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Tuesday, February 07, 2006

Del Sheraton al Cohiba

Del Sheraton al Cohíba
2006-02-07

“Esto me suena, me suena conocido...” Así dijo un empleado de la Ciudad
de México mientras comentaba con otros allegados la noticia que
destacaba su periódico: Analiza SRE sanción a hotel por expulsión de
cubanos. “Claro que te suena Cuauhtemoc!” Le replicó Xochitilt, su
novia. “Cubanos y hoteles son dos conceptos incompatibles, a poco se te
olvidó lo que vivimos en la Habana hace tres años, a esa pobre gente no
las dejan entrar a los hoteles ni en su país, recuerda lo que le pasó a
Migdalia, la madre de Chamizo, cuando fue a nuestro hotel por los
medicamentos que él le mandaba...”

Por supuesto que Xochitilt no sabía de qué se trataba la nota
periodística, pero así hizo su inferencia. Cuauhtemoc, sin embargo,
estaba confundido. En México no hay discriminación, y un acto de ese
tipo merecería, por lo menos, más explicaciones.

El pasado viernes, un grupo de funcionarios del gobierno cubano que
negociaba con empresarios norteamericanos del sector energético, fue
expulsado de un elegante hotel de la capital mexicana por las
autoridades del propio hotel a petición de la Oficina de Control de
Bienes Foráneos (OFAC) del Tesoro de los Estados Unidos. La empresa
Starwood Hotels, propietaria del hotel en México, decidió además
confiscar el depósito de la reservación por tres noches de los
representantes de Castro.

Del lado mexicano las reacciones fueron elogiables. El Secretario de
Relaciones Exteriores le aseguró a La Habana que se aplicará la ley a
los responsables del incidente. Una comisión de la misma instancia
investiga ya las posibles violaciones en las que pudo incurrir el Hotel
María Isabel Sheraton, en el marco del ejercicio de las facultades que
le otorga la Ley de protección al comercio y la inversión de normas
extranjeras que contravengan el derecho internacional, publicada en el
Diario Oficial de la Federación el 23 de octubre de 1996. Por su parte,
el titular de la CONAPRED (Comisión Nacional para Prevenir y Eliminar la
Discriminación) ha sido enfático al condenar el suceso. A los expulsados
también les han manifestado apoyo, el gobierno del Distrito federal y la
Procuraduría Federal del Consumidor (profeco).

La accidentada reunión pudo continuar en otro hotel de la ciudad sin
ningún menoscabo a sus propósitos. Pero para Granma no hay dudas que
esto fue diseñado para socavar “el éxito de la estrategia energética que
revoluciona al país”.

La delegación cubana, que encabezó el viceministro de la industria
básica, tuvo facilidades incluso para ofrecer una conferencia de prensa
a la que asistieron varios medios sin que ellos supieran siquiera cómo
avisarles. Las cámaras de CNN panearon por el escaso auditorio y allí
apareció el inconfundible y exitoso “agente de influencia” del castrismo
en México, Peter Gellert. Corresponsal de Radio Habana Cuba,
estadounidense de nacimiento, mexicano por naturalización, colaborador
en Notimex, Trotskista, dirigente del movimiento de solidaridad con
Cuba, encargado de reproducir y repartir volantes y carteles en cuanta
manifestación haya en México a favor de Castro. Él, un conocedor y
beneficiario de las posibilidades jurídicas que garantiza la democracia
y de la oportunidad política que este show le servía a La Habana casi en
bandeja de plata, animó a las huestes.

En la conferencia de prensa faltaron algunas preguntas a los asustadizos
funcionarios del régimen. ¿De estas reuniones se les rinde cuentas a la
Asamblea Nacional (parlamento cubano)? ¿Algún periódico cubano alertó al
pueblo sobre los objetivos de dicha reunión, ya que tratarían asuntos
que atañen la soberanía nacional? ¿la nefasta sensación de sentirse
corridos de un hotel les hizo pensar por un momento en los miles de
cubanos discriminados por no tener derecho a hospedarse en los hoteles
de Cuba dedicados exclusivamente a los extranjeros? ¿puede cualquier
otro cubano reunirse, no ya en un hotel, sino en su propia casa con
cualquier extranjero por los mismos tres días que lo harían ellos sin
acoso ni sanciones? ¿Tienen los cubanos algo así como una procuraduría
del consumidor que les defienda de cada atropello?¿Existe allá una
institución como CONAPRED, que los salve de la discriminación por haber
nacido allí?¿Pueden los ciudadanos cubanos llamar a la prensa y que se
publique su incordio?

Gellert no haría esas preguntas porque los haría tartamudear y salirse
del guión. Tampoco importa mucho que no las haga, hay decenas de miles
de mexicanos que han conocido de cerca las respuestas a esas
preguntas...incluidos los que marchan debajo de sus pancartas.

http://www.presslingua.com/web/article.asp?artID=4422

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