dijeron a El Nuevo Herald familiares del
traficante.
Gómez pretendía que Castro lo deportara a Colombia, para así poner fin a
las agobiantes condiciones en que se encontraba en una celda de alta
seguridad en la que intentó suicidarse dos veces, explicó a El Nuevo
Herald su hermana Sorángel.
En una entrevista con la revista Semana, publicada ayer en su portal de
internet, Gómez se refirió a la intermediación del famoso jugador.
''También se buscó a Diego Armando Maradona a quien le dimos 50,000
dólares, pero se voló con la plata'', dijo Gómez a la revista.
El Nuevo Herald supo de esta versión hace siete meses en entrevistas
separadas con Sorángel Gómez y Natalia, la esposa de Gómez.
Gómez, jefe del cartel del Norte del Valle, fue deportado en febrero de
Cuba a Colombia y ayer fue extraditado de Colombia a Estados Unidos,
donde afronta cargos de narcotráfico.
En diciembre, El Nuevo Herald consultó la versión del supuesto pago con
Gabriel Buono, un amigo muy cercano al futbolista argentino, quien lo
acompañó a un viaje a Colombia en julio del 2005 durante el cual
Maradona habría recibido el dinero como adelanto por su gestión.
''Es todo una estupidez'', dijo Buono, ''no sabemos cúal es el motivo y
a qué quieren llegar los que supuestamente están hablando, pero no nos
preocupamos'', agregó.
Buono explicó que Maradona sabía que existía la versión de su presunta
intermediación entre Castro y el narcotraficante a raíz de un mensaje
electrónico que El Nuevo Herald le envió al futbolista a través de Buono.
Maradona visitó Medellín en julio del 2005 por invitación de su amigo el
futbolista colombiano Chicho Serna, según la página oficial en internet
del famoso goleador argentino. ''Aquí no se trata de que sea ilegal o no
[haber recibido el dinero]. Diego no tuvo trato con nadie de ahí. No
creo que a Diego se le ocurra hablar de ese tema con ningún allegado a
la gente de La Habana, fue invitado por ser Diego Maradona y nada más'',
agregó. De acuerdo con Buono, Maradona no volvió a Cuba, ''ni siquiera a
su casa'' en La Habana.
Gómez, de 48 años, fue arrestado en julio del 2004 cuando arribó al
aeropuerto internacional de La Habana, después de que agentes de
inmigración descubrieran que su pasaporte era falso.
A pesar de que cumplió con la pena por cargos de falsedad de documentos,
continuó bajo arresto en la isla mientras se investigaban cargos de
narcotráfico. La acusación por narcotráfico no prosperó y fue deportado
a Colombia.
La dilación del proceso y las condiciones de su encarcelamiento lo
llevaron a buscar la intermediación de Maradona y del escritor Gabriel
García Márquez, explicó a la revista Semana.
El Nuevo Herald supo que Gómez logró ciertos privilegios en su celda en
la sede de Villa Marista, de la Seguridad del Estado en La Habana.
Contaba con una pequeña nevera, un aparato de DVD, y tenía derecho a
recibir comida preparada en la casa que alquilaron sus familiares en esa
ciudad.
Dada la amistad del futbolista con Castro, se concluyó que la manera más
directa de lograr que el gobierno de la isla resolviera su situación,
después de dos años de estancamiento e incertidumbre, era acudir a Maradona.
Pero fue otro intento perdido, dijo Sorángel. Según los familiares de
Gómez, Maradona recibió, a manera de adelanto, los $50,000 y nunca más
supo de él, a quien también le había prometido $2 millones si se
concretaba el favor del gobierno cubano.
''Hernando ha mandado a decir que quiere que se sepa que Maradona no le
cumplió, que le pagó 50,000 dólares y no hizo nada'', dijo Sorángel.
''El está muy disgustado con eso porque hay mucha gente que le ha sacado
plata y no ha hecho nada'', agregó.
Un informante del gobierno de Estados Unidos familiarizado con las
conversaciones con Maradona explicó que los contactos se hicieron en
Medellín durante una visita del futbolista a la ciudad colombiana en
julio del 2005. ''La gente de Hernando le organizó varios paseos a
fincas con prostitutas y todo'', dijo el informante, quien no se
identificó por razones de seguridad.
La visita de Maradona a Medellín para proponerle su intermediación se
hizo a través de un cercano colaborador de Gómez conocido con el apodo
de Perraloca.
El dinero del adelanto fue entregado en efectivo y a Maradona lo
llevaron a una finca cercana a Medellín, donde estuvo un par de días
''muy bien atendido por modelos'', agregó la fuente.
Los hombres de Gómez esperaron para ver qué ocurría con la intervención
de Maradona ante Castro, pero el futbolista no volvió a dar señales,
dijo el informante.
En el año 2000, Maradona se sometió a un tratamiento contra la
drogadicción en el Centro de Salud Mental (CENSAM) de Cuba. Durante su
recuperación forjó una estrecha amistad con Castro por quien profesa una
gran admiración.
''Para mí el comandante es un Dios'', exclamó Maradona tras entrevistar
al líder cubano en un popular programa de la televisión en Argentina en
octubre del año pasado. ''Nadie tiene su cabeza, nadie tiene su
pensamiento, nadie tiene su humanidad'', agregó.
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