POLITICA
Fascismo y nada más
Juan González Febles
LA HABANA, Cuba - Febrero (www.cubanet.org) - Cuando el marxismo
leninismo colapsó en el mundo, el régimen de Fidel Castro quedó huérfano
en el terreno ideológico. Entonces sacaron del armario a Martí. Le llegó
el turno al "nacionalismo revolucionario". Trajeron por los pelos la
historia de salvar la nación, nada menos que ¡preservando a Castro y sus
talibanes en el poder!
De repente salieron a la luz los puntos de contacto entre la Alemania
nazi de Hitler y el engendro de Castro en el Caribe. Aunque hay
diferencias, las semejanzas son aterradoras. Desde los Comités de
Defensa de la Revolución, pasando por las caldosas colectivas, hasta la
homofobia y el empleo de una violencia soterrada y rampante dirigida a
sembrar un saludable terror preventivo en la población.
El establecimiento del culto a la personalidad de un caudillo y una
totalizadora y enajenante propaganda política completaron un cuadro
alucinante y cruel.
Quizás la diferencia fundamental entre el modelo nazi alemán y el
castrista está en que, a diferencia del nazismo germano, el castrismo es
ineficiente. El castrista es un sistema incapaz de hacer algo bien hecho
que no sea matar o reprimir. Eso sí lo hacen a la perfección.
La orfandad ideológica creada por el colapso marxista en Europa y en el
mundo les llevó a apurar el purgante andino representado por las
corrientes indigenistas actuales. En el plano interno, la situación se
complicó aun más. En la actualidad, el régimen trata de lidiar con su
creciente impopularidad, con un éxito discutible.
Son muchas las aristas y las señales de alerta sobre la peligrosidad de
las políticas represivas que ensaya el régimen de Fidel Castro. Por una
parte se vive la sensación de una confrontación llevada adelante por el
estado contra el pueblo. Parece que buscarán -en el viejo estilo
estalinista- el estallido social representativo del terror blanco. Esto
posibilitará la implantación del terror rojo y la eliminación de los
blancos políticos internos señalados para el holocausto.
La puesta en marcha de todo un paquete de medidas anti populares
acompañadas de medidas de marcado sabor populista, marca una pauta más
que interesante. Junto a esto, el avivamiento de los mítines de repudio
y el recrudecimiento de la represión contra la disidencia interna
aportan un retrato social con un marcado sabor fascista.
Algunos piensan de buena fe que el gobierno estimula una violencia que
no podrá controlar. Error. El gobierno necesita un estallido social en
el marco que pueda ser controlado por sus porristas y por la policía de
Seguridad. El terror que se le posibilitaría aplicar les servirá para
atajar el descontento popular y para eliminar a los enemigos con los que
el régimen no piensa contemporizar.
El esquema es sencillo y cruel. Se trata de llevar a la población al
límite de su capacidad de resistir, luego canalizar su furia en un
ambiente controlado.
Los más recientes mítines de repudio y la violencia azuzada por el
régimen contra la pacífica e inerme oposición interna son la prueba más
evidente e irrefutable.
El régimen enarbola el caso de Posada Carriles y el de los cinco espías
convictos de la inepta Red Avispa con ese propósito. El impresionante
aparato de inteligencia y de agitación y propaganda con que cuenta está
en función de esto último.
Dentro de esta estrategia es que hay que observar con detenimiento cómo
se mueven los peones andinos. El nacionalismo extremista de los
movimientos indigenistas es de capital importancia para lograr estos fines.
El petróleo venezolano sirve para remachar los amarres totalitarios en
Cuba y mueve además las poleas del anti americanismo a lo largo de todo
el continente latino americano y en los propios Estados Unidos.
El régimen de Fidel Castro se prepara para dar la batalla en todos los
frentes. Internamente prepara el holocausto de la clase política que le
es hostil. En el terreno internacional mueve sus agentes, dentro y fuera
de los Estados Unidos. Los casos Posada Carriles y los cinco espías son
un botón de muestra. Nada nuevo, fascismo y nada más.
http://www.cubanet.org/CNews/y06/feb06/08a8.htm
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