Pages

Wednesday, January 14, 2015

Ridícula prueba de vida

Ridícula prueba de vida
La castrocracia necesita un Fidel vivo, aunque manipule su in-existencia
en carta impresa, firmada, al ex Pibe de Oro
martes, enero 13, 2015 | Miriam Celaya

LA HABANA, Cuba. — De las múltiples muertes –las falsas y las ciertas–
de ese sujeto que en su vida anterior a ésta fuera "el Comandante en
Jefe", hoy apenas un referente espectral, ninguna recibió respuesta tan
exageradamente ridícula como la más reciente. Esta vez el nuncio de la
cúpula verde olivo ha resultado ser nada más y nada menos que el otrora
astro del fútbol, Diego Armando Maradona. El consejo de ancianos del
palacio de la revolución no podía caer más bajo.

Pues sí, Maradona se ha prestado como vehículo de un "convincente"
testimonio de vida de F. Castro: una carta escrita a computadora,
rubricada con los caracteres del octogenario en jefe y fechada 11 de
enero de 2015, desde la cual supuestamente el espectro lo felicita por
su programa "De Zurda", conducido por el ex futbolista en el único
espacio donde esto sería posible: Telesur.

Pasemos un velo piadoso sobre la ¿ingenuidad? oficial al pretender
engatusar a la opinión pública con una misiva que pudo haber escrito
incluso cualquier estudiante de secundaria sobre un documento, con la
firma del magno agónico escaneada al pie. Tarjeta amarilla para
Maradona, un flamante conductor de programa cuyas incoherencias y
cantinfladas, difíciles de repetir, indican cuán nocivo y permanente
puede llegar a ser el uso de estupefacientes. Tarjeta roja para los
"ideotas" que concibieron una maniobra tan torpe que nos ha convencido
de que en realidad el "Invicto" debe estar en pésimo estado, o
sencillamente no estar. Hay que despreciar mucho a la opinión pública
para ofrecer un timo tan pueril.

De ídolo temido a rehén manipulado

No obstante, y dejando de lado el patético espectáculo "informativo", el
hecho es que resulta obvio que la cúpula del poder todavía no tiene la
intención de develar el verdadero estado de salud –si tal uso de esta
palabra fuera posible– de F. Castro. De alguna manera, sus
reminiscencias simbólicas parecen funcionar como un muro de contención,
aunque no sepamos exactamente qué se pretende con esto. Está claro que
la castrocracia necesita un Fidel "vivo pa'lo que sea", aunque para ello
tenga que manipular su in-existencia sin la menor misericordia.

De cierta manera, casi resulta lógico utilizar a Maradona como emisario
de esta "buena nueva". Ambos, él y el apócrifo remitente de la carta,
tienen al menos una coincidencia: fueron ídolos venerados por
multitudes, para después caer de sus pedestales, antes de sumergirse en
las brumas del olvido.

En todo caso, más allá de las burlas que ha despertado esta
extraordinaria (extemporánea, más bien) misiva al "Pibe de Oro", el
resultado es más dañino que beneficioso. Asumiendo, muy hipotéticamente,
que el enfermo todavía ande arrastrando su existencia secreta por algún
rincón de su confortable retiro, es inverosímil que no se haya tomado la
molestia de agregar a su insigne epistolario ni siquiera un sencillo
pliego de salutación a sus espías, que han sido profusamente exhibidos
en múltiples plazas y eventos, donde han desplegado toda su gracia y
vocación revolucionaria.

Tan desdeñosa zoquetería del anciano es una afrenta a quienes
constituyen "un ejemplo de sacrificio y heroísmo", en particular
teniendo en cuenta que por estos días el intransigente cabecilla acaba
de ser padre a la cañona, tras un complicado proceso de trámites
burocráticos y genitales que, se dice, propició la importación del semen
del patriota y la feliz fecundación de la amada añosa. ¿Acaso no es el
nacimiento de una niña, en especial de una destinada a ser
revolucionaria entre los revolucionarios, un acontecimiento mucho más
merecedor de las congratulaciones de F. Castro que un mediocre programa
de televisión?

Pero más increíble es que el glorioso "Coma-ndante" no haya escrito y
publicado ni el menor comentario acerca del trascendental
restablecimiento de relaciones entre Cuba y EE UU –ya sea para
aplaudirse a sí mismo o para condenar el hecho– y en cambio la simple
presencia de Maradona en La Habana lo haya sacado de tan prolongado
mutismo. Más aún, si así fuera realmente estaríamos ante una prueba de
que el ancianísimo no está en condiciones de ponderar adecuadamente la
importancia de los acontecimientos.

En lo personal, no me creí ni por un momento esta grotesca
representación como una prueba de vida, sino como una demostración de lo
que es capaz de hacer el régimen para prolongar su supervivencia.

En fin, que de todas formas la alharaca mediática de los días previos a
"la carta" ha sido útil, si no para sacar al dios a escena, al menos sí
para demostrarnos cuán abrumadoramente irracional y risible puede llegar
a ser todavía la política en nuestros paisitos del sur del Río Grande.

Source: Ridícula prueba de vida | Cubanet -
http://www.cubanet.org/destacados/ridicula-prueba-de-vida/

No comments: