Buscan eliminar restricciones a viajes y remesas a Cuba
RUI FERREIRA
El Nuevo Herald
Un grupo de congresistas de ambos partidos, favorables a una 
aproximación con Cuba, presentó ayer en la Cámara de Representantes un 
proyecto de ley que pretende eliminar las restricciones a viajes y 
remesas a la isla para los cubanoamericanos.
La idea, admitieron fuentes cercanas al Partido Demócrata, es relanzar 
en el Capitolio la discusión sobre la necesidad de suavizar esas 
restricciones partiendo del principio de que los viajes familiares a la 
isla deben ser considerados una cuestión elemental de derechos humanos.
El presidente George W. Bush aprobó en junio del 2004 un paquete de 
restricciones que limita los viajes de cubanoamericanos a una vez cada 
tres años y restringe los envíos de asistencia monetaria a familiares 
directos.
El proyecto para desechar esas medidas fue presentado por el congresista 
demócrata William Delahunt y su colega republicano Ray LaHood, quienes 
aseguraron que cuenta con un apoyo sustancial entre sus pares.
''Esta ley permitirá viajar a los ciudadanos estadounidenses y los 
residentes permanentes con familiares en Cuba cuando quieran, sin tener 
que conseguir una autorización del gobierno norteamericano'', explicó 
Delahunt, congresista por Massachusetts, en un comunicado.
El proyecto contempla, además, un permiso para que en esos viajes los 
cubanoamericanos puedan llevar a la isla todo el dinero que quieran.
''Hay muchos gobiernos en el mundo de hoy con los que no estamos de 
acuerdo, pero permitimos a la gente preocuparse por sus familiares, ir y 
volver, y también damos a la gente la oportunidad de unirse con sus 
familias'', añadió LaHood, congresista por Illinois.
Este proyecto era dado como seguro entre analistas y observadores 
después de que Delahunt y su colega republicano, Jeff Flake, viajaron a 
La Habana en diciembre al frente de un grupo de congresistas del grupo 
de trabajo sobre Cuba del Capitolio.
Tras la visita, Flake declaró a El Nuevo Herald que ``casi seguro lo 
vamos a presentar''.
Fuentes demócratas afirmaron ayer que la ofensiva, ''de momento'', no 
intentará aprovechar la actual minoría republicana en el Congreso para 
ir directamente en contra del embargo a la isla, debido a que la ley 
Helms-Burton lo tiene codificado y estipula condiciones muy precisas 
para el levantamiento.
El secretario de Comercio, el cubanoamericano Carlos Gutiérrez, también 
vicepresidente de la comisión presidencial de ayuda a una Cuba Libre, 
desestimó la propuesta legislativa contra las medidas impuestas por la 
Casa Blanca.
''Tenemos que enfocarnos en la realidad de que los cambios se tienen que 
hacer en la isla. No aquí. Ahí es donde hay que tener libertad, 
democracia, libertad de expresión. Entonces el cambio tiene que empezar 
en Cuba'', subrayó.
En la Cámara de Representantes el rechazo también se hizo patente entre 
los congresistas cubanoamericanos de Miami.
''Delahunt y Flake siempre están trabajando en favor de los intereses de 
la tiranía. Y nosotros seguiremos trabajando por la libertad de Cuba. La 
lucha sigue, el presidente Bush y muchísimos de nuestros colegas en el 
Congreso están con nosotros, y lo más importante es que la última 
palabra sobre el tema de Cuba la tendrá el pueblo de Cuba y pronto'', 
comentó el congresista republicano Lincoln Díaz-Balart.
El grupo demócrata National Democrat Network (NDN) sostuvo que el 
proyecto es un intento ''claro y bienvenido'' de conectar a las familias 
en los dos lados del Estrecho de la Florida y contribuir al incremento 
del envío de ayuda.
''Los cubanos tienen que ser los agentes de cambio. Al final de casi 
cinco décadas lo que se ha hecho es dividir a las familias y asegurar la 
estabilidad del régimen'', consideró el director del NDN, Joe García. 
``Hace falta traerles una nueva dinámica a las relaciones entre los dos 
países en este momento crítico''.
rferreira@elnuevoherald.com
 
 
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